SI JEFE, PERO NO JEFE… A diferencia del gobierno federal que está ajustando su plantilla laboral, al amparo de la estrategia de austeridad gubernamental emprendida por el mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en el estado de Veracruz, por el contrario, el ente estatal se ha convertido en una agencia de colocaciones para el cumplimiento de compromisos.
Desde su primer día como presidente electo de este país, López Obrador anunció que reduciría en 70 por ciento el número de plazas de confianza en el gobierno federal y así lo está haciendo.
Sabemos ahora a raíz de la inesperada renuncia de la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, que tan solo en esa dependencia habían despedido en casi seis meses de la actual administración federal, a 16 mil empleados de confianza al servicio de las distintas dependencias de Semarnat.
Esos 16 mil, son solo parte de los 200 mil empleados de confianza al servicio del gobierno federal, que representan el 70 por ciento de los que laboran en 319 dependencias federales, por lo cual aún faltan muchos más recortes de personal tomando en cuenta que el total, al inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, era de 317 mil trabajadores no basificados.
Este recorte de personal de confianza también se está dando en algunas delegaciones del gobierno federal en el estado de Veracruz, pero no en todas, en cifras que se han mantenido en secreto y solo conoce el llamado “superdelegado” Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien no ha querido soltar prenda al respecto.
Pero volviendo al tema inicial, estos ajustes al amparo de la estrategia de austeridad gubernamental emprendida por el mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, no se ven reflejadas en el ámbito del gobierno del estado, que preside el también morenista Cuitláhuac García Jiménez, lo cual ya advirtió recientemente la organización “México ¿cómo vamos?”, al colocar en color rojo del semáforo estatal, la ocupación del gobierno en el primer trimestre de este año, con respecto al del año 2018, cuando gobernaba por cierto, el panperredista Miguel Ángel Yunes Linares.
Para la organización “México ¿cómo vamos?”, el estado de Veracruz en cuanto a empleados al servicio del gobierno del estado, pasó de 3.6 por ciento en el primer trimestre de 2018, a cuatro por ciento en los meses de enero a marzo de 2019, por el notable incremento de personas que laboran en la actual administración estatal.
Al revisar en el presupuesto de egresos para el estado de Veracruz en este 2019, nos encontramos con que el número de plazas autorizadas para el sector público centralizado, que integran 17 dependencias entre secretarías de despacho, coordinación de Comunicación Social, la oficina del Programa de Gobierno y la Contraloría estatal, suman más de 21 mil, sin contar las más de 69 mil 500 que corresponden al magisterio estatal.
De esas 21 mil plazas- exceptuando las del magisterio- más de seis mil 600 son de contrato o eventuales, en su mayoría al servicio de las secretarías de Seguridad Pública y la de Finanzas y nada de planeación.
Preguntamos por aquí y por allá, sin que alguien nos confirmara que hubiera ajustes de plazas en esas 17 dependencias que integran el llamado sector público centralizado, sin embargo y, por el contrario, nos hablaron de familias completas que laboran en distintas secretarías de despacho, lo cual como dijera Nana Goya, esa es otra historia que contaremos posteriormente.
Por todo lo anterior viene al caso preguntar ¿cómo para cuando se estará aplicando en Veracruz la estrategia de austeridad gubernamental emprendida por el mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador?
Que conste, es pregunta.
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