/ jueves 10 de enero de 2019

El MoCEV

Buen día apreciado lector:

“Ya tiene el MOCEV casi 63 años de existencia”.

El comentario del jueves en el muy visitado cibernauta portal “Crónica del Poder” impactó de inmediato en la mente del reportero y lo trasladó “ipso facto”, a los románticos tiempos de la juventud.

Estaba muy fresco el tema del 68. Había sido echado diplomáticamente del Seminario San José en Santiago Tuxtla, por pedir a los curas propusiera al Vaticano cancelar el “voto de castidad” de los sacerdotes.

Entonces reestudió en Acayucan la Prepa, en la nocturna y junto con su hermano Pedro se doctoró de tornero en el Cecati de Minatitlán, pero cada vez que veía al especialista del torno, con su vestimenta como de astronauta quitarse la careta y aparecer su rostro totalmente bañado en sudor, en el vecino taller del maestro Ceja, se decía: “¡¡eso no es para mi!!”.

No había en el pueblo institución alguna para superarse, por lo mismo buscó a su paisano “El Católico”, Germán Jiménez Lara, que estudiaba en Xalapa y vivía en el MoCEV, el llamado Movimiento Cultural Estudiantil Veracruzano, de Xalapeños Ilustres 86.

Éste, a los pocos días le dijo: “hay una litera con tu nombre en el MoCEV, vente de volada”.

Así, con todo el dolor pero la comprensión familiar, volvió a dejar la casa paterna y encontró su destino en la capital del estado.

Ese tipo de casas de asilo para estudiantes surgieron precisamente gracias al apoyo de gobernadores como –según el consultor estrella Alfredo Bielma Villanueva- Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal y Rafael Hernández Ochoa, cuando surgió el porrismo, pero esa es otra historia.

Desde luego con la visión de jóvenes maduros de entonces que se preocupaban por aquellos muchachos que teniendo la inquietud de continuar sus estudios, no contaban con recursos para salir adelante en sus pueblos. Hoy por cierto la casa de Xalapeños Ilustres lamentablemente ya se cerró.

En el caso del reportero le tocó la época de Evaristo Morales, Roberto Martínez López, Miguel Rodríguez, Germán Jiménez, Jorge Machado Rivera, Ezequiel Jiménez, Teófilo y Demófilo Azuara, Fernando Zetina, Miguel Ugalde, Raúl Mina, Nicolás Climaco, Juan Villa, Joel Villavicencio, Lorenzo Águila y “El Gato Lara”.

También Humberto López, Alejandro Cadena, Miguel e Inocencio Arias, Simplicio López, Felipe e Isidro Jiménez de Los Tuxtlas; Fernando Bautista, Julio Melo, Gabriel Pérez, así como aquel tabasqueño que apodamos “El Cantinflas” y no dio mucho bueno de qué hablar.

No se olvida por supuesto al siempre dinámico Nicolás Zamudio, quien propone una reunión de ex mocevistas.

Como en todo, muchos compañeros concluyeron sus estudios, otros no lo pudieron hacer, muchos lograron destacar en la vida pública, otros en el sector privado; otros se quedaron en el camino, pero todos han cumplido o cumplen sus respectivos destinos y así se escribe esta parte de la historia.

Tenga el lector paz y armonía en su entorno. gustavocadenamathey@hotmail.com



Buen día apreciado lector:

“Ya tiene el MOCEV casi 63 años de existencia”.

El comentario del jueves en el muy visitado cibernauta portal “Crónica del Poder” impactó de inmediato en la mente del reportero y lo trasladó “ipso facto”, a los románticos tiempos de la juventud.

Estaba muy fresco el tema del 68. Había sido echado diplomáticamente del Seminario San José en Santiago Tuxtla, por pedir a los curas propusiera al Vaticano cancelar el “voto de castidad” de los sacerdotes.

Entonces reestudió en Acayucan la Prepa, en la nocturna y junto con su hermano Pedro se doctoró de tornero en el Cecati de Minatitlán, pero cada vez que veía al especialista del torno, con su vestimenta como de astronauta quitarse la careta y aparecer su rostro totalmente bañado en sudor, en el vecino taller del maestro Ceja, se decía: “¡¡eso no es para mi!!”.

No había en el pueblo institución alguna para superarse, por lo mismo buscó a su paisano “El Católico”, Germán Jiménez Lara, que estudiaba en Xalapa y vivía en el MoCEV, el llamado Movimiento Cultural Estudiantil Veracruzano, de Xalapeños Ilustres 86.

Éste, a los pocos días le dijo: “hay una litera con tu nombre en el MoCEV, vente de volada”.

Así, con todo el dolor pero la comprensión familiar, volvió a dejar la casa paterna y encontró su destino en la capital del estado.

Ese tipo de casas de asilo para estudiantes surgieron precisamente gracias al apoyo de gobernadores como –según el consultor estrella Alfredo Bielma Villanueva- Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal y Rafael Hernández Ochoa, cuando surgió el porrismo, pero esa es otra historia.

Desde luego con la visión de jóvenes maduros de entonces que se preocupaban por aquellos muchachos que teniendo la inquietud de continuar sus estudios, no contaban con recursos para salir adelante en sus pueblos. Hoy por cierto la casa de Xalapeños Ilustres lamentablemente ya se cerró.

En el caso del reportero le tocó la época de Evaristo Morales, Roberto Martínez López, Miguel Rodríguez, Germán Jiménez, Jorge Machado Rivera, Ezequiel Jiménez, Teófilo y Demófilo Azuara, Fernando Zetina, Miguel Ugalde, Raúl Mina, Nicolás Climaco, Juan Villa, Joel Villavicencio, Lorenzo Águila y “El Gato Lara”.

También Humberto López, Alejandro Cadena, Miguel e Inocencio Arias, Simplicio López, Felipe e Isidro Jiménez de Los Tuxtlas; Fernando Bautista, Julio Melo, Gabriel Pérez, así como aquel tabasqueño que apodamos “El Cantinflas” y no dio mucho bueno de qué hablar.

No se olvida por supuesto al siempre dinámico Nicolás Zamudio, quien propone una reunión de ex mocevistas.

Como en todo, muchos compañeros concluyeron sus estudios, otros no lo pudieron hacer, muchos lograron destacar en la vida pública, otros en el sector privado; otros se quedaron en el camino, pero todos han cumplido o cumplen sus respectivos destinos y así se escribe esta parte de la historia.

Tenga el lector paz y armonía en su entorno. gustavocadenamathey@hotmail.com