/ jueves 15 de noviembre de 2018

Diezmado PRD sigue a la baja; aun así se apuntan varios para dirigirlo

Comentan perredistas que lo que al PRI le costó 86 años el PRD lo hizo en tan sólo dos años, es decir, perder la preferencia del electorado prácticamente a nivel cero.

Claro que es exagerada esta apreciación, porque el derrumbe del Partido del Sol Azteca no empezó cuando se alió con el PAN en 2016. Su unión con el albiazul la vio más bien como una tabla de salvación ante la caída libre que ya traía.

Lo que han criticado los grupos contrarios a Rogelio Franco y al dirigente estatal Jesús Alberto Velázquez Flores es que quienes se aliaron con la alianza azul de los Yunes no beneficiaron a su partido.

El beneficio de esa unión fue para algunos familiares y amigos de Franco y de Velázquez, lo cual se hizo evidente en la última elección.

El PRD no ganó nada el 1 de julio pasado. En el Congreso local apenas alcanzó una diputación y por la vía plurinominal, curul que ocupa Florencia Martínez Rivera.

De acuerdo con los últimos reportes, el Partido del Sol Azteca perdió tres veces más de lo que tenía. Pasó de un 12% a un 4%. El último senador de ese partido fue Arturo Hérviz, hoy alcalde de su tierra, Ángel R. Cabada.

Como se recordará, en la elección del 2016 el PRD obtuvo cinco diputados locales, mientras que en la de julio pasado bajó a uno.

Otro dato es que luego de haber obtenido casi 300 mil votos en la elección de hace dos años, en ésta apenas llegó a 160 mil.

Hoy ese partido padece el dilema de reagruparse en serio o desaparecer, como ya han comentado desde la Ciudad de México.

Hay quienes apuestan por el cambio de nombre, de siglas y de colores. El asunto es que si siguen los mismos que lo han dirigido no tendrá mucho futuro, pues las diferencias entre las tribus están entre las causas de la crisis que hoy enfrenta.

Quienes han estado al frente de la dirigencia han visto por los intereses de su grupo y por los personales.

Pues con todo el desgaste, el descrédito y la crisis interna hay prospectos que son mencionados para relevar a Velázquez Flores, a quien están queriendo quitar de la dirigencia desde el año pasado.

Uno es el que parece convertido en el eterno aspirante, el subsecretario de la SEV Jorge Flores, quien desde hace tiempo se ha dicho listo para encabezar a los perredistas. Su principal impulsor ha sido el todavía secretario de Gobierno, Rogelio Franco.

Otro nombre que se maneja es el del pariente de Franco, Martín Balfrén Castán, así como el excluido de las plurinominales de la actual Legislatura local Sergio Cadena; se dice que ésta sería su compensación por haberse disciplinado.

La exdiputada local y excandidata al Senado Yazmín Copete también aparece en la lista, así como Noreya Portilla Gumercindo. El otro nombre es el de José Luis Amaya.

Poco o muy poco tendrá por delante el PRD para resurgir y reposicionarse entre el electorado veracruzano. Es más, ni siquiera se le ven posibilidades de aparecer en el próximo proceso electoral, a menos que sea para repetir el papel de julio pasado.

Aunque quién sabe. Tal vez le vaya peor.

Por lo pronto, ese partido se prepara para celebrar este fin de semana (sábado y domingo) su Congreso Nacional en el que tratarán, precisamente, el relevo de sus dirigentes.


Y hablando de la Legislatura local, otro que estaría por ampliar su radio de acción es el diputado Amado Cruz Malpica, quien luego de haber doblado las manos para ceder la coordinación de la bancada de Morena en el Congreso, es mencionado para ocupar la dirigencia estatal de ese partido en sustitución de Manuel Huerta, futuro delegado general del gobierno federal en el estado.

Cruz había formado su minibancada de ocho diputados buscando hacer presión para que lo designaran coordinador de su grupo legislativo y como no logró ese objetivo estaría por recibir como premio de consolación la dirigencia morenista.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.


