/ viernes 22 de octubre de 2021

El cobro de piso

El tema del cobro de piso en Xalapa, al igual que en todo el estado, no es nuevo. Desde hace años, los comerciantes que se ubican en las diferentes zonas de la capital veracruzana lo han denunciado.

Lo preocupante es que a pesar de los antecedentes, no se haga algo para impedirlo. El pago a los grupos delincuenciales se recrudeció durante la administración del gobernador Duarte. Uno de los casos más sonados fue el de los comerciantes de la Plaza Clavijero; también se registraron otros hechos similares en diferentes puntos de la geografía veracruzana. Como se recordará, en 2015, el líder de los vendedores de la referida plaza, Fidel Guerra Alvarado, fue sacado con violencia de su domicilio por un grupo de sujetos armados en la colonia Laureles. Habían pedido una suma fuerte de dinero; el dirigente de los comerciantes fue ejecutado y su cuerpo fue hallado en la región de Chiconquiaco. A ese crimen se suma el asesinato de su hijo Enrique Guerra, ocurrido en marzo de este año. Apenas este martes, otro de sus hijos, Fidel Guerra fue baleado en la zona de Xallitic, en pleno centro de la ciudad. Las autoridades indagan el posible móvil del crimen y no se descartaría que tenga que ver con el cobro de piso. En su conferencia mañanera de este jueves, el mandatario dijo, sobre ese crimen, que la Fiscalía “está indagando las razones, se actuó de inmediato y se detuvo al responsable”. También precisó que se averiguará “por que pudiera tener relación con los comerciantes que se han asentado en algunos lugares; hay que dejar claro que no habrá impunidad”. A pregunta expresa sobre si podría estar vinculado al cobro de piso, el mandatario respondió: “es lo que se va a averiguar, si él o la persona que lo hizo tiene relación alguna con los comerciantes asentados en la zona. No lo sabemos, esos detalles del proceso judicial no me los comparten, porque conforman las averiguaciones, para cuidar el debido proceso eso se mantiene en la secrecía obligada”. Ante estos hechos, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben implementar acciones para evitar que la violencia escale a los niveles que existían en administraciones anteriores. En la memoria de los ciudadanos se encuentran las imágenes de los cuerpos desmembrados que fueron dejados en diferentes puntos de Xalapa, así como en otros municipios. Ya fuera por ajuste de cuentas entre bandas rivales por la disputa de los territorios; o por deudas pendientes; el gobierno debe evitar que se repitan esos hechos que en el pasado se volvieron cotidianos. Aunque puede tratarse de hechos aislados, lo peor que podría pasar es que comience a registrarse una serie de crímenes que vuelvan a generar inseguridad e incertidumbre entre los xalapeños y los veracruzanos en general. Además, de acuerdo con los datos que han proporcionado tanto organizaciones civiles, como entes gubernamentales, Xalapa aparece entre las ciudades veracruzanas donde se registran más hechos delictivos. Más allá de las cifras, lo fundamental tiene que ver con el trabajo coordinado entre las diferentes fuerzas del orden para combatir y erradicar estas acciones violentas; además, se debe reforzar el trabajo de prevención e inteligencia, con la finalidad de brindar certeza, no sólo a la población xalapeña, sino a todos los veracruzanos.

luisromero@hotmail.com

El tema del cobro de piso en Xalapa, al igual que en todo el estado, no es nuevo. Desde hace años, los comerciantes que se ubican en las diferentes zonas de la capital veracruzana lo han denunciado.

Lo preocupante es que a pesar de los antecedentes, no se haga algo para impedirlo. El pago a los grupos delincuenciales se recrudeció durante la administración del gobernador Duarte. Uno de los casos más sonados fue el de los comerciantes de la Plaza Clavijero; también se registraron otros hechos similares en diferentes puntos de la geografía veracruzana. Como se recordará, en 2015, el líder de los vendedores de la referida plaza, Fidel Guerra Alvarado, fue sacado con violencia de su domicilio por un grupo de sujetos armados en la colonia Laureles. Habían pedido una suma fuerte de dinero; el dirigente de los comerciantes fue ejecutado y su cuerpo fue hallado en la región de Chiconquiaco. A ese crimen se suma el asesinato de su hijo Enrique Guerra, ocurrido en marzo de este año. Apenas este martes, otro de sus hijos, Fidel Guerra fue baleado en la zona de Xallitic, en pleno centro de la ciudad. Las autoridades indagan el posible móvil del crimen y no se descartaría que tenga que ver con el cobro de piso. En su conferencia mañanera de este jueves, el mandatario dijo, sobre ese crimen, que la Fiscalía “está indagando las razones, se actuó de inmediato y se detuvo al responsable”. También precisó que se averiguará “por que pudiera tener relación con los comerciantes que se han asentado en algunos lugares; hay que dejar claro que no habrá impunidad”. A pregunta expresa sobre si podría estar vinculado al cobro de piso, el mandatario respondió: “es lo que se va a averiguar, si él o la persona que lo hizo tiene relación alguna con los comerciantes asentados en la zona. No lo sabemos, esos detalles del proceso judicial no me los comparten, porque conforman las averiguaciones, para cuidar el debido proceso eso se mantiene en la secrecía obligada”. Ante estos hechos, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben implementar acciones para evitar que la violencia escale a los niveles que existían en administraciones anteriores. En la memoria de los ciudadanos se encuentran las imágenes de los cuerpos desmembrados que fueron dejados en diferentes puntos de Xalapa, así como en otros municipios. Ya fuera por ajuste de cuentas entre bandas rivales por la disputa de los territorios; o por deudas pendientes; el gobierno debe evitar que se repitan esos hechos que en el pasado se volvieron cotidianos. Aunque puede tratarse de hechos aislados, lo peor que podría pasar es que comience a registrarse una serie de crímenes que vuelvan a generar inseguridad e incertidumbre entre los xalapeños y los veracruzanos en general. Además, de acuerdo con los datos que han proporcionado tanto organizaciones civiles, como entes gubernamentales, Xalapa aparece entre las ciudades veracruzanas donde se registran más hechos delictivos. Más allá de las cifras, lo fundamental tiene que ver con el trabajo coordinado entre las diferentes fuerzas del orden para combatir y erradicar estas acciones violentas; además, se debe reforzar el trabajo de prevención e inteligencia, con la finalidad de brindar certeza, no sólo a la población xalapeña, sino a todos los veracruzanos.

luisromero@hotmail.com