/ lunes 12 de agosto de 2024

Desconfianza, drogas y falta de cambio

La detención del “Mayo” Zambada no se realizó como parte de una lucha contra el narcotráfico, pues como bien declaró uno de los capos más famosos en 2010: “Si me atrapan o me matan… nada cambia”, en efecto esta detención no va a frenar el crecimiento acelerado de distribución de fentanilo y otros estupefacientes, pero sí es una declaratoria de Estados Unidos a México, que hace evidente la desconfianza para la cooperación entre agencias de investigación.

Esta detención es un mensaje contundente a nuestra nación y nos invita a analizar la confianza desmedida que se ha depositado en nuestras autoridades, quienes de acuerdo a las declaraciones de los mismos narcotraficantes tienen estrechos vínculos criminales que sobrepasan la ficción y donde el poder realmente se disputa en más canchas de las que podemos imaginar.

México aún no tiene información clara de qué fue lo que ocurrió realmente para que el hijo de “El Chapo” y “El Mayo” Zambada acabaran en una detención en el país vecino, lo que sí se sabe es que son ellos los conocedores de los vínculos y arreglos más profundos que el crimen ha hecho durante décadas con figuras políticas de nuestro país, que la corrupción sigue siendo latente y los lazos con criminales dejan a su paso mayores agravios que el consumo o venta de drogas, hay también múltiples desapariciones forzadas en las que el Estado también ha sido cómplice y otras complicaciones de más conocidas como el lavado de dinero donde aunque se hagan múltiples detenciones de capos, nada cambia.

En 2010 Julio Scherer García realizó una entrevista histórica, reconocida como uno de los grandes trabajos periodísticos pues aunque era detallada respecto a la mentalidad de “El Mayo” Zambada no daba mayor información respecto al lugar de reunión, sin embargo en esa entrevista el narcotraficante hizo una radiografía que permite entender mejor lo que vivimos hoy, en primer lugar su incursión en la vida criminal, a los 16 años, sin requerir mayor explicación pues se dio en un contexto de necesidad y profunda violencia.

Estas narraciones hacen latente el México de nuestros días donde el norte se llena de una narco cultura, lo casual son las armas y entender que no bastan millones de recompensa para traicionar a quienes han hecho prosperar su entorno. “El Mayo” Zambada dijo en esa misma entrevista que el narco envuelve a millones, está en la sociedad, arraigado como la corrupción, siempre hay alguien a espera de ser el remplazo de otro y aún más importante que al presidente le engañan sus colaboradores. ¿Ha cambiado la situación 14 años después? Seguramente no e incluso los problemas se han incrementado.

En aquel entonces la entrevista generó todo tipo de controversias pues un periodista había logrado lo que al gobierno en décadas no le había sido posible, de igual manera detallaba algunos vínculos de figuras políticas con “El Mayo” Zambada, 14 años después el país vecino también cuestiona la falta de acción del gobierno mexicano.

Con la detención de Joaquín Guzmán se detallaron vínculos cercanos entre gobierno y criminales y aún así no cambió nada. Actualmente “El Mayo” Zambada relata que su detención ha sido producto de un engaño, de igual forma su intención de mediar el 25 de julio en una reunión entre Héctor Cuén, quien fue asesinado ese día y Rubén Rocha Moya. Entre ambas personas existía rivalidad y de acuerdo al narcotraficante su intención era mediar entre ambos.

Rubén Rocha Moya ha recibido el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, el gobernador de Sinaloa niega tener vínculos con el crimen organizado, aunque Héctor Cuén señaló que recibió dinero del narco para financiar su campaña. El capo en un escrito difundido por sus abogados relata su secuestro para ser entregado a las autoridades de EUA, pero también que Héctor Cuén estaba en el rancho donde sería la reunión, que ahí mismo fue asesinado y hace un llamado a los sinaloenses para mantener la paz.

