/ lunes 4 de junio de 2018

Dejan escapar votos, ¿llorarán?

Faltan cuatro semanas para que sean las elecciones, pero con hoy, a los candidatos sólo les restan diez días de campaña efectiva, antes de que el Mundial del Futbol les quite reflectores.

Estamos entonces en la recta final del proselitismo y habrá quienes aprieten el paso y otros que sigan en la comodidad del supuesto triunfo adelantado o en el de la derrota anticipada.

Me refiero a un buen número de candidatos de Morena o del Panal, entre otros. Los primeros, porque muchos más de los que debieran, decidieron no hacer campaña y sólo subirse a la locomotora de López Obrador para que los lleve a un presunto triunfo.

Los otros, porque al saber que no tienen posibilidades de ganar también decidieron no hacer campaña.

Los del Panal y otros -quedarán exhibidos todos en breve, pero por decir algo, ¿usted qué sabe de la campaña realizada por María del Carmen Pinete, abanderada del PRI al Senado?- tal vez no sufran tanto de aquí al primer domingo de julio y cuando empiecen a fluir los resultados de las elecciones. Entraron a una batalla realmente perdida de antemano, sin o con pocos recursos. La vergüenza tratarán de aminorarla con el argumento de que no tuvieron respaldo y que sus posibilidades siempre fueron nulas siquiera para tener un papel decoroso.

Pero varios de la coalición Morena-PT-PES podrían estar llorando en la noche del primero de julio.

Es evidente que no se esfuerzan para conseguir los ansiados votos a sabiendas de que las elecciones en Veracruz no están para dejar escapar ni un solo sufragio.

Nadan de a muertito. Creen que con la ola del tabasqueño les bastará. Para algunos sí será suficiente, pero sólo para el triunfo. Sin embargo habrán dejado de sumar y a la hora del conteo puede ser el crujir de dientes.

Encabeza la lista de quienes no metieron el acelerador a fondo el candidato a la gubernatura Cuitláhuac García. No se trata de que parte de su estrategia sea gastar poco. No. Se trata del ímpetu, de las ganas de triunfar. De hacer sentir que hay deseo de servir. El Peje, con todo y sus males y edad, les da el ejemplo, pero optan por no imitarlo.

A cuatro semanas de las elecciones, indicadores y proyecciones ubican bien a Pepe Yunes en la contienda por la gubernatura, pues su activismo ha permeado entre el electorado.

Este fin de semana tuvo presencia en Tampico Alto, Ixhuatlán de Madero, Pueblo Viejo, El Higo, Huayacocotla, Platón Sánchez, Tantoyuca y Chicontepec y también han cerrado filas las dirigencias estatales del PRI y PVEM, lo que ha repercutido en el crecimiento de la intención del voto a favor del peroteño.

Renato Alarcón volvió al grupo de sus orígenes políticos. Está cómodo –que no inactivo- trabajando para su primer jefe Roberto Campa Cifrián en la Secretaría del Trabajo.

Lo apoya como coordinador de delegaciones en la zona sur-sureste del país. Renato es un conocedor de la actividad pública.

Miguel Ángel Yunes Márquez le dio a Boca del Río una prosperidad que deslumbra, convirtió a este lugar en el municipio más rico del estado de Veracruz. Esto lo escribió el periodista Miguel López Azuara, exsecretario de Prensa del CEN del PRI, exdirector de Notimex y exdirector de Comunicación Social del gobierno estatal con Patricio Chirinos.

López Azuara, en reciente columna publicada en Expreso de Tuxpan, se pregunta: ¿Quién conoce a Cuitláhuac García?

Faltan cuatro semanas para que sean las elecciones, pero con hoy, a los candidatos sólo les restan diez días de campaña efectiva, antes de que el Mundial del Futbol les quite reflectores.

Estamos entonces en la recta final del proselitismo y habrá quienes aprieten el paso y otros que sigan en la comodidad del supuesto triunfo adelantado o en el de la derrota anticipada.

Me refiero a un buen número de candidatos de Morena o del Panal, entre otros. Los primeros, porque muchos más de los que debieran, decidieron no hacer campaña y sólo subirse a la locomotora de López Obrador para que los lleve a un presunto triunfo.

Los otros, porque al saber que no tienen posibilidades de ganar también decidieron no hacer campaña.

Los del Panal y otros -quedarán exhibidos todos en breve, pero por decir algo, ¿usted qué sabe de la campaña realizada por María del Carmen Pinete, abanderada del PRI al Senado?- tal vez no sufran tanto de aquí al primer domingo de julio y cuando empiecen a fluir los resultados de las elecciones. Entraron a una batalla realmente perdida de antemano, sin o con pocos recursos. La vergüenza tratarán de aminorarla con el argumento de que no tuvieron respaldo y que sus posibilidades siempre fueron nulas siquiera para tener un papel decoroso.

Pero varios de la coalición Morena-PT-PES podrían estar llorando en la noche del primero de julio.

Es evidente que no se esfuerzan para conseguir los ansiados votos a sabiendas de que las elecciones en Veracruz no están para dejar escapar ni un solo sufragio.

Nadan de a muertito. Creen que con la ola del tabasqueño les bastará. Para algunos sí será suficiente, pero sólo para el triunfo. Sin embargo habrán dejado de sumar y a la hora del conteo puede ser el crujir de dientes.

Encabeza la lista de quienes no metieron el acelerador a fondo el candidato a la gubernatura Cuitláhuac García. No se trata de que parte de su estrategia sea gastar poco. No. Se trata del ímpetu, de las ganas de triunfar. De hacer sentir que hay deseo de servir. El Peje, con todo y sus males y edad, les da el ejemplo, pero optan por no imitarlo.

A cuatro semanas de las elecciones, indicadores y proyecciones ubican bien a Pepe Yunes en la contienda por la gubernatura, pues su activismo ha permeado entre el electorado.

Este fin de semana tuvo presencia en Tampico Alto, Ixhuatlán de Madero, Pueblo Viejo, El Higo, Huayacocotla, Platón Sánchez, Tantoyuca y Chicontepec y también han cerrado filas las dirigencias estatales del PRI y PVEM, lo que ha repercutido en el crecimiento de la intención del voto a favor del peroteño.

Renato Alarcón volvió al grupo de sus orígenes políticos. Está cómodo –que no inactivo- trabajando para su primer jefe Roberto Campa Cifrián en la Secretaría del Trabajo.

Lo apoya como coordinador de delegaciones en la zona sur-sureste del país. Renato es un conocedor de la actividad pública.

Miguel Ángel Yunes Márquez le dio a Boca del Río una prosperidad que deslumbra, convirtió a este lugar en el municipio más rico del estado de Veracruz. Esto lo escribió el periodista Miguel López Azuara, exsecretario de Prensa del CEN del PRI, exdirector de Notimex y exdirector de Comunicación Social del gobierno estatal con Patricio Chirinos.

López Azuara, en reciente columna publicada en Expreso de Tuxpan, se pregunta: ¿Quién conoce a Cuitláhuac García?