/ viernes 26 de febrero de 2021

“El Peje es un peligro para México”


Leo aquí a los vecinos de este espacio ejercer con libertad el derecho de crítica y opinión, que el mismo gobierno criticado les garantiza. Coinciden en denostar a la 4T. Es satisfactorio que se respete la libertad de opinión contra el poder, antes defendido e intocable.

Unos se identifican con su ideología que han defendido, otros han sido expulsados del poder y condenados a vivir “en el error”, como dijera el clásico César Garizurrieta. Otros –que los hay–, sinceros, desinformados; otros que lograron escalar a otro nivel social y económico y se sienten parte del sistema, compartiendo las amenazas “comunistas” de un gobierno reformista que pretende moralizar el quehacer político y abatir la pobreza y la desigualdad social y económica. No se atreven a defender abiertamente al régimen de la corrupción.

Don Agustín Basilio (miembro destacado del PAN), en su artículo del pasado martes, se dice preocupado por la falta de inversiones nacionales y extranjeras en el país, que el gobierno de la 4T las ahuyenta, imponiendo el cumplimiento de la ley y que pagan los impuestos justos. “Las empresas –dice don Agustín– son el núcleo del sistema económico (capitalista, digo yo), en ellas se desarrollan las mujeres y los hombres que trabajan, se generan bienes y servicios, empleos, salarios y prestaciones, los impuestos y contribuciones, lo cual genera la riqueza y prosperidad del país”.

Este es el enfoque sincero de un defensor del sistema capitalista, que cree y defiende que la riqueza la genera el empresario y no el trabajador. Acusa al gobierno de la 4T de “ahuyentar inversiones”.

A propósito de impuestos, un importante empresario de los medios de comunicación y otros negocios debía –debe- al fisco 40 mil millones de pesos. Otros personajes importantes de la política de gobiernos anteriores y empresarios, buscando una menor tasa impositiva de sus incalculables fortunas, depositaron en el principado de Andorra, en lugar de invertirlo en el país.

Al expresidente Fox –tan hablador y crítico del gobierno actual– el SAT lo puso en evidencia como un defraudador fiscal, lo que lo hizo callar y por ello no se sabe de su existencia. Estos y muchos más son los empresarios que contribuyen a generar la “riqueza y la prosperidad del país”, dijera don Agustín Basilio.

Otro importante empresario, Alonso Ancira, principal accionista de Altos Hornos de México, quien maquinó la transa a costa de las finanzas de Pemex vendiéndole la empresa Agronitrogenados con un sobreprecio de ¡200 millones de dólares! Ejemplar empresario que con su “trabajo” contribuye a generar “la prosperidad del país”. ¡Hágame el refabrón cavor!, dijera el maestro Magno GM. Esto y más en complicidad con los gobiernos del PRIAN, que añoran los críticos del gobierno de la 4T.

Otro articulista, don Gerardo Galarza, en su columna “Sala de espera”, inicia con esta sentencia: “Lucrar electoralmente con una política pública de salud, como lo es la vacunación contra el Covid-19, es una de las peores canalladas que puede cometer el gobierno contra sus ciudadanos”.

Me es difícil comentar tan contundente sentencia sin otra frase célebre del maestro: ¡Me recargo en la pared! Cómo no darme cuenta de la evidente maquinación chino-mexicana para codificar un virus y utilizarlo para fines electoreros, a pesar de que otro visionario, llamado Donald Trump, había advertido esta “canallada” de los chinos.

Yo ingenuo que nunca creí que este pinche Peje fuera un peligro para México, como decían los patriotas empresarios.

Este es el enfoque sincero de un defensor del sistema capitalista, que cree y defiende que la riqueza la genera el empresario y no el trabajador. Acusa al gobierno de la 4T de “ahuyentar inversiones”.


Leo aquí a los vecinos de este espacio ejercer con libertad el derecho de crítica y opinión, que el mismo gobierno criticado les garantiza. Coinciden en denostar a la 4T. Es satisfactorio que se respete la libertad de opinión contra el poder, antes defendido e intocable.

Unos se identifican con su ideología que han defendido, otros han sido expulsados del poder y condenados a vivir “en el error”, como dijera el clásico César Garizurrieta. Otros –que los hay–, sinceros, desinformados; otros que lograron escalar a otro nivel social y económico y se sienten parte del sistema, compartiendo las amenazas “comunistas” de un gobierno reformista que pretende moralizar el quehacer político y abatir la pobreza y la desigualdad social y económica. No se atreven a defender abiertamente al régimen de la corrupción.

Don Agustín Basilio (miembro destacado del PAN), en su artículo del pasado martes, se dice preocupado por la falta de inversiones nacionales y extranjeras en el país, que el gobierno de la 4T las ahuyenta, imponiendo el cumplimiento de la ley y que pagan los impuestos justos. “Las empresas –dice don Agustín– son el núcleo del sistema económico (capitalista, digo yo), en ellas se desarrollan las mujeres y los hombres que trabajan, se generan bienes y servicios, empleos, salarios y prestaciones, los impuestos y contribuciones, lo cual genera la riqueza y prosperidad del país”.

Este es el enfoque sincero de un defensor del sistema capitalista, que cree y defiende que la riqueza la genera el empresario y no el trabajador. Acusa al gobierno de la 4T de “ahuyentar inversiones”.

A propósito de impuestos, un importante empresario de los medios de comunicación y otros negocios debía –debe- al fisco 40 mil millones de pesos. Otros personajes importantes de la política de gobiernos anteriores y empresarios, buscando una menor tasa impositiva de sus incalculables fortunas, depositaron en el principado de Andorra, en lugar de invertirlo en el país.

Al expresidente Fox –tan hablador y crítico del gobierno actual– el SAT lo puso en evidencia como un defraudador fiscal, lo que lo hizo callar y por ello no se sabe de su existencia. Estos y muchos más son los empresarios que contribuyen a generar la “riqueza y la prosperidad del país”, dijera don Agustín Basilio.

Otro importante empresario, Alonso Ancira, principal accionista de Altos Hornos de México, quien maquinó la transa a costa de las finanzas de Pemex vendiéndole la empresa Agronitrogenados con un sobreprecio de ¡200 millones de dólares! Ejemplar empresario que con su “trabajo” contribuye a generar “la prosperidad del país”. ¡Hágame el refabrón cavor!, dijera el maestro Magno GM. Esto y más en complicidad con los gobiernos del PRIAN, que añoran los críticos del gobierno de la 4T.

Otro articulista, don Gerardo Galarza, en su columna “Sala de espera”, inicia con esta sentencia: “Lucrar electoralmente con una política pública de salud, como lo es la vacunación contra el Covid-19, es una de las peores canalladas que puede cometer el gobierno contra sus ciudadanos”.

Me es difícil comentar tan contundente sentencia sin otra frase célebre del maestro: ¡Me recargo en la pared! Cómo no darme cuenta de la evidente maquinación chino-mexicana para codificar un virus y utilizarlo para fines electoreros, a pesar de que otro visionario, llamado Donald Trump, había advertido esta “canallada” de los chinos.

Yo ingenuo que nunca creí que este pinche Peje fuera un peligro para México, como decían los patriotas empresarios.

Este es el enfoque sincero de un defensor del sistema capitalista, que cree y defiende que la riqueza la genera el empresario y no el trabajador. Acusa al gobierno de la 4T de “ahuyentar inversiones”.