De ser verídico, la historia no sorprende, es cierto que los lazos de colaboración entre gobierno y criminales son los que han facilitado la expansión de sus negocios, lo que sorprende es que durante décadas la misma sociedad se ha vuelto ciega, sorda y muda, pues hemos sido cómplices de dicha expansión. Como bien dijo hace 14 años “El Mayo”: nada cambia.

zairosas.22@gmail.com


La detención del “Mayo” Zambada no se realizó como parte de una lucha contra el narcotráfico, pues como bien declaró uno de los capos más famosos en 2010: “Si me atrapan o me matan… nada cambia”, en efecto esta detención no va a frenar el crecimiento acelerado de distribución de fentanilo y otros estupefacientes, pero sí es una declaratoria de Estados Unidos a México, que hace evidente la desconfianza para la cooperación entre agencias de investigación.

Esta detención es un mensaje contundente a nuestra nación y nos invita a analizar la confianza desmedida que se ha depositado en nuestras autoridades, quienes de acuerdo a las declaraciones de los mismos narcotraficantes tienen estrechos vínculos criminales que sobrepasan la ficción y donde el poder realmente se disputa en más canchas de las que podemos imaginar.

México aún no tiene información clara de qué fue lo que ocurrió realmente para que el hijo de “El Chapo” y “El Mayo” Zambada acabaran en una detención en el país vecino, lo que sí se sabe es que son ellos los conocedores de los vínculos y arreglos más profundos que el crimen ha hecho durante décadas con figuras políticas de nuestro país, que la corrupción sigue siendo latente y los lazos con criminales dejan a su paso mayores agravios que el consumo o venta de drogas, hay también múltiples desapariciones forzadas en las que el Estado también ha sido cómplice y otras complicaciones de más conocidas como el lavado de dinero donde aunque se hagan múltiples detenciones de capos, nada cambia.

En 2010 Julio Scherer García realizó una entrevista histórica, reconocida como uno de los grandes trabajos periodísticos pues aunque era detallada respecto a la mentalidad de “El Mayo” Zambada no daba mayor información respecto al lugar de reunión, sin embargo en esa entrevista el narcotraficante hizo una radiografía que permite entender mejor lo que vivimos hoy, en primer lugar su incursión en la vida criminal, a los 16 años, sin requerir mayor explicación pues se dio en un contexto de necesidad y profunda violencia.

Estas narraciones hacen latente el México de nuestros días donde el norte se llena de una narco cultura, lo casual son las armas y entender que no bastan millones de recompensa para traicionar a quienes han hecho prosperar su entorno. “El Mayo” Zambada dijo en esa misma entrevista que el narco envuelve a millones, está en la sociedad, arraigado como la corrupción, siempre hay alguien a espera de ser el remplazo de otro y aún más importante que al presidente le engañan sus colaboradores. ¿Ha cambiado la situación 14 años después? Seguramente no e incluso los problemas se han incrementado.

En aquel entonces la entrevista generó todo tipo de controversias pues un periodista había logrado lo que al gobierno en décadas no le había sido posible, de igual manera detallaba algunos vínculos de figuras políticas con “El Mayo” Zambada, 14 años después el país vecino también cuestiona la falta de acción del gobierno mexicano.

Con la detención de Joaquín Guzmán se detallaron vínculos cercanos entre gobierno y criminales y aún así no cambió nada. Actualmente “El Mayo” Zambada relata que su detención ha sido producto de un engaño, de igual forma su intención de mediar el 25 de julio en una reunión entre Héctor Cuén, quien fue asesinado ese día y Rubén Rocha Moya. Entre ambas personas existía rivalidad y de acuerdo al narcotraficante su intención era mediar entre ambos.

Rubén Rocha Moya ha recibido el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, el gobernador de Sinaloa niega tener vínculos con el crimen organizado, aunque Héctor Cuén señaló que recibió dinero del narco para financiar su campaña. El capo en un escrito difundido por sus abogados relata su secuestro para ser entregado a las autoridades de EUA, pero también que Héctor Cuén estaba en el rancho donde sería la reunión, que ahí mismo fue asesinado y hace un llamado a los sinaloenses para mantener la paz.

De ser verídico, la historia no sorprende, es cierto que los lazos de colaboración entre gobierno y criminales son los que han facilitado la expansión de sus negocios, lo que sorprende es que durante décadas la misma sociedad se ha vuelto ciega, sorda y muda, pues hemos sido cómplices de dicha expansión. Como bien dijo hace 14 años “El Mayo”: nada cambia.

zairosas.22@gmail.com