/ jueves 18 de junio de 2020

El plan de la 4T para el 2021

El plan de AMLO para las elecciones de 2021 arrancó hace algunas semanas e incluye tres elementos clave:

Muchos recursos, operadores para generar dichos recursos y el control del INE. La prisa del presidente por retomar sus giras de trabajo, (a pesar del Covid-19), radicaba en hacer campaña para la continuación de su proyecto político.

Si bien es cierto AMLO ganó con 30 millones de sufragios, y se convirtió en el político más votado de la época moderna en nuestro país, también es una realidad que su aprobación ha ido a la baja, lo que significa que de repetirse la elección de 2018, quizá vencería otra vez, pero con menor margen.

Sin embargo, en Palacio Nacional no preocupa el desgaste de la figura de AMLO (de sobra saben que aún le alcanza), sino el de los morenistas que serán candidatos para 2021. Por ello, hay comisionados designados para obtener recursos extras y operarlos, así como encargados de continuar el plan para apoderarse del INE.

Independientemente del dinero que, de manera natural, asegura votos a través de los programas de “Jóvenes construyendo el futuro”, “Pensión para adultos mayores” y “Becas para estudiantes” (cuyos beneficiarios no querrán arriesgar sus apoyos respaldando a la oposición), el resto de lo recursos se obtendrá, según me informan, de la eliminación de organismos autónomos o desconcentrados, además del combate a la corrupción.

Por ello, Gabriel García, quien fuera director de Adquisiciones en la Oficialía Mayor cuando AMLO gobernaba al entonces DF, es el encargado de gestionar (otra vez) los recursos que Morena necesita para afrontar una determinante elección. La opinión pública poco lo conoce. Es el clásico personaje que está fuera de los reflectores, pero muy cerca del líder, con un poder contundente.

Asimismo, fuentes al interior del gobierno federal me aseguran que Octavio Romero, director general de Pemex, está incluido en el equipo de operadores financieros, al lado de Gabriel García, pero ejecutando funciones de cabildeo con grandes empresarios que deseen apoyar el proyecto.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, también forma parte del equipo financiero que busca afianzar a Morena en 2021, al lado de Horacio Duarte (quien recién sustituyó a Ricardo Ahued en la Administración de las Aduanas) y Raquel Buenrostro, la denominada “mujer de hierro” en el SAT.

Pero los golpes maestros serán apoderarse del Instituto Nacional Electoral, y de paso, del Instituto Nacional de Acceso a la Información. El primero, por ser el árbitro de la contienda y lo incómodo que resulta su titular, Lorenzo Córdova Vianello; mientras que controlar o desaparecer al INAI resulta toral: “el gobierno estará más tranquilo si no le obligan a acatar medidas de transparencia”, me dicen al interior de Palacio Nacional.

Tienen el plan, los operadores, tienen los recursos. Veremos qué ocurre en los meses por venir, y claro, en 2021.

Redes:

alejandroaguirre77@gmail.com

El plan de AMLO para las elecciones de 2021 arrancó hace algunas semanas e incluye tres elementos clave:

Muchos recursos, operadores para generar dichos recursos y el control del INE. La prisa del presidente por retomar sus giras de trabajo, (a pesar del Covid-19), radicaba en hacer campaña para la continuación de su proyecto político.

Si bien es cierto AMLO ganó con 30 millones de sufragios, y se convirtió en el político más votado de la época moderna en nuestro país, también es una realidad que su aprobación ha ido a la baja, lo que significa que de repetirse la elección de 2018, quizá vencería otra vez, pero con menor margen.

Sin embargo, en Palacio Nacional no preocupa el desgaste de la figura de AMLO (de sobra saben que aún le alcanza), sino el de los morenistas que serán candidatos para 2021. Por ello, hay comisionados designados para obtener recursos extras y operarlos, así como encargados de continuar el plan para apoderarse del INE.

Independientemente del dinero que, de manera natural, asegura votos a través de los programas de “Jóvenes construyendo el futuro”, “Pensión para adultos mayores” y “Becas para estudiantes” (cuyos beneficiarios no querrán arriesgar sus apoyos respaldando a la oposición), el resto de lo recursos se obtendrá, según me informan, de la eliminación de organismos autónomos o desconcentrados, además del combate a la corrupción.

Por ello, Gabriel García, quien fuera director de Adquisiciones en la Oficialía Mayor cuando AMLO gobernaba al entonces DF, es el encargado de gestionar (otra vez) los recursos que Morena necesita para afrontar una determinante elección. La opinión pública poco lo conoce. Es el clásico personaje que está fuera de los reflectores, pero muy cerca del líder, con un poder contundente.

Asimismo, fuentes al interior del gobierno federal me aseguran que Octavio Romero, director general de Pemex, está incluido en el equipo de operadores financieros, al lado de Gabriel García, pero ejecutando funciones de cabildeo con grandes empresarios que deseen apoyar el proyecto.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, también forma parte del equipo financiero que busca afianzar a Morena en 2021, al lado de Horacio Duarte (quien recién sustituyó a Ricardo Ahued en la Administración de las Aduanas) y Raquel Buenrostro, la denominada “mujer de hierro” en el SAT.

Pero los golpes maestros serán apoderarse del Instituto Nacional Electoral, y de paso, del Instituto Nacional de Acceso a la Información. El primero, por ser el árbitro de la contienda y lo incómodo que resulta su titular, Lorenzo Córdova Vianello; mientras que controlar o desaparecer al INAI resulta toral: “el gobierno estará más tranquilo si no le obligan a acatar medidas de transparencia”, me dicen al interior de Palacio Nacional.

Tienen el plan, los operadores, tienen los recursos. Veremos qué ocurre en los meses por venir, y claro, en 2021.

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