/ viernes 27 de marzo de 2020

Ejemplares acciones ciudadanas

Muchos negocios siguen abiertos en Veracruz, en el estado y el país mismo, apegándose a las recomendaciones de sana distancia e higiene extrema, para evitar el contagio comunitario del coronavirus que es la actual etapa en la que nos encontramos.


Por fortuna, la inmensa mayoría de los veracruzanos y mexicanos ya se habían anticipado a esas medidas que tardíamente dictó la autoridad sanitaria, materialmente obligada ante el temor de sanciones, incluida la destitución del cargo, por desobedecer una orden judicial dictada para tomar medidas de protección para salvaguardar la vida humana.

Hasta donde se observa, hay conciencia ciudadana para evitar los niveles de tragedia que han sufrido países como Italia y España, inclusive Estados Unidos. Es alentadora esa respuesta ciudadana, y aún más la responsabilidad con la que están actuando muchos, muchísimos empresarios, que en sus negocios cuentan con gel desinfectante para que los clientes se limpien sus manos, y muchos empleados utilizan los cubrebocas, aunque ya se sabe que no son necesarios para las personas sanas, sólo en los casos de estar infectados y, en esa circunstancia, lo que las personas deben hacer es recluirse o atenderse con profesionales médicos hasta recuperar su salud.

Un caso ejemplar, que deberían replicar todos los comerciantes, es lo que ya realizan algunos de ellos: contar con una bandeja con agua y cloro a la entrada de sus establecimientos y enseguida una jerga para que el visitante se desinfecte los zapatos antes de entrar y, además, con un vigilante que ofrece gel con alcohol para frotarse en las manos y mide con un aparato portátil la temperatura corporal de cada persona antes de pasar. En realidad es una medida que debe aplaudirse, porque en la medida en que todos participen en esta gran tarea de prevenir estará el menor de costos de vidas humanas que pueden presentarse con esta enfermedad que, por lo visto en la amarga experiencia de países europeos y del vecino del norte, no es una 'gripita' común como se quiso hacer creer, incluso, desestimar o alentar para que la gente salga a la calle y haga vida “normal” como insensata e inauditamente recomiendan empresarios como Ricardo Salinas Pliego, a quien parece no importarle la vida de las personas. No es un juego, es algo serio que debe generar el miedo que permite reaccionar correctamente a las personas, de estar alertas, no el otro miedo, el que paraliza. Por favor, tome todas precauciones si va a la calle o en su propia casa. Cuídese.

opedro2006@gmail.com

Muchos negocios siguen abiertos en Veracruz, en el estado y el país mismo, apegándose a las recomendaciones de sana distancia e higiene extrema, para evitar el contagio comunitario del coronavirus que es la actual etapa en la que nos encontramos.


Por fortuna, la inmensa mayoría de los veracruzanos y mexicanos ya se habían anticipado a esas medidas que tardíamente dictó la autoridad sanitaria, materialmente obligada ante el temor de sanciones, incluida la destitución del cargo, por desobedecer una orden judicial dictada para tomar medidas de protección para salvaguardar la vida humana.

Hasta donde se observa, hay conciencia ciudadana para evitar los niveles de tragedia que han sufrido países como Italia y España, inclusive Estados Unidos. Es alentadora esa respuesta ciudadana, y aún más la responsabilidad con la que están actuando muchos, muchísimos empresarios, que en sus negocios cuentan con gel desinfectante para que los clientes se limpien sus manos, y muchos empleados utilizan los cubrebocas, aunque ya se sabe que no son necesarios para las personas sanas, sólo en los casos de estar infectados y, en esa circunstancia, lo que las personas deben hacer es recluirse o atenderse con profesionales médicos hasta recuperar su salud.

Un caso ejemplar, que deberían replicar todos los comerciantes, es lo que ya realizan algunos de ellos: contar con una bandeja con agua y cloro a la entrada de sus establecimientos y enseguida una jerga para que el visitante se desinfecte los zapatos antes de entrar y, además, con un vigilante que ofrece gel con alcohol para frotarse en las manos y mide con un aparato portátil la temperatura corporal de cada persona antes de pasar. En realidad es una medida que debe aplaudirse, porque en la medida en que todos participen en esta gran tarea de prevenir estará el menor de costos de vidas humanas que pueden presentarse con esta enfermedad que, por lo visto en la amarga experiencia de países europeos y del vecino del norte, no es una 'gripita' común como se quiso hacer creer, incluso, desestimar o alentar para que la gente salga a la calle y haga vida “normal” como insensata e inauditamente recomiendan empresarios como Ricardo Salinas Pliego, a quien parece no importarle la vida de las personas. No es un juego, es algo serio que debe generar el miedo que permite reaccionar correctamente a las personas, de estar alertas, no el otro miedo, el que paraliza. Por favor, tome todas precauciones si va a la calle o en su propia casa. Cuídese.

opedro2006@gmail.com