A propósito del Día Internacional de la Mujer, vale la pena retomar algunos datos sobre la situación que enfrenta este grupo, que equivale a más de la mitad de la población de nuestro país.
En su estudio “Pobreza y género en México: hacia un sistema de indicadores”, el Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, revela que en tres de cada diez hogares de nuestro país una mujer es la principal perceptora de ingresos.
Indica dicho trabajo que “aunque persisten condiciones de desigualdad de género en el mundo del trabajo remunerado, el estudio muestra que una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral se asocia con menores niveles de pobreza, sobre todo en edades productivas”.
De igual manera, el Coneval establece que “el volumen de mujeres ocupadas que no reciben pago por su labor es abrumadoramente superior al de los hombres en la misma situación, particularmente entre población en edades avanzadas”.
En Veracruz, de acuerdo con cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Inegi, 45.5% de los espacios laborales son ocupados por mujeres, lo cual nos habla de un avance importante en esa materia.
Son datos útiles para entender la importancia de las mujeres en el sector laboral.
La pobreza y la marginación son fenómenos que no distinguen género; mujeres y hombres por igual enfrentan esos problemas, que afectan a más del 43% de la población en nuestro país.
En Veracruz, el porcentaje de pobladores en condición de pobreza supera los 62 puntos. Más de 5 millones padecen carencias; y más de un millón 300 mil sufre pobreza extrema.
Por ello son importantes los programas de apoyo a la población empobrecida en un país y en un estado donde no se han generado las condiciones necesarias para el pleno desarrollo de las personas.
El pasado 20 de enero, el gobernador del estado anunció la implementación inmediata del programa “Veracruz comienza con las mujeres”, con un padrón de 150 mil beneficiarias, que recibirán apoyo monetario y diferentes tipos de ayuda.
De igual forma, el jefe del Ejecutivo veracruzano informó que 60 mil mujeres veracruzanas mayores de 60 años y que se encuentran en condición de abandono, también serían incorporadas.
Esas mujeres incorporadas a los padrones estatales de beneficiarios se suman a los 600 habitantes del estado que reciben ayuda de programa “Veracruz comienza contigo”.
El gobierno estatal, por supuesto, no es el único en implementar un programa asistencial enfocado a las mujeres: la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, que en Veracruz tiene como delegada a Anilú Ingram Vallines, opera el programa Seguro de Vida para Jefas de Familia con más de 578 mil beneficiarias, madres solteras.
Ese programa, el de apoyo a jefas de familia, no es el único que opera la Sedesol federal en Veracruz, dependencia que para este 2018 proyecta una inversión histórica, 19 mil 240 millones de pesos.
Esos millonarios recursos han servido para que la entidad se ubique en el primer lugar nacional entre los estados que más redujeron el porcentaje de su población vulnerable por carencias sociales, al pasar en el último lustro de 23.6 a 19.9%.
Por si fuera poco, es la tercera que más bajó el número de personas con carencia por acceso a la alimentación, con 441 mil.
Se trata de números importantes, pero a la vez reveladores de una realidad de rezago y pobreza que se registra en Veracruz y en todo el país, porque no tendrían que destinarse tantos recursos a las políticas asistenciales si se generaran fuentes de empleos bien pagados.
@luisromero85
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