/ jueves 16 de septiembre de 2021

Del “comes y te vas” al padrinazgo de hoy

Desde mediados del siglo pasado, cuando el comandante Fidel Castro Ruz recibió la amnistía para exiliarse en México junto con su hermano Raúl y otros revolucionarios cubanos, comenzaron a fraguar la lucha revolucionaria a la que se sumó el médico argentino Ernesto “Che” Guevara, con el propósito de derrocar al dictador Fulgencio Batista mediante la lucha armada para conquistar el poder político, que finalmente lograron el primero de enero de 1959.

Nadie puede negar la simpatía de los mexicanos con el pueblo cubano, lo que ha permitido construir una alianza ideológica en favor de la solidaridad latinoamericana, para defender los intereses nacionales de cada país, de los gigantes de Norteamérica, Europa, Asia y demás regiones del mundo, que han buscado apoderarse de la riqueza de las otras naciones.

En México el gobierno de Castro contó abiertamente con la simpatía de los expresidentes Lázaro Cárdenas del Río, Adolfo López Mateos, Luis Echeverría Álvarez y Carlos Salinas de Gortari; sin embargo, poco pudieron hacer durante la guerra fría para evitar la segregación de la isla y el empobrecimiento y marginación de su gente.

Hace 19 años, siendo presidente de México Vicente Fox, le correspondió ser anfitrión de la Cumbre Internacional de Negocios en la que participarían, entre otros, los mandatarios de Estados Unidos, George W. Bush, y Fidel Castro, de Cuba; y al enterarse la cancillería de Estados Unidos pidió al gobierno de México la exclusión del comandante Castro en dicha reunión. Fox, catalogado por sus críticos como un jefe de Estado “pro yankee”, en conferencia telefónica, grabada y filtrada a los medios de comunicación, se concretó a pedirle a Castro que cancelara su visita a México y ante la negativa del líder cubano, simplemente le pidió reducir su visita a la comida con la frase: “comes y te vas”.

El día de ayer el invitado estrella a los festejos de la Independencia de México, por parte del titular del Ejecutivo federal, fue precisamente el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y la ausencia de Joe Biden o, cuando menos, de Kamala Harris, presidente y vicepresidenta norteamericanos, fue más que notoria. El ruego de AMLO a Estados Unidos de Norteamérica fue levantar el “bloqueo” a Cuba, para que el pueblo cubano mejore sus condiciones de vida y pobreza.

No cabe duda que en política, los apestados de ayer serán las estrellas del mañana.

Desde mediados del siglo pasado, cuando el comandante Fidel Castro Ruz recibió la amnistía para exiliarse en México junto con su hermano Raúl y otros revolucionarios cubanos, comenzaron a fraguar la lucha revolucionaria a la que se sumó el médico argentino Ernesto “Che” Guevara, con el propósito de derrocar al dictador Fulgencio Batista mediante la lucha armada para conquistar el poder político, que finalmente lograron el primero de enero de 1959.

Nadie puede negar la simpatía de los mexicanos con el pueblo cubano, lo que ha permitido construir una alianza ideológica en favor de la solidaridad latinoamericana, para defender los intereses nacionales de cada país, de los gigantes de Norteamérica, Europa, Asia y demás regiones del mundo, que han buscado apoderarse de la riqueza de las otras naciones.

En México el gobierno de Castro contó abiertamente con la simpatía de los expresidentes Lázaro Cárdenas del Río, Adolfo López Mateos, Luis Echeverría Álvarez y Carlos Salinas de Gortari; sin embargo, poco pudieron hacer durante la guerra fría para evitar la segregación de la isla y el empobrecimiento y marginación de su gente.

Hace 19 años, siendo presidente de México Vicente Fox, le correspondió ser anfitrión de la Cumbre Internacional de Negocios en la que participarían, entre otros, los mandatarios de Estados Unidos, George W. Bush, y Fidel Castro, de Cuba; y al enterarse la cancillería de Estados Unidos pidió al gobierno de México la exclusión del comandante Castro en dicha reunión. Fox, catalogado por sus críticos como un jefe de Estado “pro yankee”, en conferencia telefónica, grabada y filtrada a los medios de comunicación, se concretó a pedirle a Castro que cancelara su visita a México y ante la negativa del líder cubano, simplemente le pidió reducir su visita a la comida con la frase: “comes y te vas”.

El día de ayer el invitado estrella a los festejos de la Independencia de México, por parte del titular del Ejecutivo federal, fue precisamente el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y la ausencia de Joe Biden o, cuando menos, de Kamala Harris, presidente y vicepresidenta norteamericanos, fue más que notoria. El ruego de AMLO a Estados Unidos de Norteamérica fue levantar el “bloqueo” a Cuba, para que el pueblo cubano mejore sus condiciones de vida y pobreza.

No cabe duda que en política, los apestados de ayer serán las estrellas del mañana.