/ sábado 26 de junio de 2021

¡El baile de los 41!

La madrugada del 18 de noviembre de 1901, en la calle de Ezequiel Número 4, de la colonia Tabacalera México, la policía interrumpió en esa casa donde había una fiesta, ya que los vecinos se habían quejado por el ruido y gritos que se escuchaban.

Los uniformados tocaron la puerta, quien la abrió fue un hombre vestido de mujer, situación por la cual allanaron la casa y encontraron a 21 hombres vestidos de mujer y 21 vestidos de varón bailando en pareja y en situaciones comprometedoras.Ahí se encontraba Ignacio de la Torre Mier, vestido y maquillado de mujer. Los policías, al saber que se trataba de “el yerno de la nación”, le llamaron al presidente Porfirio Díaz y éste confirmó su parentesco, lo dejaron libre y lo ayudaron a escapar entre los techos y azoteas de las casas. Las autoridades hicieron una lista y se la entregaron a Díaz, quien ordenó que quitaran el nombre de Ignacio de la Torre Mier y que no eran 42 bailarines, sino 41. Al mismo tiempo se enteraba que su yerno fue el organizador de la fiesta junto con Antonio Adalid, apodado “La Toña Mamonera”, ahijado de Maximiliano y Carlota.

“El baile de los 41”, conocida en la historia mexicana, dolorosa y tan penosa para los 41 bailarines. A los homosexuales les llamaban los pollos, lagartijos, amanerados, afeminados, ellos sufrieron violaciones sexuales ya que los mandaron a combatir a la guerra y eran abusados por sus compañeros de tropa, y a los otros vestidos de mujer los pusieron a barrer las calles, exhibiéndolos y lanzándolos al escarnio de la sociedad.

El número 41 representaba el puñal, marica, joto, homosexual, vergüenza, el regimiento o batallón quitaron el número 41 cuando llegaba la lista a ese número lo saltaban; dicho número desapareció. Las preferencias sexuales siguen siendo hasta la fecha un tabú y un arma letal para atacar y segregar.

El abogado Juan Carlos Harris encontró pruebas, en los archivos de la SCJN localizó 7 nombres, mismos que solicitaron el amparo y protección de la justicia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mismo que les fue negado; violaron en todo momento sus derechos, ya que nunca ha existido en ningún código o ley que ser homosexual sea un delito.

Para esconder los abusos de la policía contra los 41 hombres, se basaron en el Código Penal de 1871, cual era un delito las faltas a la moral y las buenas costumbres. Lo risorio de esto es que la misma ley no decía cuál era la pena, además que la homosexualidad y el que un varón se vistiera de mujer era un delito y menos porqué le gustaran o tuvieran una relación del mismo sexo estuviera tipificado.

La prensa era amarillista y homofóbica, ya que sin respetar los derechos humanos y civiles publicaban de esta manera: Los vagos, rateros, afeminados, los pollos y lagartijos, han sido consignados en los batallones y enviados a Yucatán para que aprendan a ser hombrecitos.

El baile de los 41 permitió en lo sucesivo hicieran constantemente redadas, con abusos, chantajes policiacos, torturas, palizas a los homosexuales eran enviados a la cárcel y al penal de la Islas Marías, este último conocido por las torturas, ya que la historia cuenta que los reos ya no salían vivos de ahí. Todo esto con anuencia y tolerancia de la sociedad debido a los prejuicios y homofobia que aún sigue existiendo.

Hoy en pleno siglo XXI, aún se sigue con la homofobia creyendo que la homosexualidad es un delito, y el que tengas un bigote y un cuerpo corpulento la sociedad te hace hombre y machito, y los caballeros que tienen un cuerpo estético los asimilan con la homosexualidad, que nada tiene que ver una cosa con la otra.

La homosexualidad no es un delito y no le causa daño a la sociedad, hoy se lucha para terminar con esta homofobia, hacer justicia a quienes por siglos han sido lastimados. El baile de los 41 es una muestra que la homosexualidad ha existido desde hace siglos, esta misma han llegando a los crímines de odio.

lexfemme.12@hotmail.com

La madrugada del 18 de noviembre de 1901, en la calle de Ezequiel Número 4, de la colonia Tabacalera México, la policía interrumpió en esa casa donde había una fiesta, ya que los vecinos se habían quejado por el ruido y gritos que se escuchaban.

