/ martes 11 de enero de 2022

Delincuencia, reto del estado

Junto con Zacatecas y Morelos, Veracruz se encuentra entre las entidades del país con más problemas de violencia, lo que motivó que las bancadas de PAN, PRD y PRI en la Cámara Baja difundieran un documento en el que muestran su preocupación sobre ese tema.

"En Veracruz, igualmente se ha registrado un repunte en homicidios dolosos con 37 crímenes, según cifras oficiales. Apenas al inicio de este año, testificamos uno de los casos más violentos cuando -el pasado viernes 7 de enero- en Isla, al sur de la entidad, fueron apilados en un terreno arenoso, nueve cuerpos, cerca de la autopista 145”, expone el comunicado de los diputados.

Los legisladores de dichas bancadas hicieron un llamado al presidente ópez Obrador, y a los gobernadores David Monreal, Cuitláhuac García y Cuauhtémoc Blanco, así como a las instancias de procuración de justicia de carácter federal y estatales, “a fin de que se lleven a cabo las acciones a que haya lugar para frenar las masacres, esclarecer los actos de violencia a los que hacemos referencia, y recuperar la paz que las y los mexicanos por derecho merecemos.

El problema es que no se trata de hechos aislados; la violencia ha crecido en Veracruz desde el inicio del presente año y parece que no hay autoridad capaz de poner un freno.

A los hechos de Isla, el hallazgo de nueve cuerpos, sucedieron los de Emiliano Zapata, que también cobraron 9 víctimas; y este lunes por la noche se registró un caso más, que significó un reto frontal a los cuerpos de policía: en Coatzacoalcos, sujetos a bordo de motocicletas lanzaron una agresión con bombas molotov contra las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública. El fuego, de acuerdo con los primeros reportes que circularon, afectó a los autos que ahí estaban estacionados.

No hubo víctimas. Lo que sí se consignó fue un mensaje claro a los funcionarios del actual gobierno veracruzano por parte de los grupos delincuenciales que tienen presencia en la zona: no les tememos; esto es una guerra. Al menos así parece.

Lo cierto es que luego de los hechos registrados en Isla y del anuncio del operativo para encontrar a los autores de dicho homicidio múltiple, emitido el 7 de enero por el secretario Hugo Gutiérrez Maldonado, parece que tanto la dependencia responsable de la seguridad pública en Veracruz como la instancia de procuración de justicia se han esforzado más por la imagen que por el combate a la delincuencia.

La fiscalía, por ejemplo, ha emitido diversos comunicados, pero ninguno de ellos se relaciona con acciones contra la delincuencia organizada; entre los detenidos hay probables responsables de homicidio, robo de autos, lesiones dolosas y delitos menores, nada que se relacione con los hechos de Isla, de Emiliano Zapata o de Córdoba; por si fuera poco, sobre la agresión contra la sede de la policía estatal en Coatzacoalcos ha prevalecido el hermetismo.

Al final, el actual gobierno veracruzano se ve obligado a abrir un nuevo frente de combate; ya no sólo son los Yunes panistas, o el senador Ricardo Monreal, o Dante Delgado; sino también al menos un grupo de la delincuencia organizada.

La violencia ha crecido en Veracruz desde el inicio del presente año y parece que no hay autoridad capaz de poner un freno.

Junto con Zacatecas y Morelos, Veracruz se encuentra entre las entidades del país con más problemas de violencia, lo que motivó que las bancadas de PAN, PRD y PRI en la Cámara Baja difundieran un documento en el que muestran su preocupación sobre ese tema.

"En Veracruz, igualmente se ha registrado un repunte en homicidios dolosos con 37 crímenes, según cifras oficiales. Apenas al inicio de este año, testificamos uno de los casos más violentos cuando -el pasado viernes 7 de enero- en Isla, al sur de la entidad, fueron apilados en un terreno arenoso, nueve cuerpos, cerca de la autopista 145”, expone el comunicado de los diputados.

Los legisladores de dichas bancadas hicieron un llamado al presidente ópez Obrador, y a los gobernadores David Monreal, Cuitláhuac García y Cuauhtémoc Blanco, así como a las instancias de procuración de justicia de carácter federal y estatales, “a fin de que se lleven a cabo las acciones a que haya lugar para frenar las masacres, esclarecer los actos de violencia a los que hacemos referencia, y recuperar la paz que las y los mexicanos por derecho merecemos.

El problema es que no se trata de hechos aislados; la violencia ha crecido en Veracruz desde el inicio del presente año y parece que no hay autoridad capaz de poner un freno.

A los hechos de Isla, el hallazgo de nueve cuerpos, sucedieron los de Emiliano Zapata, que también cobraron 9 víctimas; y este lunes por la noche se registró un caso más, que significó un reto frontal a los cuerpos de policía: en Coatzacoalcos, sujetos a bordo de motocicletas lanzaron una agresión con bombas molotov contra las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública. El fuego, de acuerdo con los primeros reportes que circularon, afectó a los autos que ahí estaban estacionados.

No hubo víctimas. Lo que sí se consignó fue un mensaje claro a los funcionarios del actual gobierno veracruzano por parte de los grupos delincuenciales que tienen presencia en la zona: no les tememos; esto es una guerra. Al menos así parece.

Lo cierto es que luego de los hechos registrados en Isla y del anuncio del operativo para encontrar a los autores de dicho homicidio múltiple, emitido el 7 de enero por el secretario Hugo Gutiérrez Maldonado, parece que tanto la dependencia responsable de la seguridad pública en Veracruz como la instancia de procuración de justicia se han esforzado más por la imagen que por el combate a la delincuencia.

La fiscalía, por ejemplo, ha emitido diversos comunicados, pero ninguno de ellos se relaciona con acciones contra la delincuencia organizada; entre los detenidos hay probables responsables de homicidio, robo de autos, lesiones dolosas y delitos menores, nada que se relacione con los hechos de Isla, de Emiliano Zapata o de Córdoba; por si fuera poco, sobre la agresión contra la sede de la policía estatal en Coatzacoalcos ha prevalecido el hermetismo.

Al final, el actual gobierno veracruzano se ve obligado a abrir un nuevo frente de combate; ya no sólo son los Yunes panistas, o el senador Ricardo Monreal, o Dante Delgado; sino también al menos un grupo de la delincuencia organizada.

La violencia ha crecido en Veracruz desde el inicio del presente año y parece que no hay autoridad capaz de poner un freno.