/ viernes 31 de mayo de 2019

Desocupando el closet

La codependencia económica, emocional, miedo, tristeza y no tener un lugar a dónde ir, hace que las mujeres se queden atrapadas en las humillaciones, vejaciones, viviendo su propio infierno, junto a un hombre al que ya no quieren, que solo sienten miedo, desprecio y rencor, solo ver el anochecer y amanecer sin ningún motivo para vivir, o solo esperando la muerte.

El desamor, tristeza, infidelidad y la violencia en el hogar hace que la familia quede separada, la mayoría de las mujeres primero son madres antes que ser mujer, están ahí por sus hijos, se mantienen ancladas en una agonía que muchas veces causan más daño, que separándose del padre de sus hijos. Tal vez sea repetitivo o parezca que este tema está de moda, no es así. Hoy con la tecnología la información fluye en cuestión de segundos y algo importante las mujeres, salen gritar la violencia que padecen, y se llenan de fuerzas para denuncian a su agresor, y la palabra empoderamiento se escucha en todos lados, pero aún falta más trabajar en ello. Miles de mujeres todos los días viven gritos, empujones, humillaciones, insultos, golpes les quitan la comida, las corren de sus hogares, las amenazan con quitarles a sus hijos, aguantan y soportan todo, haciendo mutis total, salen a la calle fingiendo sonrisas, y muchas veces tapándose con maquillaje los golpes que le da el cobarde padre de sus hijos., te platico una historia que se da en muchos hogares.

Rosita 35 años, con dos hijos, y el patán de su marido fomenta la violencia y la alienación parental, todos los días escucha gritos de sus hijos y de él, al amanecer el hijo menor no se quiere levantar par a ir a la escuela, y cuando lo hace, ofende a la madre, mientras que el padre le aplaude, lejos de reprender o solicitar que haya respeto, al contrario, comenta que está bien, alimentado el coraje y odio del adolecente contra la madre, sabiendo que le causa daño a su propio hijo. Rosita no cuenta con un gasto seguro para la familia, ya que el padre de sus hijos controla todo, a qué hora se come, como se debe de comer, ella no puede comer una rebanada de jamón si se le antoja, porque el señor no lo permite, ella guisa la comida que el señor ordena, ya que deja lo que se utilizará para la comida de ese día, 4 tomates, seis piezas de pollo, un cuarto de arroz, todo está controlado.

Si Rosita gana un poco de dinero se lo quita, ella tiene que esconder unos cuantos pesos para poder comprarse sus toallas femeninas y para sus gastos personales, si le compra una golosina a sus hijos, lo hace a escondidas, en cuanto ve el señor que le compra alguna ropa o zapatos a sus hijos, inmediatamente el señor reclama, y hace todo lo posible para que Rosita gaste lo poco que gana, revisa, su ropa, celular, correo, y redes sociales, ella comenta que cuando escucha la puerta de que el señor ya llegó a su casa siente angustia.

Quiero decirte Rosita que tienes que irte de ese lugar, reúne tus documentos importantes y que los guarde alguna amiga, ahorra todo lo que puedas, has una maleta donde tengas lo necesario, ve desocupando tu closet, tira lo que ya no uses y ten preparado lo necesario, huye de esa violencia y empieza otra vida, habla con tus hijos y ellos elegirán con quien quieren estar, es hora de escapes de ese animal agresivo, porque de hombre no tiene nada si no lo haces acabaras con tu vida, o solo vivirás, llena de angustia rencor y odio.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com.

La codependencia económica, emocional, miedo, tristeza y no tener un lugar a dónde ir, hace que las mujeres se queden atrapadas en las humillaciones, vejaciones, viviendo su propio infierno, junto a un hombre al que ya no quieren, que solo sienten miedo, desprecio y rencor, solo ver el anochecer y amanecer sin ningún motivo para vivir, o solo esperando la muerte.

El desamor, tristeza, infidelidad y la violencia en el hogar hace que la familia quede separada, la mayoría de las mujeres primero son madres antes que ser mujer, están ahí por sus hijos, se mantienen ancladas en una agonía que muchas veces causan más daño, que separándose del padre de sus hijos. Tal vez sea repetitivo o parezca que este tema está de moda, no es así. Hoy con la tecnología la información fluye en cuestión de segundos y algo importante las mujeres, salen gritar la violencia que padecen, y se llenan de fuerzas para denuncian a su agresor, y la palabra empoderamiento se escucha en todos lados, pero aún falta más trabajar en ello. Miles de mujeres todos los días viven gritos, empujones, humillaciones, insultos, golpes les quitan la comida, las corren de sus hogares, las amenazan con quitarles a sus hijos, aguantan y soportan todo, haciendo mutis total, salen a la calle fingiendo sonrisas, y muchas veces tapándose con maquillaje los golpes que le da el cobarde padre de sus hijos., te platico una historia que se da en muchos hogares.

Rosita 35 años, con dos hijos, y el patán de su marido fomenta la violencia y la alienación parental, todos los días escucha gritos de sus hijos y de él, al amanecer el hijo menor no se quiere levantar par a ir a la escuela, y cuando lo hace, ofende a la madre, mientras que el padre le aplaude, lejos de reprender o solicitar que haya respeto, al contrario, comenta que está bien, alimentado el coraje y odio del adolecente contra la madre, sabiendo que le causa daño a su propio hijo. Rosita no cuenta con un gasto seguro para la familia, ya que el padre de sus hijos controla todo, a qué hora se come, como se debe de comer, ella no puede comer una rebanada de jamón si se le antoja, porque el señor no lo permite, ella guisa la comida que el señor ordena, ya que deja lo que se utilizará para la comida de ese día, 4 tomates, seis piezas de pollo, un cuarto de arroz, todo está controlado.

Si Rosita gana un poco de dinero se lo quita, ella tiene que esconder unos cuantos pesos para poder comprarse sus toallas femeninas y para sus gastos personales, si le compra una golosina a sus hijos, lo hace a escondidas, en cuanto ve el señor que le compra alguna ropa o zapatos a sus hijos, inmediatamente el señor reclama, y hace todo lo posible para que Rosita gaste lo poco que gana, revisa, su ropa, celular, correo, y redes sociales, ella comenta que cuando escucha la puerta de que el señor ya llegó a su casa siente angustia.

Quiero decirte Rosita que tienes que irte de ese lugar, reúne tus documentos importantes y que los guarde alguna amiga, ahorra todo lo que puedas, has una maleta donde tengas lo necesario, ve desocupando tu closet, tira lo que ya no uses y ten preparado lo necesario, huye de esa violencia y empieza otra vida, habla con tus hijos y ellos elegirán con quien quieren estar, es hora de escapes de ese animal agresivo, porque de hombre no tiene nada si no lo haces acabaras con tu vida, o solo vivirás, llena de angustia rencor y odio.

Correo: lexfemme.12@hotmail.com.