Comentan perredistas que lo que al PRI le costó 86 años el PRD lo hizo en tan sólo dos años, es decir, perder la preferencia del electorado prácticamente a nivel cero.

Claro que es exagerada esta apreciación, porque el derrumbe del Partido del Sol Azteca no empezó cuando se alió con el PAN en 2016. Su unión con el albiazul la vio más bien como una tabla de salvación ante la caída libre que ya traía.

Lo que han criticado los grupos contrarios a Rogelio Franco y al dirigente estatal Jesús Alberto Velázquez Flores es que quienes se aliaron con la alianza azul de los Yunes no beneficiaron a su partido.

El beneficio de esa unión fue para algunos familiares y amigos de Franco y de Velázquez, lo cual se hizo evidente en la última elección.

El PRD no ganó nada el 1 de julio pasado. En el Congreso local apenas alcanzó una diputación y por la vía plurinominal, curul que ocupa Florencia Martínez Rivera.

De acuerdo con los últimos reportes, el Partido del Sol Azteca perdió tres veces más de lo que tenía. Pasó de un 12% a un 4%. El último senador de ese partido fue Arturo Hérviz, hoy alcalde de su tierra, Ángel R. Cabada.

Como se recordará, en la elección del 2016 el PRD obtuvo cinco diputados locales, mientras que en la de julio pasado bajó a uno.

Otro dato es que luego de haber obtenido casi 300 mil votos en la elección de hace dos años, en ésta apenas llegó a 160 mil.

Hoy ese partido padece el dilema de reagruparse en serio o desaparecer, como ya han comentado desde la Ciudad de México.

Hay quienes apuestan por el cambio de nombre, de siglas y de colores. El asunto es que si siguen los mismos que lo han dirigido no tendrá mucho futuro, pues las diferencias entre las tribus están entre las causas de la crisis que hoy enfrenta.

Quienes han estado al frente de la dirigencia han visto por los intereses de su grupo y por los personales.

Pues con todo el desgaste, el descrédito y la crisis interna hay prospectos que son mencionados para relevar a Velázquez Flores, a quien están queriendo quitar de la dirigencia desde el año pasado.

Uno es el que parece convertido en el eterno aspirante, el subsecretario de la SEV Jorge Flores, quien desde hace tiempo se ha dicho listo para encabezar a los perredistas. Su principal impulsor ha sido el todavía secretario de Gobierno, Rogelio Franco.

Otro nombre que se maneja es el del pariente de Franco, Martín Balfrén Castán, así como el excluido de las plurinominales de la actual Legislatura local Sergio Cadena; se dice que ésta sería su compensación por haberse disciplinado.

La exdiputada local y excandidata al Senado Yazmín Copete también aparece en la lista, así como Noreya Portilla Gumercindo. El otro nombre es el de José Luis Amaya.

Poco o muy poco tendrá por delante el PRD para resurgir y reposicionarse entre el electorado veracruzano. Es más, ni siquiera se le ven posibilidades de aparecer en el próximo proceso electoral, a menos que sea para repetir el papel de julio pasado.

Aunque quién sabe. Tal vez le vaya peor.

Por lo pronto, ese partido se prepara para celebrar este fin de semana (sábado y domingo) su Congreso Nacional en el que tratarán, precisamente, el relevo de sus dirigentes.


Y hablando de la Legislatura local, otro que estaría por ampliar su radio de acción es el diputado Amado Cruz Malpica, quien luego de haber doblado las manos para ceder la coordinación de la bancada de Morena en el Congreso, es mencionado para ocupar la dirigencia estatal de ese partido en sustitución de Manuel Huerta, futuro delegado general del gobierno federal en el estado.

Cruz había formado su minibancada de ocho diputados buscando hacer presión para que lo designaran coordinador de su grupo legislativo y como no logró ese objetivo estaría por recibir como premio de consolación la dirigencia morenista.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.