/ miércoles 8 de mayo de 2019

El escenario panista en Veracruz

Este martes, en diferentes horarios, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, recibió a los dos aspirantes que se disputan la presidencia del Comité Directivo Estatal en Veracruz, José de Jesús Mancha Alarcón y Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, a quienes convocó a evitar asumir actitudes que pongan en riesgo la unidad interna del albiazul.

Como se recuerda, tras la contienda interna panista del 11 de noviembre, fue electo Pepe Mancha para un segundo periodo, al derrotar al ex alcalde de Tantoyuca y ex titular de la Sedarpa por un cerradísimo margen, algo así como 400 votos de ventaja, 9 mil 500 contra 9 mil 100 en cifras redondas.

El órgano interno de Acción Nacional, que es la Comisión de Justicia, determinó que el resultado era válido y, por tanto, que Mancha Alarcón ganó.

Con ese resultado, Guzmán Avilés recurrió al Tribunal Electoral de Veracruz, instancia del Poder Judicial del Estado que determinó anular el proceso y ordenar una nueva elección interna, que se llevaría a efecto el 30 de junio próximo.

Sin embargo, Pepe Mancha interpuso un recurso ante la Sala Regional del Tribunal Electoral de la Federación, que podría resolverse en dos o tres semanas.

Entretanto, los dos grupos internos del panismo veracruzano siguen enfrascados en una guerra de declaraciones; El Chapo, como le conocen sus amigos a Guzmán Avilés, lanza sus petardos verbales contra Pepe Mancha, a quien califica como ilegítimo; y este responde denunciando la sospechosa actuación de los jueces locales para beneficiar al de Tantoyuca.

Hace casi un mes, el pasado 11 de abril, Joaquín Rosendo dijo que Mancha Alarcón no podía ser dirigente del partido, por lo que el comité estaba acéfalo.

Sin embargo, de conformidad con los estatutos del partido, el diputado Omar Miranda Romero asumió de forma interina la presidencia del CDE albiazul. Posterior a ello, en la sesión del pasado domingo se dio lectura al documento enviado por José de Jesús Mancha, en que notifica el término de su licencia y, por tanto, su regreso a la dirigencia del partido.

Quienes conocen a la perfección los entretelones de Acción Nacional indican que en sentido estricto y tomando en cuenta los estatutos, el regreso de Pepe Mancha es válido, porque al anularse el pasado proceso interno, la anterior dirigencia tendría que asumir nuevamente el espacio de dirección del partido en Veracruz.

Guzmán Avilés, por su parte, recurrió una vez más al TEV para que se acate la resolución; que se nombre a un dirigente interino y se impida el regreso de Mancha.

En este juego de vencidas entre los citados grupos, sólo dos cosas pueden pasar en los tribunales federales: si los magistrados determinan que la reelección de Pepe Mancha fue válida, éste regresará a la dirigencia sin mayores problemas; si por el contrario, si se confirma la sentencia de la instancia estatal habrá nuevas elecciones internas y este proceso se juntará con la renovación de los comités municipales del blanquiazul y con los nombramientos de los consejeros estatales y nacionales; si es así, el PAN podría llevarse al menos otros seis meses en su confrontación interna.

Ese es, precisamente, el peor escenario que podría enfrentar el PAN veracruzano: que se prolongue su elección y se profundice la fractura hasta que los grupos asuman posiciones irreconciliables. @luisromero85


Este martes, en diferentes horarios, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, recibió a los dos aspirantes que se disputan la presidencia del Comité Directivo Estatal en Veracruz, José de Jesús Mancha Alarcón y Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, a quienes convocó a evitar asumir actitudes que pongan en riesgo la unidad interna del albiazul.

Como se recuerda, tras la contienda interna panista del 11 de noviembre, fue electo Pepe Mancha para un segundo periodo, al derrotar al ex alcalde de Tantoyuca y ex titular de la Sedarpa por un cerradísimo margen, algo así como 400 votos de ventaja, 9 mil 500 contra 9 mil 100 en cifras redondas.

El órgano interno de Acción Nacional, que es la Comisión de Justicia, determinó que el resultado era válido y, por tanto, que Mancha Alarcón ganó.

Con ese resultado, Guzmán Avilés recurrió al Tribunal Electoral de Veracruz, instancia del Poder Judicial del Estado que determinó anular el proceso y ordenar una nueva elección interna, que se llevaría a efecto el 30 de junio próximo.

Sin embargo, Pepe Mancha interpuso un recurso ante la Sala Regional del Tribunal Electoral de la Federación, que podría resolverse en dos o tres semanas.

Entretanto, los dos grupos internos del panismo veracruzano siguen enfrascados en una guerra de declaraciones; El Chapo, como le conocen sus amigos a Guzmán Avilés, lanza sus petardos verbales contra Pepe Mancha, a quien califica como ilegítimo; y este responde denunciando la sospechosa actuación de los jueces locales para beneficiar al de Tantoyuca.

Hace casi un mes, el pasado 11 de abril, Joaquín Rosendo dijo que Mancha Alarcón no podía ser dirigente del partido, por lo que el comité estaba acéfalo.

Sin embargo, de conformidad con los estatutos del partido, el diputado Omar Miranda Romero asumió de forma interina la presidencia del CDE albiazul. Posterior a ello, en la sesión del pasado domingo se dio lectura al documento enviado por José de Jesús Mancha, en que notifica el término de su licencia y, por tanto, su regreso a la dirigencia del partido.

Quienes conocen a la perfección los entretelones de Acción Nacional indican que en sentido estricto y tomando en cuenta los estatutos, el regreso de Pepe Mancha es válido, porque al anularse el pasado proceso interno, la anterior dirigencia tendría que asumir nuevamente el espacio de dirección del partido en Veracruz.

Guzmán Avilés, por su parte, recurrió una vez más al TEV para que se acate la resolución; que se nombre a un dirigente interino y se impida el regreso de Mancha.

En este juego de vencidas entre los citados grupos, sólo dos cosas pueden pasar en los tribunales federales: si los magistrados determinan que la reelección de Pepe Mancha fue válida, éste regresará a la dirigencia sin mayores problemas; si por el contrario, si se confirma la sentencia de la instancia estatal habrá nuevas elecciones internas y este proceso se juntará con la renovación de los comités municipales del blanquiazul y con los nombramientos de los consejeros estatales y nacionales; si es así, el PAN podría llevarse al menos otros seis meses en su confrontación interna.

Ese es, precisamente, el peor escenario que podría enfrentar el PAN veracruzano: que se prolongue su elección y se profundice la fractura hasta que los grupos asuman posiciones irreconciliables. @luisromero85