El pasado martes 12 de abril el Presidente realizó el informe correspondiente a los 100 días de su cuarto año de Gobierno. En su mensaje manifestó los retos y múltiples logros en diferentes materias que vale la pena volver a mencionar puesto que tienen el doble mérito de haber sido realizados dentro de la terrible pandemia que azotó todas las economías del mundo.
Comencemos con una cifra histórica de 21 millones de trabajadores inscritos en el Seguro Social con un salario promedio de 14 mil 370 pesos mensuales, sin olvidar el 71% de aumento al salario mínimo en términos reales.
Tenemos un peso fortalecido con relación al dólar y un crecimiento de la economía del 5%, casi lo mismo que EU pero con inflación menor; aumento del índice de la Bolsa de Valores, la más alta inversión extranjera de los últimos tiempos; aumentos de las reservas internacionales del Banco de México y de la Hacienda Pública; incremento de las remesas respecto al año pasado. Además de una deuda que no ha crecido como en los tres sexenios anteriores. Pocas economías del mundo pueden ufanarse de esto.
Se incrementó la extracción de barriles diarios de petróleo que se venden a 92 dólares cada uno. Menos importaciones de combustibles gracias a la rehabilitación de las seis refinerías y la compra de Deer Park. Además del anuncio que con la nueva refinería de Dos Bocas, la Refinería “Olmeca” y la terminación de la coquizadora de Tula, el año próximo habrá autosuficiencia en gasolinas, diésel y turbosina. Agreguen que no ha habido aumentos en los precios de los combustibles, ni las tarifas eléctricas.
Tenemos avances en el fortalecimiento al sector salud -a pesar de la pandemia- para garantizar atención médica de calidad y medicamentos a toda la población; la campaña de vacunación que continúa y que se ha expandido a espacios públicos para vacunar a quien quede rezagado en un último esfuerzo por vacunar a toda la población. Estos esfuerzos han servido para controlar la enfermedad y nos ha permitido regresar a la cotidianidad poco a poco, mientas en otras partes del mundo están volviendo a los confinamientos.
Igualmente para el sector educativo tenemos apoyos donde se priorizan los derechos de las y los maestros; las mejoras de las instalaciones, sumados a los 11 millones de becas a estudiantes, desde preescolar hasta doctorado. Algo nunca antes visto en el país.
El Presidente hizo una especial mención a los programas sociales de la Secretaría de Bienestar y su aportación, los Precios de Garantía, más el apoyo directo a los campesinos y pescadores, la entrega gratuita de fertilizantes y el Programa Sembrando Vida han mejorado el autoconsumo y la producción de alimentos en el país.
Recalcó que a pesar del incremento de las producciones de granos básicos en el año pasado se necesitan más apoyos para avanzar a la autosuficiencia en producción de alimentos, ya que la soberanía alimentaria es un objetivo importante en esta administración tanto como la energética.
No podemos olvidar la pensión universal para adultos mayores que se ha ido incrementado gradualmente, y que será del doble respecto al monto inicial al finalizar el sexenio. Este apoyo representó una gran ayuda especialmente en tiempos de pandemia. Son 10 millones 163 mil adultos mayores que reciben la pensión a los cuales se les sumarán 2.3 millones de nuevo ingreso.
Son 25 millones de familias beneficiadas este año con los Programas del Bienestar. Es decir, un 70% de las familias del país reciben cuando menos un apoyo directo, especialmente los estados más pobres como: Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde se atiende casi el 100 por ciento de los hogares.
Estas entregas traen enormes beneficios incluyendo el de la seguridad, pues -como lo dijo el Presidente- de no haber actuado desde el principio con los Programas para el Bienestar, posiblemente no tendríamos ahora ni siquiera la leve disminución en homicidios, que año con año se incrementaban hasta llegar a lamentables cifras históricas. Son una importante medida de contención estos programas ante los delitos más comunes: de los 12 delitos considerados de mayor impacto, sólo tres han presentado aumentos: el feminicidio, la extorsión y el robo en transporte público individual.
Es todo un gran esfuerzo por lograr una paz en el país sin violar derechos humanos o recurrir a la fuerza pública.
Aún quedan muchas cosas por atender, lo más importante en estos días es el reto del control de la nación sobre la industria eléctrica, tanto para garantizar la soberanía energética como para tener un abasto de electricidad estable, confiable y con precios justos. Esta columna se escribe previo a la votación de la reforma del domingo 17 de abril, para el día de su publicación veremos si los diputados honraron o traicionaron lo que los expresidentes Cárdenas y López Mateos dejaron a nuestro resguardo por el bien de la nación.
La administración del Presidente López Obrador ha estado llena de retos internos y externos al país, demasiados si consideramos la pandemia, pero ha demostrado profesionalidad y eficiencia, y se lo han reconocido en la pasada consulta ciudadana del 10 de abril, donde vimos a millones salir a refrendar la confianza en él.
Retomo las palabras del Presidente para terminar: “En la normalidad política no es tan complicado el oficio de gobernante, lo difícil es hacerlo en tiempos de adversidad”.
Delegado estatal de Programas para el Desarrollo
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