/ martes 2 de noviembre de 2021

Delgado reforzó “derrota anticipada” de Marko Cortés

El 2 de julio del año 2000, al concluir la jornada electoral esa misma noche, a las 23:02, el presidente Ernesto Zedillo reconoció el triunfo del candidato de la Alianza por el Cambio, Vicente Fox, a quien minutos antes había manifestado telefónicamente “la absoluta disposición” del gobierno que encabeza a fin de colaborar, desde ahora y hasta el próximo 1o. de diciembre en todos los aspectos que sean importantes para el buen inicio de la siguiente administración federal.

Todo eso luego de expresar “por el bien de nuestro querido México, mis muy sinceros votos por el éxito del próximo gobierno que presidirá el licenciado Fox”. Ese fue un mensaje que se transmitió en cadena nacional desde la residencia oficial de Los Pinos.

El candidato del PRI que en esa ocasión perdió fue el licenciado Francisco Labastida Ochoa, igual que los otros candidatos: Cuauhtémoc Cárdenas, de la Alianza por México (PRD-PT-Convergencia-PAS-PSN); Gilberto Rincón Gallardo, del Partido Democracia Social (PDS); Manuel Camacho Solís, del Partido del Centro Democrático (PCD) y Porfirio Muñoz Ledo, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

Después de ese discurso de Ernesto Zedillo, muchos priistas se mostraron inconformes por esa actitud “entreguista”, corrieron muchas versiones y algunas coincidían en que ese triunfo de Fox Quezada había sido pactado.

Era muy difícil entender que se comenzaba a derrumbar el “poderoso” PRI y que la actitud de Zedillo Ponce de León había sido muy honesta y apegada a la democracia, porque en esas elecciones desde mucho antes Vicente Fox, con sus nuevas fórmulas de comunicación y propaganda, había penetrado en la sociedad mexicana.

Parece que ahora le toca al PAN ese deterioro, porque cuando faltan todavía siete meses para las elecciones en siete estados, el dirigente de ese partido, Marko Cortés, observa la realidad que envuelve a ese instituto político y anticipadamente acepta la derrota en al menos seis estados, y piensa que sólo podría ganar Aguascalientes.

Eso trascendió en plena conmemoración de Día de Muertos, de acuerdo con un audio que circula en diversos medios de comunicación y en las redes sociales:

“No basta un triunfo interno. Se los digo en casa: la única gubernatura que tenemos posibilidades reales de ganar, reales, auténticas y bien ganadas, es esta, no hay más. Está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo… y Oaxaca qué les cuento. La única que tenemos posibilidades, muy buenas y contundentes de ganar, es Aguascalientes, y ahí tenemos la responsabilidad de hacerlo bien”, eso es lo que se escucha en la grabación.

Después de ese audio que insisto, trascendió, el dirigente nacional de Morena reviró y escribió en su cuenta de Twiter: “Es correcto @MarkoCortes, ganaremos Durango, Tamaulipas, Oaxaca, Hidalgo y Quintana Roo. Pero no te equivoques, Aguascalientes la vamos a ganar también”.

Así las cosas en Día de Muertos. Más claro ni el agua.

El 2 de julio del año 2000, al concluir la jornada electoral esa misma noche, a las 23:02, el presidente Ernesto Zedillo reconoció el triunfo del candidato de la Alianza por el Cambio, Vicente Fox, a quien minutos antes había manifestado telefónicamente “la absoluta disposición” del gobierno que encabeza a fin de colaborar, desde ahora y hasta el próximo 1o. de diciembre en todos los aspectos que sean importantes para el buen inicio de la siguiente administración federal.

Todo eso luego de expresar “por el bien de nuestro querido México, mis muy sinceros votos por el éxito del próximo gobierno que presidirá el licenciado Fox”. Ese fue un mensaje que se transmitió en cadena nacional desde la residencia oficial de Los Pinos.

El candidato del PRI que en esa ocasión perdió fue el licenciado Francisco Labastida Ochoa, igual que los otros candidatos: Cuauhtémoc Cárdenas, de la Alianza por México (PRD-PT-Convergencia-PAS-PSN); Gilberto Rincón Gallardo, del Partido Democracia Social (PDS); Manuel Camacho Solís, del Partido del Centro Democrático (PCD) y Porfirio Muñoz Ledo, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

Después de ese discurso de Ernesto Zedillo, muchos priistas se mostraron inconformes por esa actitud “entreguista”, corrieron muchas versiones y algunas coincidían en que ese triunfo de Fox Quezada había sido pactado.

Era muy difícil entender que se comenzaba a derrumbar el “poderoso” PRI y que la actitud de Zedillo Ponce de León había sido muy honesta y apegada a la democracia, porque en esas elecciones desde mucho antes Vicente Fox, con sus nuevas fórmulas de comunicación y propaganda, había penetrado en la sociedad mexicana.

Parece que ahora le toca al PAN ese deterioro, porque cuando faltan todavía siete meses para las elecciones en siete estados, el dirigente de ese partido, Marko Cortés, observa la realidad que envuelve a ese instituto político y anticipadamente acepta la derrota en al menos seis estados, y piensa que sólo podría ganar Aguascalientes.

Eso trascendió en plena conmemoración de Día de Muertos, de acuerdo con un audio que circula en diversos medios de comunicación y en las redes sociales:

“No basta un triunfo interno. Se los digo en casa: la única gubernatura que tenemos posibilidades reales de ganar, reales, auténticas y bien ganadas, es esta, no hay más. Está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo… y Oaxaca qué les cuento. La única que tenemos posibilidades, muy buenas y contundentes de ganar, es Aguascalientes, y ahí tenemos la responsabilidad de hacerlo bien”, eso es lo que se escucha en la grabación.

Después de ese audio que insisto, trascendió, el dirigente nacional de Morena reviró y escribió en su cuenta de Twiter: “Es correcto @MarkoCortes, ganaremos Durango, Tamaulipas, Oaxaca, Hidalgo y Quintana Roo. Pero no te equivoques, Aguascalientes la vamos a ganar también”.

Así las cosas en Día de Muertos. Más claro ni el agua.