/ jueves 3 de septiembre de 2020

El daltonismo del zar de la pandemia en México

Esta historia se cuenta debido a que no podemos permanecer callados ante tantas injusticias, mucho menos cuando se trata de la vida de seres humanos.

Sé que estos temas difícilmente serán analizados por el común de los ciudadanos, unos por la indiferencia con que se vive este problema, ya que se ha ocupado a los medios de comunicación del estado para decirnos que vamos bien, que en el peor momento tenemos el mejor gobierno, que pronto estaremos en semáforo verde; otros tal vez por no cuestionar los datos oficiales y los más porque posiblemente el gobierno es sordo.

Ante estos tres escenarios me di a la tarea de escribir este breve artículo, en el que con voz fuerte y clara señalo que el zar de la pandemia en México es “daltónico” al confundir el color rojo con el verde, toda vez que en un juego de palabras el pasado lunes indicó que la mayoría de los estados estaríamos en color verde para el mes de octubre próximo, sin embargo, ayer aclaró que sólo lo estaremos si la población sigue las recomendaciones sanitarias.

Esto es, estaremos en semáforo verde si la gente coopera, pero entonces me pregunto ¿para que sirven las proyecciones matemáticas y, sobretodo, la ejecución de las acciones de salud?

Señor zar de la pandemia, es usted un irresponsable y juega con la inteligencia de los mexicanos. Los planes se trazan, se ejecutan y al final, se obtienen los resultados. O será que su daltonismo no lo deja distinguir entre el rojo y el verde.

En verdad es usted un fracaso, ya que tenemos casi 66 mil muertos. Muchas, y lo digo con conocimiento de causa, eran personas sanas que desgraciadamente no tuvieron la posibilidad de salvar su vida por sus malas decisiones; para muestra un botón: la reticencia al uso del cubrebocas. Incluso somos el país que tiene el mayor número de defunciones en el rubro de personal de salud.

El hubiera no existe, pero sí el presente que lo seguirá toda su vida profesional por ser un mal científico que se dejó seducir por la política, lo que ocasionó un desamparo a sus pares.

Cierro con ironía. Señor, vea usted a su médico antes de que su daltonismo traiga más muertes. México se lo reclama.

Esta historia se cuenta debido a que no podemos permanecer callados ante tantas injusticias, mucho menos cuando se trata de la vida de seres humanos.

Sé que estos temas difícilmente serán analizados por el común de los ciudadanos, unos por la indiferencia con que se vive este problema, ya que se ha ocupado a los medios de comunicación del estado para decirnos que vamos bien, que en el peor momento tenemos el mejor gobierno, que pronto estaremos en semáforo verde; otros tal vez por no cuestionar los datos oficiales y los más porque posiblemente el gobierno es sordo.

Ante estos tres escenarios me di a la tarea de escribir este breve artículo, en el que con voz fuerte y clara señalo que el zar de la pandemia en México es “daltónico” al confundir el color rojo con el verde, toda vez que en un juego de palabras el pasado lunes indicó que la mayoría de los estados estaríamos en color verde para el mes de octubre próximo, sin embargo, ayer aclaró que sólo lo estaremos si la población sigue las recomendaciones sanitarias.

Esto es, estaremos en semáforo verde si la gente coopera, pero entonces me pregunto ¿para que sirven las proyecciones matemáticas y, sobretodo, la ejecución de las acciones de salud?

Señor zar de la pandemia, es usted un irresponsable y juega con la inteligencia de los mexicanos. Los planes se trazan, se ejecutan y al final, se obtienen los resultados. O será que su daltonismo no lo deja distinguir entre el rojo y el verde.

En verdad es usted un fracaso, ya que tenemos casi 66 mil muertos. Muchas, y lo digo con conocimiento de causa, eran personas sanas que desgraciadamente no tuvieron la posibilidad de salvar su vida por sus malas decisiones; para muestra un botón: la reticencia al uso del cubrebocas. Incluso somos el país que tiene el mayor número de defunciones en el rubro de personal de salud.

El hubiera no existe, pero sí el presente que lo seguirá toda su vida profesional por ser un mal científico que se dejó seducir por la política, lo que ocasionó un desamparo a sus pares.

Cierro con ironía. Señor, vea usted a su médico antes de que su daltonismo traiga más muertes. México se lo reclama.