Estamos a unos días de concluir el año y también de iniciar, con muchas esperanzas, el próximo 2019.
Este año nos deja problemas como el deterioro creciente de nuestro medio ambiente, donde está en peligro la vida de millones de mexicanos que se encuentran en la pobreza extrema y de especies que además de tener derecho a vivir, constituyen un patrimonio ecológico para la humanidad.
Desde la perspectiva de la salud se presentan varios problemas en cuanto a las nuevas enfermedades transmitidas sexualmente, lo que demuestra la insuficiencia de valores.
La familia se ve también afectada en cuanto se intenta plantearla como el principio y fin de la vida de los sujetos; se reproduce rápidamente posiciones individualistas, como el aborto, incrementadas por la crisis económica.
La situación de violencia se recrudece y se generaliza por lo que nuestra sociedad está expuesta al robo, al asesinato, al secuestro, a la violación, a la represión de la autoridad, a los grupos organizados que piensan diferente a ella, la violación de los derechos humanos de los mexicanos en los procesos de detención y juicio, así como la de sus derechos políticos: su derecho a participar y a decidir.
Las condiciones mínimas que constituyen lo que puede considerarse como calidad de vida (alimentación, educación, salud, vivienda digna, esperanza de vida y en la vida) no lo han resuelto los gobiernos anteriores.
Sin embargo estos retos se convierten en oportunidades para resolverlos. La gente está dispuesta no sólo a dar una o muchas batallas en contra, sino también a sumarse a los actuales gobiernos federal y estatal, electos democráticamente, para construir condiciones de vida mejores. Así por ejemplo, podemos citar algunas manifestaciones importantes:
La situación de violencia permanente a los derechos humanos da como resultado una lucha importante por parte de distintos grupos sociales organizados o que se constituyen para tal fin.
La lucha por espacios para una auténtica y democrática participación social y política.
La cuestión ambiental es paulatinamente incorporada por los trabajadores como parte de sus preocupaciones y quehacer cotidianos. La preocupación por lo ambiental empieza a permear también la conciencia y las acciones de los campesinos, indígenas y distintos sectores de la sociedad civil.
El problema de la construcción de una nueva cultura, y por lo tanto de la generación de determinadas actitudes y valores, parecería estar en el centro de estas preocupaciones inéditas.
El próximo año los mexicanos y veracruzanos debemos tener la voluntad de transformar positivamente nuestra realidad, por el bien de la niñez, de la patria y de la humanidad.
Estimados lectores con el año 2019 renace nuevamente la luz, el fuego nuevo y con ello, la gran oportunidad de ser mejores personas, mejores veracruzanos y solidarios mexicanos. ¡Así sea!
carlos_jorge27@hotmail.com
