/ viernes 1 de noviembre de 2019

El Gabinete de Seguridad y la “Razón de Estado”, para liberar a Ovidio.

Y es que la Razón de Estado comprende los postulados políticos que favorecen el incremento del poder del Estado, por todos los medios, con total independencia de cualquier consideración moral o jurídica. De ahí que el ámbito de ejercicio del poder goce de la exclusión de limitaciones de carácter normativo. Es decir, el Estado bajo tal consideración, puede actuar fuera de los límites establecidos por las normas jurídicas. Por lo antes expuesto, le asiste la razón al Presidente López Obrador, en el sentido de que la decisión tomada por el Gabinete de Seguridad obedeció a una Razón de Estado.

La opinión pública y la prensa, han expresado sus dudas sobre la versión oficial que explica las razones por las que fue liberado Ovidio, joven capo y lugarteniente de su padre Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, dos veces evadido de penales de alta seguridad y posteriormente extraditado a los Estados Unidos, donde actualmente purga su condena a cadena perpetua.

El cártel que comandó el Chapo Guzmán, ahora a través de su compadre “el Mayo” Zambada, continúa siendo el más importante y sanguinario de todos los que operan en México y Centroamérica, contando para sus operaciones de narcotráfico y de control de territorios , con un ejército de sicarios entre los cuales se cuenta a ex militares, ex policías federales y estatales.

Solo así se entiende la “razón de Estado” que según Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Ciudadana y jefe de la Guardia Nacional, inventó para justificar la detención e inmediata liberación de Ovidio Guzmán López. Fue necesaria la explicación del operativo, por parte del General Secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval, para respaldar la versión de Durazo, para evitar su destitución y consignación por incumplimiento del deber legal.

La respuesta violenta de los sicarios del Cártel de Sinaloa obligó al Gabinete de Seguridad Nacional a la liberación inmediata del hijo del Chapo, a pesar de que todos sabían de la existencia de una orden de aprehensión con fines de extradición a los Estados Unidos del multicitado delincuente. Ahora se dice entre quienes decidieron la aprehensión, que nunca llegó a sus manos la orden emanada de la autoridad judicial competente; y que la orden de cateo para entrar al domicilio a detener a Ovidio, tampoco fue entregada a quienes ejecutaron su aprehensión y posterior liberación.

Y es que la Razón de Estado comprende los postulados políticos que favorecen el incremento del poder del Estado, por todos los medios, con total independencia de cualquier consideración moral o jurídica. De ahí que el ámbito de ejercicio del poder goce de la exclusión de limitaciones de carácter normativo. Es decir, el Estado bajo tal consideración, puede actuar fuera de los límites establecidos por las normas jurídicas. Por lo antes expuesto, le asiste la razón al Presidente López Obrador, en el sentido de que la decisión tomada por el Gabinete de Seguridad obedeció a una Razón de Estado.

La opinión pública y la prensa, han expresado sus dudas sobre la versión oficial que explica las razones por las que fue liberado Ovidio, joven capo y lugarteniente de su padre Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, dos veces evadido de penales de alta seguridad y posteriormente extraditado a los Estados Unidos, donde actualmente purga su condena a cadena perpetua.

El cártel que comandó el Chapo Guzmán, ahora a través de su compadre “el Mayo” Zambada, continúa siendo el más importante y sanguinario de todos los que operan en México y Centroamérica, contando para sus operaciones de narcotráfico y de control de territorios , con un ejército de sicarios entre los cuales se cuenta a ex militares, ex policías federales y estatales.

Solo así se entiende la “razón de Estado” que según Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Ciudadana y jefe de la Guardia Nacional, inventó para justificar la detención e inmediata liberación de Ovidio Guzmán López. Fue necesaria la explicación del operativo, por parte del General Secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval, para respaldar la versión de Durazo, para evitar su destitución y consignación por incumplimiento del deber legal.

La respuesta violenta de los sicarios del Cártel de Sinaloa obligó al Gabinete de Seguridad Nacional a la liberación inmediata del hijo del Chapo, a pesar de que todos sabían de la existencia de una orden de aprehensión con fines de extradición a los Estados Unidos del multicitado delincuente. Ahora se dice entre quienes decidieron la aprehensión, que nunca llegó a sus manos la orden emanada de la autoridad judicial competente; y que la orden de cateo para entrar al domicilio a detener a Ovidio, tampoco fue entregada a quienes ejecutaron su aprehensión y posterior liberación.