/ jueves 8 de julio de 2021

Deuda e irresponsabilidad administrativa en Veracruz 

Luego de que el Gobierno de Veracruz fuera sentenciado a pagar una deuda por 800 millones de pesos a la empresa Soriana, el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, se refirió a la forma en que se condujeron los responsables de los recursos estatales.

Dijo que hubo negligencia por parte de ex funcionarios estales, que permitieron que los pasivos se dispararan, al dejar que se perdieran juicios con proveedores.

El funcionario del gobierno veracruzano adelantó que se buscarán acuerdos para cubrir en parcialidades los pagos a los proveedores que superen los 100 millones de pesos.

Lima Franco indicó que los casos en que se presume irresponsabilidad de ex funcionarios, al dejar perder juicios contra el gobierno, serán turnados a la Contraloría General del Estado, para que se proceda a interponer las denuncias correspondientes ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

Lo cierto es que los pasivos del Gobierno de Veracruz se han disparado desde hace más de una década.

Hoy, el gobierno estatal adeuda a los proveedores que se agruparon en la asociación Empresas SOS; a grandes empresarios, como los de Soriana por ejemplo; al Sistema de Administración Tributaria; a bancos y a una larga, larga lista de acreedores.

En mayo pasado, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que la deuda pública de la entidad se ubica en 52 mil millones de pesos.

Es Veracruz uno de los estados con mayor nivel de endeudamiento, de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Tanto, que la deuda per cápita es de 6 mil 500 pesos, tomando en cuenta que la entidad tiene una población de 8 millones de habitantes.

Quienes han dado seguimiento a los gobiernos veracruzanos de la época contemporánea recuerdan con cierta nostalgia la disciplina financiera durante la administración de Acosta Lagunes. Posteriormente, ni Gutiérrez Barrinos, ni Dante Delgado heredaron pasivos a sus sucesores.

El ex gobernador Patricio Chirinos no sólo no dejó deuda, sino que heredó dinero en caja.

Seis años después, Miguel Alemán pidió un préstamo bancario por 3 mil 500 millones de pesos para los gastos del final del sexenio. En ese año, 2004, inició una etapa de irresponsabilidad administrativa, que llevó a la entidad a tener sus peores números en cuanto a pasivos.

La deuda de Veracruz no ha dejado de crecer: con Fidel Herrera Beltrán, la deuda de la entidad superó los 20 mil millones de pesos.

Pensábamos entonces que Veracruz había caído en su peor etapa en cuanto a la deuda pública, pero estábamos equivocados, llegó Javier Duarte al gobierno y la deuda no dejó de crecer. Fue un crédito tras otro, hasta llegar a niveles exorbitantes.

De préstamo en préstamo, el gobierno veracruzano ya supe los 50 mil millones de pesos de deuda pública y no se ve cómo pueda salir de ese círculo vicioso.

Es el saldo de la irresponsabilidad administrativa y del saqueo; es consecuencia, también, del paso de funcionarios que, como dijo Lima Franco, permitieron que el gobierno estatal perdiera prácticamente todos los juicios iniciados en su contra por proveedores, contratistas y acreedores.

Ojalá se investigue a los ex funcionarios que tuvieron bajo su responsabilidad la defensa de los intereses de la administración estatal; esperemos que de verdad se proceda y no quede todo en una declaración mediática del titular de Sefiplan.

@luisromero85

Luego de que el Gobierno de Veracruz fuera sentenciado a pagar una deuda por 800 millones de pesos a la empresa Soriana, el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, se refirió a la forma en que se condujeron los responsables de los recursos estatales.

Dijo que hubo negligencia por parte de ex funcionarios estales, que permitieron que los pasivos se dispararan, al dejar que se perdieran juicios con proveedores.

El funcionario del gobierno veracruzano adelantó que se buscarán acuerdos para cubrir en parcialidades los pagos a los proveedores que superen los 100 millones de pesos.

Lima Franco indicó que los casos en que se presume irresponsabilidad de ex funcionarios, al dejar perder juicios contra el gobierno, serán turnados a la Contraloría General del Estado, para que se proceda a interponer las denuncias correspondientes ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

Lo cierto es que los pasivos del Gobierno de Veracruz se han disparado desde hace más de una década.

Hoy, el gobierno estatal adeuda a los proveedores que se agruparon en la asociación Empresas SOS; a grandes empresarios, como los de Soriana por ejemplo; al Sistema de Administración Tributaria; a bancos y a una larga, larga lista de acreedores.

En mayo pasado, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que la deuda pública de la entidad se ubica en 52 mil millones de pesos.

Es Veracruz uno de los estados con mayor nivel de endeudamiento, de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Tanto, que la deuda per cápita es de 6 mil 500 pesos, tomando en cuenta que la entidad tiene una población de 8 millones de habitantes.

Quienes han dado seguimiento a los gobiernos veracruzanos de la época contemporánea recuerdan con cierta nostalgia la disciplina financiera durante la administración de Acosta Lagunes. Posteriormente, ni Gutiérrez Barrinos, ni Dante Delgado heredaron pasivos a sus sucesores.

El ex gobernador Patricio Chirinos no sólo no dejó deuda, sino que heredó dinero en caja.

Seis años después, Miguel Alemán pidió un préstamo bancario por 3 mil 500 millones de pesos para los gastos del final del sexenio. En ese año, 2004, inició una etapa de irresponsabilidad administrativa, que llevó a la entidad a tener sus peores números en cuanto a pasivos.

La deuda de Veracruz no ha dejado de crecer: con Fidel Herrera Beltrán, la deuda de la entidad superó los 20 mil millones de pesos.

Pensábamos entonces que Veracruz había caído en su peor etapa en cuanto a la deuda pública, pero estábamos equivocados, llegó Javier Duarte al gobierno y la deuda no dejó de crecer. Fue un crédito tras otro, hasta llegar a niveles exorbitantes.

De préstamo en préstamo, el gobierno veracruzano ya supe los 50 mil millones de pesos de deuda pública y no se ve cómo pueda salir de ese círculo vicioso.

Es el saldo de la irresponsabilidad administrativa y del saqueo; es consecuencia, también, del paso de funcionarios que, como dijo Lima Franco, permitieron que el gobierno estatal perdiera prácticamente todos los juicios iniciados en su contra por proveedores, contratistas y acreedores.

Ojalá se investigue a los ex funcionarios que tuvieron bajo su responsabilidad la defensa de los intereses de la administración estatal; esperemos que de verdad se proceda y no quede todo en una declaración mediática del titular de Sefiplan.

@luisromero85