/ lunes 14 de mayo de 2018

Diálogos del médico con diabéticos

Médico: Don Rashid, tiene usted 50 años y 18 de diabético y no se ha preocupado por vigilar su enfermedad, dice que ha sido porque no se sentía mal, nada le dolía y su rendimiento físico no ha declinado. Pero la diabetes se ha afanado en deteriorar en silencio su organismo, es asintomática durante muchos años, aunque su glucosa sea “algo alta”, de 180 mg %, como me ha dicho, pero esto es indicativo de descontrol, esa glucosa alta no es la diabetes, sino un signo de daño morboso, implacable a nivel de todos sus órganos.

La diabetes es enfermedad del endotelio, por ello todas las arterias y venas están enfermas, es enfermedad sistémica. A pesar de este panorama su control depende mucho de disciplina y conocimiento a fondo de esta enfermedad, compañera para toda su vida.

Don Rashid: Nunca me han explicado otra cosa como derechohabiente, sólo me indican que debo llevar dieta, tomar medicamentos, no pasarme de peso y ya. Nadie me ha hablado de la enfermedad y su complejidad, a fondo no la conozco.

Otro día cualquiera:

Médico: Don Irán, su diabetes de 20 años de evolución no le causa molestias, pero su glucosa es de 195 mg %, su presión arterial es alta, se hincha por retención de líquidos, ya es candidato a diálisis, sus riñones trabajan al 15% de la capacidad normal.

Don Irán: ¡No es posible, si no me siento mal!, tomo pastillas, “la dieta aí la llevo”, soy derechohabiente desde hace 25 años, cumplo lo que me indican.

Médico: Se siente bien, pero no es suficiente, su alimentación la lleva más o menos, su presión no es normal, toma sus pastillas, pero no recibe orientación médica regularmente. Su deterioro renal es notable. Debe sentir molestias, ¿nota algo raro en su orina?

Don Irán: No puedo creerlo, me hincho un poco de las piernas, mi presión arterial siempre es 150/90, no tengo molestias ni dolores preocupantes, me siento bien, mi orina sólo es espumosa.

Médico: Don Irán, es bueno que no sienta molestias, pero su presión no es normal, la hinchazón y la espuma en la orina son en parte por presencia de proteínas y se debe al daño renal, la diabetes ha causado deterioro avanzado en su organismo.

Diálogos similares son cotidianos en el consultorio, los diabéticos por mucho tiempo que tengan con la enfermedad, la desconocen.

Nuestra cultura popular imprime el concepto de “si nada me duele, nada me pasa”, nadie los saca de esta errónea apreciación, aunado a la carencia de educación en salud.

Es necesario que las autoridades de salud establezcan “Centros de educación en salud” gratuitos para instruir a la población sobre causas, magnitud de daño orgánico progresivo, incapacidad y altas tasas de mortalidad que causan los padecimientos crónico-degenerativos, desconocidos por quienes las padecen y abatir el brutal impacto en la salud y economía de nuestro país.

Es una medida factible, pero en nuestro país la medicina preventiva no es impartida con eficacia en la comunidad por los servicios de salud.


hsilva_mendoza@hotmail.com

Médico: Don Rashid, tiene usted 50 años y 18 de diabético y no se ha preocupado por vigilar su enfermedad, dice que ha sido porque no se sentía mal, nada le dolía y su rendimiento físico no ha declinado. Pero la diabetes se ha afanado en deteriorar en silencio su organismo, es asintomática durante muchos años, aunque su glucosa sea “algo alta”, de 180 mg %, como me ha dicho, pero esto es indicativo de descontrol, esa glucosa alta no es la diabetes, sino un signo de daño morboso, implacable a nivel de todos sus órganos.

La diabetes es enfermedad del endotelio, por ello todas las arterias y venas están enfermas, es enfermedad sistémica. A pesar de este panorama su control depende mucho de disciplina y conocimiento a fondo de esta enfermedad, compañera para toda su vida.

Don Rashid: Nunca me han explicado otra cosa como derechohabiente, sólo me indican que debo llevar dieta, tomar medicamentos, no pasarme de peso y ya. Nadie me ha hablado de la enfermedad y su complejidad, a fondo no la conozco.

Otro día cualquiera:

Médico: Don Irán, su diabetes de 20 años de evolución no le causa molestias, pero su glucosa es de 195 mg %, su presión arterial es alta, se hincha por retención de líquidos, ya es candidato a diálisis, sus riñones trabajan al 15% de la capacidad normal.

Don Irán: ¡No es posible, si no me siento mal!, tomo pastillas, “la dieta aí la llevo”, soy derechohabiente desde hace 25 años, cumplo lo que me indican.

Médico: Se siente bien, pero no es suficiente, su alimentación la lleva más o menos, su presión no es normal, toma sus pastillas, pero no recibe orientación médica regularmente. Su deterioro renal es notable. Debe sentir molestias, ¿nota algo raro en su orina?

Don Irán: No puedo creerlo, me hincho un poco de las piernas, mi presión arterial siempre es 150/90, no tengo molestias ni dolores preocupantes, me siento bien, mi orina sólo es espumosa.

Médico: Don Irán, es bueno que no sienta molestias, pero su presión no es normal, la hinchazón y la espuma en la orina son en parte por presencia de proteínas y se debe al daño renal, la diabetes ha causado deterioro avanzado en su organismo.

Diálogos similares son cotidianos en el consultorio, los diabéticos por mucho tiempo que tengan con la enfermedad, la desconocen.

Nuestra cultura popular imprime el concepto de “si nada me duele, nada me pasa”, nadie los saca de esta errónea apreciación, aunado a la carencia de educación en salud.

Es necesario que las autoridades de salud establezcan “Centros de educación en salud” gratuitos para instruir a la población sobre causas, magnitud de daño orgánico progresivo, incapacidad y altas tasas de mortalidad que causan los padecimientos crónico-degenerativos, desconocidos por quienes las padecen y abatir el brutal impacto en la salud y economía de nuestro país.

Es una medida factible, pero en nuestro país la medicina preventiva no es impartida con eficacia en la comunidad por los servicios de salud.


hsilva_mendoza@hotmail.com