/ miércoles 7 de octubre de 2020

Diputado se confiesa

El diputado local de Morena, Magdaleno Rosales Torres, se ha confesado… en público.

Por ejemplo, reconoció que tiene a un hijo que apenas terminó la primaria en la nómina de la LXV Legislatura con un sueldo de quince mil pesos mensuales.

Y que, bueno, tiene al hijo en la nómina porque en su pueblo, Medellín, hace tarea social. ¡Vaya ingenuidad!, anunció que lo daría de baja para que sus compañeros legisladores de Morena y partidos anexos y conexos también den de baja a sus familiares en la nómina. Su declaración mediática significó un calambre a sus colegas diputados de Morena, sobre todo.

Un calambre porque en ningún momento aportó nombres y datos concretos, específicos y macizos. Pero…

Pero cuando menos, digamos, “se curó en salud” revelando que igual que él, otros más están cometiendo el mismo pecado mortal tan rechazado, vilipendiado y odiado por AMLO.

No al nepotismo ha dicho el presidente. No al tráfico de influencias. No al conflicto de intereses. No familiares en la nómina. No “aviadores”.

La filosofía política, moral y social de AMLO hecha añicos en Veracruz. El caso de Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y Planeación, primo del góber machetero, el más desfachatado.

El diputado Maleno cree en los Reyes Magos. Dijo, por ejemplo, que daría de baja a su hijo para que sus colegas también. ¡Vaya edad de la inocencia! Ninguno lo hará.

Por lo pronto, el estercolero. Los Morenos son, pues, igualitos que los panistas, los priistas y los perredistas cuando han estado en el poder.

El diputado se apresuró. Desde el mes de diciembre del año 2018 cuando el góber machetero ascendiera al poder el nepotismo se multiplicó en el gabinete legal y ampliado.

Por ejemplo, varios secretarios fueron exhibidos con la familia y los amigos y aliados y socios, cómplices, en la nómina. Y sin embargo, nada trascendió. Incluso, la primera Contralora, Leslie Garibo, recibió la orden superior de avalar el tráfico de influencias y lo que cumpliera “al pie de la letra” y luego, caray, fuera despedida.

Una vez más queda comprobado que los políticos suelen tener la piel muy frágil. Por aquí y desde alguna infidencia, los huesos de Maleno fueron lanzados a los perros del palenque político, se desmoronó y anunció, ajá, la baja de su hijo de la nómina.

Se ignora si el hijo ya tendría unos veinte meses, más o menos, de estar percibiendo el salario legislativo. Pero, bueno, faltó entereza al padre, pues el nepotismo alcanzó elevado decibel con Porfirio Díaz Mori cuando ordenara al gabinete otorgar obra pública por dedazo a su hijo Porfirito y cuando Benito Juárez nombrara en cargos públicos a sus tres yernos y cuando Francisco Ignacio Madero impusiera a su hermano Gustavo como diputado federal y poderoso Ministro sin Cartera. En la defensa de los hijos, ni un paso atrás.

Así lo confirma el relato bíblico cuando describe que los jefes tribales, y con la bendición de Dios, heredaban el cargo a los hijos y por todo el resto de sus vidas.

Maleno, sin embargo, mostró flaqueza. Por eso, desde aquí se había propuesto para la medalla Adolfo Ruiz Cortines de este año otorgada por la Legislatura como el Mejor Padre de Veracruz. Pero, bueno, lo sentimos mucho y damos marcha atrás.

El diputado local de Morena, Magdaleno Rosales Torres, se ha confesado… en público.

Por ejemplo, reconoció que tiene a un hijo que apenas terminó la primaria en la nómina de la LXV Legislatura con un sueldo de quince mil pesos mensuales.

Y que, bueno, tiene al hijo en la nómina porque en su pueblo, Medellín, hace tarea social. ¡Vaya ingenuidad!, anunció que lo daría de baja para que sus compañeros legisladores de Morena y partidos anexos y conexos también den de baja a sus familiares en la nómina. Su declaración mediática significó un calambre a sus colegas diputados de Morena, sobre todo.

Un calambre porque en ningún momento aportó nombres y datos concretos, específicos y macizos. Pero…

Pero cuando menos, digamos, “se curó en salud” revelando que igual que él, otros más están cometiendo el mismo pecado mortal tan rechazado, vilipendiado y odiado por AMLO.

No al nepotismo ha dicho el presidente. No al tráfico de influencias. No al conflicto de intereses. No familiares en la nómina. No “aviadores”.

La filosofía política, moral y social de AMLO hecha añicos en Veracruz. El caso de Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y Planeación, primo del góber machetero, el más desfachatado.

El diputado Maleno cree en los Reyes Magos. Dijo, por ejemplo, que daría de baja a su hijo para que sus colegas también. ¡Vaya edad de la inocencia! Ninguno lo hará.

Por lo pronto, el estercolero. Los Morenos son, pues, igualitos que los panistas, los priistas y los perredistas cuando han estado en el poder.

El diputado se apresuró. Desde el mes de diciembre del año 2018 cuando el góber machetero ascendiera al poder el nepotismo se multiplicó en el gabinete legal y ampliado.

Por ejemplo, varios secretarios fueron exhibidos con la familia y los amigos y aliados y socios, cómplices, en la nómina. Y sin embargo, nada trascendió. Incluso, la primera Contralora, Leslie Garibo, recibió la orden superior de avalar el tráfico de influencias y lo que cumpliera “al pie de la letra” y luego, caray, fuera despedida.

Una vez más queda comprobado que los políticos suelen tener la piel muy frágil. Por aquí y desde alguna infidencia, los huesos de Maleno fueron lanzados a los perros del palenque político, se desmoronó y anunció, ajá, la baja de su hijo de la nómina.

Se ignora si el hijo ya tendría unos veinte meses, más o menos, de estar percibiendo el salario legislativo. Pero, bueno, faltó entereza al padre, pues el nepotismo alcanzó elevado decibel con Porfirio Díaz Mori cuando ordenara al gabinete otorgar obra pública por dedazo a su hijo Porfirito y cuando Benito Juárez nombrara en cargos públicos a sus tres yernos y cuando Francisco Ignacio Madero impusiera a su hermano Gustavo como diputado federal y poderoso Ministro sin Cartera. En la defensa de los hijos, ni un paso atrás.

Así lo confirma el relato bíblico cuando describe que los jefes tribales, y con la bendición de Dios, heredaban el cargo a los hijos y por todo el resto de sus vidas.

Maleno, sin embargo, mostró flaqueza. Por eso, desde aquí se había propuesto para la medalla Adolfo Ruiz Cortines de este año otorgada por la Legislatura como el Mejor Padre de Veracruz. Pero, bueno, lo sentimos mucho y damos marcha atrás.

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