/ miércoles 4 de agosto de 2021

¿Dónde está la autoridad?

Buen día, apreciado lector. Como es sabido, el arribo de Morena al poder público en México desató toda clase de expectativas en torno a un desarrollo futuro más equilibrado. Sin embargo, a la mitad del camino y en asuntos que más nos duelen como el empleo, la seguridad y la justicia todavía no vemos claro; cuando menos en la voluntad grupal de sus gobernantes para avanzar.

Y ni modo que eso nos alegre como ciudadanos ajenos al partido en el poder, cuando –más aún– muchos padecemos las consecuencias de esa inefectividad oficial, sí, desde luego culpa de gobiernos pasados, pero también falta de decisión para actuar. Para que se vea el interés de servir y de cambiar.

Aquella apabullante manifestación de respaldo popular y el discurso por la noche con el que celebraron la victoria en el Zócalo causó gran impacto y sentimientos encontrados en la mente popular. Ya veíamos tras las rejas a Peña Nieto y demás supuestos protagonistas de la corrupción y la delincuencia. Y no pasó nada.

Este pasado domingo llegó la esperada consulta para enjuiciar a los ex y tampoco nada claro, más bien el reflejo de cierta desilusión popular.

La cruel realidad nos ha puesto claro que no es tan fácil procesar a los aprovechados de los gobiernos federales, estatales y municipales que a lo largo de la historia han abusado de las mieles del poder y de la noche a la mañana amanecieron dueños de grandes mansiones, carrazos, yates y abultadas cuentas bancarias. Todos conocemos a algunos de esos. Y ahí andan.

Además, con la prisa de parar a los atracadores, al momento de votar nadie se puso a pensar en la capacidad de los propuestos y pues llegaron a los cargos personas honestas como lo ha dicho el presidente López, no se duda, pero sin la experiencia para gobernar. Y por lo mismo no se ven.

Aquí en la aldea al Poder Legislativo se le han enredado escandalosamente las leyes, se las rechazaron y no pasó nada; al Judicial lo infiltró otro inexperto, lo confundió, lo dividió y lo exhibió y se acabó el presupuesto: incluso convive con un muy cuestionado expresidente de la judicatura que le hizo mucho daño y a muchísimos trabajadores y sus familias y aún no se le llama a cuentas; hay rezago criminal en la aplicación de la ley y los magistrados federales no se dan abasto ni tiempo de apurar la justicia. Eso no se vale. Y el pueblo sufre violencia imparable, igual como con los anteriores gobiernos.

¿Dónde está la autoridad? ¿Dónde la justicia, Señor? Qué bueno fuera que los gobernantes escucharan consejos.

Tenga paz y armonía en su hogar. Cuide el agua y las plantas.

mail: gustavocadenamathey@gmail.com

gustavocadenamathey@gmail.com

Buen día, apreciado lector. Como es sabido, el arribo de Morena al poder público en México desató toda clase de expectativas en torno a un desarrollo futuro más equilibrado. Sin embargo, a la mitad del camino y en asuntos que más nos duelen como el empleo, la seguridad y la justicia todavía no vemos claro; cuando menos en la voluntad grupal de sus gobernantes para avanzar.

Y ni modo que eso nos alegre como ciudadanos ajenos al partido en el poder, cuando –más aún– muchos padecemos las consecuencias de esa inefectividad oficial, sí, desde luego culpa de gobiernos pasados, pero también falta de decisión para actuar. Para que se vea el interés de servir y de cambiar.

Aquella apabullante manifestación de respaldo popular y el discurso por la noche con el que celebraron la victoria en el Zócalo causó gran impacto y sentimientos encontrados en la mente popular. Ya veíamos tras las rejas a Peña Nieto y demás supuestos protagonistas de la corrupción y la delincuencia. Y no pasó nada.

Este pasado domingo llegó la esperada consulta para enjuiciar a los ex y tampoco nada claro, más bien el reflejo de cierta desilusión popular.

La cruel realidad nos ha puesto claro que no es tan fácil procesar a los aprovechados de los gobiernos federales, estatales y municipales que a lo largo de la historia han abusado de las mieles del poder y de la noche a la mañana amanecieron dueños de grandes mansiones, carrazos, yates y abultadas cuentas bancarias. Todos conocemos a algunos de esos. Y ahí andan.

Además, con la prisa de parar a los atracadores, al momento de votar nadie se puso a pensar en la capacidad de los propuestos y pues llegaron a los cargos personas honestas como lo ha dicho el presidente López, no se duda, pero sin la experiencia para gobernar. Y por lo mismo no se ven.

Aquí en la aldea al Poder Legislativo se le han enredado escandalosamente las leyes, se las rechazaron y no pasó nada; al Judicial lo infiltró otro inexperto, lo confundió, lo dividió y lo exhibió y se acabó el presupuesto: incluso convive con un muy cuestionado expresidente de la judicatura que le hizo mucho daño y a muchísimos trabajadores y sus familias y aún no se le llama a cuentas; hay rezago criminal en la aplicación de la ley y los magistrados federales no se dan abasto ni tiempo de apurar la justicia. Eso no se vale. Y el pueblo sufre violencia imparable, igual como con los anteriores gobiernos.

¿Dónde está la autoridad? ¿Dónde la justicia, Señor? Qué bueno fuera que los gobernantes escucharan consejos.

Tenga paz y armonía en su hogar. Cuide el agua y las plantas.

mail: gustavocadenamathey@gmail.com

gustavocadenamathey@gmail.com