El gobierno de la 4T llegó con un grupo de políticos que investidos del poder público y ya entronizados en cargos burocráticos de “alto rango”, que jamás alcanzarían en otros tiempos, no han hecho otra cosa que mostrar abyección y un seguimiento puntual al fundador de Morena, para ejecutar un conjunto de acciones tendientes a acabar con las instituciones públicas y desaparecer el Estado de derecho, cancelando las oportunidades de empleo y desarrollo de los mexicanos.
Desde el siglo V a.C. se consideraba a la cornucopia como un símbolo de la prosperidad y la abundancia, y si la figura emblemática del mapa de nuestra República se asemeja al cuerno de la abundancia, las imágenes representadas en la heráldica de diversos países presentan una cornucopia, llena de flores exóticas, frutos silvestres y abundantes monedas de oro.
La posición de México es privilegiada y su riqueza natural es tan grande que así como quienes antecedieron a AMLO en la Presidencia de nuestro país, y a pesar de sus errores en “el estilo personal de gobernar”, al que se refería el maestro Daniel Cossío Villegas al hablar de la clase política, esos malos mexicanos no pudieron convertir a los pobres en miserables, a la clase media en una clase pobre y menesterosa, a los poderosos ricos en clasemedieros. No hay que olvidar que estábamos mejor cuando estábamos peor.
Lo lamentable para los mexicanos es que cada día la pandemia sigue multiplicando las cifras de personas muertas, las medidas preventivas para evitar el contagio de Covid-19 no se cumplen; las vacunas antiCovid no se han aplicado con la suficiencia y prontitud requerida, y los altos funcionario públicos de la Salud se concretan a adular al presidente López Obrador, desde el doctor Hugo López-Gatell hacia abajo.
En menos de cuatro meses (6 de junio) se dará la oportunidad de oro para el cambio por hartazgo de Morena y sus candidatos a los miles de puestos de elección popular en la historia de este país. La lucha por el poder se torna difícil y cruenta, sólo que no hay que olvidar que México no puede ser convertido en un país en el que haya poco de todo para unos y haya excesos en todo para otros.