Los uniformados tocaron la puerta, quien la abrió fue un hombre vestido de mujer, situación por la cual allanaron la casa y encontraron a 21 hombres vestidos de mujer y 21 vestidos de varón bailando en pareja y en situaciones comprometedoras.Ahí se encontraba Ignacio de la Torre Mier, vestido y maquillado de mujer. Los policías, al saber que se trataba de “el yerno de la nación”, le llamaron al presidente Porfirio Díaz y éste confirmó su parentesco, lo dejaron libre y lo ayudaron a escapar entre los techos y azoteas de las casas. Las autoridades hicieron una lista y se la entregaron a Díaz, quien ordenó que quitaran el nombre de Ignacio de la Torre Mier y que no eran 42 bailarines, sino 41. Al mismo tiempo se enteraba que su yerno fue el organizador de la fiesta junto con Antonio Adalid, apodado “La Toña Mamonera”, ahijado de Maximiliano y Carlota.

“El baile de los 41”, conocida en la historia mexicana, dolorosa y tan penosa para los 41 bailarines. A los homosexuales les llamaban los pollos, lagartijos, amanerados, afeminados, ellos sufrieron violaciones sexuales ya que los mandaron a combatir a la guerra y eran abusados por sus compañeros de tropa, y a los otros vestidos de mujer los pusieron a barrer las calles, exhibiéndolos y lanzándolos al escarnio de la sociedad.

El número 41 representaba el puñal, marica, joto, homosexual, vergüenza, el regimiento o batallón quitaron el número 41 cuando llegaba la lista a ese número lo saltaban; dicho número desapareció. Las preferencias sexuales siguen siendo hasta la fecha un tabú y un arma letal para atacar y segregar.

El abogado Juan Carlos Harris encontró pruebas, en los archivos de la SCJN localizó 7 nombres, mismos que solicitaron el amparo y protección de la justicia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mismo que les fue negado; violaron en todo momento sus derechos, ya que nunca ha existido en ningún código o ley que ser homosexual sea un delito.

Para esconder los abusos de la policía contra los 41 hombres, se basaron en el Código Penal de 1871, cual era un delito las faltas a la moral y las buenas costumbres. Lo risorio de esto es que la misma ley no decía cuál era la pena, además que la homosexualidad y el que un varón se vistiera de mujer era un delito y menos porqué le gustaran o tuvieran una relación del mismo sexo estuviera tipificado.

La prensa era amarillista y homofóbica, ya que sin respetar los derechos humanos y civiles publicaban de esta manera: Los vagos, rateros, afeminados, los pollos y lagartijos, han sido consignados en los batallones y enviados a Yucatán para que aprendan a ser hombrecitos.

El baile de los 41 permitió en lo sucesivo hicieran constantemente redadas, con abusos, chantajes policiacos, torturas, palizas a los homosexuales eran enviados a la cárcel y al penal de la Islas Marías, este último conocido por las torturas, ya que la historia cuenta que los reos ya no salían vivos de ahí. Todo esto con anuencia y tolerancia de la sociedad debido a los prejuicios y homofobia que aún sigue existiendo.

Hoy en pleno siglo XXI, aún se sigue con la homofobia creyendo que la homosexualidad es un delito, y el que tengas un bigote y un cuerpo corpulento la sociedad te hace hombre y machito, y los caballeros que tienen un cuerpo estético los asimilan con la homosexualidad, que nada tiene que ver una cosa con la otra.

La homosexualidad no es un delito y no le causa daño a la sociedad, hoy se lucha para terminar con esta homofobia, hacer justicia a quienes por siglos han sido lastimados. El baile de los 41 es una muestra que la homosexualidad ha existido desde hace siglos, esta misma han llegando a los crímines de odio.

lexfemme.12@hotmail.com