/ viernes 26 de abril de 2019

El chisme

Tal parece que el decir la palabra chisme es una broma; no lo es. El chisme es una violencia que puede causar varios problemas a quienes la padecen. “El chisme” perjudica la reputación de una persona ya sea hombre o mujer; esta última es la más afectada. Es algo mucho más serio de lo que pensamos, esto se da en todos los niveles, comunidades, oficinas, dependencias de gobierno, federal, estatal y municipal, sectores deportivos, escuelas, y en las colonias.

Quiero decirles que un chisme destruye hogares y familias completas. Escribo esto ya que todas las personas de una o de otra forma han sufrido por los chismes y podría ayudar a más personas, siempre actuando de buena fe y como información.

El chisme es un fenómeno social que destruye a las personas, familias, debilita el tejido social, es muy peligroso, ya que el peso moral lastima las emociones de las personas afectadas.

¿En qué consiste el chisme? Es hablar de otros en ausencia con el fin de degradarlos, también, con la intención de venganza o sacar provecho de una situación determinada. “El objetivo del chismoso”: denostar, destruir, desprestigiar, hacerlo sentir mal, dañar su imagen, hacer que pierdan la credibilidad ante los demás, ya que es continua y se convierte en un acoso comunitario. Esto es una violencia.

Las víctimas del chisme sufren tristeza, angustia, nostalgia y muchas veces las lleva a una depresión, baja autoestima, inseguridad, problemas de adaptación, daño de imagen, daño económico, discriminación y estigmatización. En las comunidades rurales por un chisme han matado a mujeres.

Según los especialistas dicen, el chisme tiene un impacto considerable, ya que afecta las emociones, la imagen social; hace que los aludidos sientan culpa, vergüenza y sean excluidos de su ambiente social. La gente habla mal de las víctimas del chisme, están vulnerables, les lanzan miradas lascivas, les dañan sus pensamientos y emociones y su estado físico también se ve afectado.

El criminólogo Francisco Domínguez Martínez dice: Cuando una persona es atacada constantemente, de manera verbal, producen sentimientos afectivos, de culpabilidad, afectan sus emociones y sentimientos, laboral, familiar y social, y caen en depresión que las conduce al suicidio.

Jurídicamente está penada la violencia verbal, violencia comunitaria, la violencia psicológica; esta última, muy grave. Quien la provoque pisa cárcel. Exhorto a las personas que ya se ven afectadas como lo antes escrito: ¡denuncien!, ya es hora de que los chismosos y chismosas estén tras las rejas.

Quiero agradecer a este medio de comunicación que me da la oportunidad de escribir, informar, ayudar a las personas y a las mujeres. Agradezco a mis lectores que se toman el tiempo para escribirme y mandar correos, así como estudiantes que me piden apoyo, o las mujeres y hombres que me piden asesoramiento legal por este medio, así como a los que leen y reflexionan con mis líneas. Les quiero decir: ¡gracias!

Correo: lexfemme.12@hotmail.com

Tal parece que el decir la palabra chisme es una broma; no lo es. El chisme es una violencia que puede causar varios problemas a quienes la padecen. “El chisme” perjudica la reputación de una persona ya sea hombre o mujer; esta última es la más afectada. Es algo mucho más serio de lo que pensamos, esto se da en todos los niveles, comunidades, oficinas, dependencias de gobierno, federal, estatal y municipal, sectores deportivos, escuelas, y en las colonias.

Quiero decirles que un chisme destruye hogares y familias completas. Escribo esto ya que todas las personas de una o de otra forma han sufrido por los chismes y podría ayudar a más personas, siempre actuando de buena fe y como información.

El chisme es un fenómeno social que destruye a las personas, familias, debilita el tejido social, es muy peligroso, ya que el peso moral lastima las emociones de las personas afectadas.

¿En qué consiste el chisme? Es hablar de otros en ausencia con el fin de degradarlos, también, con la intención de venganza o sacar provecho de una situación determinada. “El objetivo del chismoso”: denostar, destruir, desprestigiar, hacerlo sentir mal, dañar su imagen, hacer que pierdan la credibilidad ante los demás, ya que es continua y se convierte en un acoso comunitario. Esto es una violencia.

Las víctimas del chisme sufren tristeza, angustia, nostalgia y muchas veces las lleva a una depresión, baja autoestima, inseguridad, problemas de adaptación, daño de imagen, daño económico, discriminación y estigmatización. En las comunidades rurales por un chisme han matado a mujeres.

Según los especialistas dicen, el chisme tiene un impacto considerable, ya que afecta las emociones, la imagen social; hace que los aludidos sientan culpa, vergüenza y sean excluidos de su ambiente social. La gente habla mal de las víctimas del chisme, están vulnerables, les lanzan miradas lascivas, les dañan sus pensamientos y emociones y su estado físico también se ve afectado.

El criminólogo Francisco Domínguez Martínez dice: Cuando una persona es atacada constantemente, de manera verbal, producen sentimientos afectivos, de culpabilidad, afectan sus emociones y sentimientos, laboral, familiar y social, y caen en depresión que las conduce al suicidio.

Jurídicamente está penada la violencia verbal, violencia comunitaria, la violencia psicológica; esta última, muy grave. Quien la provoque pisa cárcel. Exhorto a las personas que ya se ven afectadas como lo antes escrito: ¡denuncien!, ya es hora de que los chismosos y chismosas estén tras las rejas.

Quiero agradecer a este medio de comunicación que me da la oportunidad de escribir, informar, ayudar a las personas y a las mujeres. Agradezco a mis lectores que se toman el tiempo para escribirme y mandar correos, así como estudiantes que me piden apoyo, o las mujeres y hombres que me piden asesoramiento legal por este medio, así como a los que leen y reflexionan con mis líneas. Les quiero decir: ¡gracias!

Correo: lexfemme.12@hotmail.com