/ viernes 20 de septiembre de 2019

Educación Pública, de regreso a los cacicazgos magisteriales

López Obrador, como “líder carismático” que es, gobierna con base en su personalidad y en segmentos sociales que creen que es infalible, pero resulta necesario que sin perder el piso atienda también a sus críticos (que no son pocos), y por el hartazgo de la rapiña burocrática de gobiernos pasados, fue el beneficiario del voto abrumador anti sistema que lo hizo triunfar.

Necesitamos que desde Palacio Nacional AMLO encuentre y promueva un nuevo rumbo para la nación, en el que no tendrán cabida los compromisos absurdos con la CNTE, sin consecuencias nefastas para la educación, los educandos, padres de familia y el propio gobierno. Otorgar bases a los maestros en mesas paritarias desde la Ciudad de México fortalecerá los cacicazgos de los lideres de la CNTE, en detrimento de la capacitación y superación magisterial.

La obligación del gobierno para entregar en las escuelas normales títulos acompañados de plazas y adscripciones suena muy bien, solo habría que recordarle, con el debido respeto, al presidente que los ingresos del gobierno no son infinitos y que el pago de contribuciones cada día asfixia más a los contribuyentes cautivos, que también somos pueblo y al conocer la abrogación por los diputados de Morena, de la reforma de Peña Nieto, AMLO ha quedado en libertad de moldear la educación pública a su estilo y conveniencia política.

López Obrador y su compromiso con quienes lo apoyaron para llegar al cargo, como la Sección 22 de Oaxaca y demás organizaciones gremiales de la CNTE, lograron al fin terminar con la efímera vigencia de la reforma educativa que Peña Nieto presentó al Congreso en diciembre de 2012, producto del fallido Pacto por México. Esperamos que Andrés Manuel no acabe con las esperanzas de todo México, por solo cumplirle a la CNTE.

Peña no pudo acabar con el monstruo de la corrupción educativa, pues tan pronto acabó su sexenio y la maestra Elba Esther Gordillo salió de la cárcel, obtuvo la devolución de los bienes y dinero requisados por la PGR y hasta creó su nuevo partido. Ahora el expresidente tendrá que elegir entre el “destierro o encierro”, si no desea seguir saliendo con ridículos disfraces para recorrer el mundo y disfrutar sus riquezas mal habidas.

Con López Obrador todo iba bien, hasta que dobló las manos con la CNTE, además de no disminuir siquiera la corrupción, la delincuencia y la impunidad, que constituyen los males endémicos de nuestro tiempo.




López Obrador, como “líder carismático” que es, gobierna con base en su personalidad y en segmentos sociales que creen que es infalible, pero resulta necesario que sin perder el piso atienda también a sus críticos (que no son pocos), y por el hartazgo de la rapiña burocrática de gobiernos pasados, fue el beneficiario del voto abrumador anti sistema que lo hizo triunfar.

Necesitamos que desde Palacio Nacional AMLO encuentre y promueva un nuevo rumbo para la nación, en el que no tendrán cabida los compromisos absurdos con la CNTE, sin consecuencias nefastas para la educación, los educandos, padres de familia y el propio gobierno. Otorgar bases a los maestros en mesas paritarias desde la Ciudad de México fortalecerá los cacicazgos de los lideres de la CNTE, en detrimento de la capacitación y superación magisterial.

La obligación del gobierno para entregar en las escuelas normales títulos acompañados de plazas y adscripciones suena muy bien, solo habría que recordarle, con el debido respeto, al presidente que los ingresos del gobierno no son infinitos y que el pago de contribuciones cada día asfixia más a los contribuyentes cautivos, que también somos pueblo y al conocer la abrogación por los diputados de Morena, de la reforma de Peña Nieto, AMLO ha quedado en libertad de moldear la educación pública a su estilo y conveniencia política.

López Obrador y su compromiso con quienes lo apoyaron para llegar al cargo, como la Sección 22 de Oaxaca y demás organizaciones gremiales de la CNTE, lograron al fin terminar con la efímera vigencia de la reforma educativa que Peña Nieto presentó al Congreso en diciembre de 2012, producto del fallido Pacto por México. Esperamos que Andrés Manuel no acabe con las esperanzas de todo México, por solo cumplirle a la CNTE.

Peña no pudo acabar con el monstruo de la corrupción educativa, pues tan pronto acabó su sexenio y la maestra Elba Esther Gordillo salió de la cárcel, obtuvo la devolución de los bienes y dinero requisados por la PGR y hasta creó su nuevo partido. Ahora el expresidente tendrá que elegir entre el “destierro o encierro”, si no desea seguir saliendo con ridículos disfraces para recorrer el mundo y disfrutar sus riquezas mal habidas.

Con López Obrador todo iba bien, hasta que dobló las manos con la CNTE, además de no disminuir siquiera la corrupción, la delincuencia y la impunidad, que constituyen los males endémicos de nuestro tiempo.