/ miércoles 17 de noviembre de 2021

El presupuesto más discutido de la historia de México

El Presupuesto de Egresos del 2022 resultó ser el más discutido de la historia de nuestro país, con cerca de dos mil reservas de todos los grupos parlamentarios, pero principalmente de los partidos de oposición al gobierno; solo un artículo no fue reservado para su discusión en lo particular, de ahí en adelante todo su articulado, transitorios y anexos, fueron reservados para ser analizados y discutidos, uno por uno, durante más de cuatro días y alrededor de 60 horas, pero ¿cuál fue la verdadera esencia o razón de la discusión? ¿Porqué tanta reserva si en esencia era el cuarto presupuesto a aprobarse en este régimen de la Cuarta Transformación?

Las razones no sólo son evidentemente políticas, sino también de circunstancias que se niegan a desaparecer, e incluso convertirlo en moneda de cambio para la próxima reforma en materia de energía eléctrica. Veamos: Antes de la instauración de este régimen transformador, era una práctica, digamos normal, más no legal, mucho menos correcta, el que los legisladores recibieran la facultad de distribuir el dinero en bolsas que llevaban a sus distritos y “etiquetaban” recursos en favor de alcaldes y gobernadores, revisando la Constitución, la Ley Orgánica del Poder Legislativo e incluso el propio reglamento que rige la función de este servidor, no se encuentra posibilidad alguna de que un diputado tenga esa facilidad, sin embargo, en el contexto de los 32 últimos años de gobiernos esencialmente neoliberales, donde se privilegiaba la corrupción y la impunidad, una práctica como esta resultaba natural, distribuir dinero a dos órdenes de gobierno que lo recibían sin la más mínima revisión ni observación, ejerciendo recursos para proyectos sin justificación técnica ni social, si es que se ejercía en el mejor de los casos. Bueno, esta práctica durante los últimos tres años ya no ha ocurrido y ello ha producido dos situaciones. La primera, que los diputados de oposición y quienes creen que aún se pueden etiquetar recursos, sigan insistiendo en esta práctica, lo cual lo hace ver como las víboras de mi rancho, que aunque las tienes aplastadas siguen tirando mordidas; la etiqueta se acabó y el diputado o diputada va a su labor original y para la que fue creado: legislar.

Con este acto de volver o replantear la normalidad legislativa, ahorramos al país miles de millones de pesos que directamente eran ejercidos de manera ilegal y con una corrupción manifiesta de todos sus participantes. La segunda, en los próximos meses entrará a discusión de fondo y forma la reforma tal vez más importante de la época moderna de nuestra patria, y quienes han hecho carroña del parlamento consideraron oportuno ponerla como moneda de cambio para abaratar su derrota o bien acompañar al régimen en la aprobación del presupuesto; no ocurrió ni una ni otra por dos circunstancias básicas en la política actual y consciente: la reforma en materia de energía eléctrica no admite bajo ninguna circunstancia negociación alguna de carácter monetario, pues se trata de una reforma que impactará en la vida financiera de nuestra nación en las próximas décadas y que además le otorga seguridad nacional a los mexicanos. El panorama mundial la hace ver no solo viable, sino además necesaria. Los numerales en la Constitución a modificar son rectores de la actividad e incluso el perfil económico interior, pero también un reflejo de lo global de esta era, por tanto, al ser la reforma lo que amerita es análisis de profundidad, no solo técnica, sino social y política para las generaciones que vienen después de nosotros. Esto lo sostenía el enorme Pepe Mujica, la política es eso, entender que nosotros no estamos trabajando para nosotros, sino para los que vienen después de nosotros, entonces bajo esa reflexión el futuro de las y los mexicanos no está a negociación en esos términos, sino más bien está a análisis, discusión y reflexión de toda una sociedad, dados los panoramas que se nos heredaron en el 2013, pero sobretodo, por la realidad social y económica que algunos países actualmente viven por haber optado por este modo de productividad en el que les va la propia seguridad nacional.

Vuelvo al PEF, pueden estar tranquilos municipios y estados, un incremento real entre el 4 y 17% en sus participaciones; aplicación en los rubros de salud, educación, sectores primarios y por supuesto, un gran aumento a los programas sociales que están elevados a rango constitucional y que representan una auténtica certeza y mejoramiento en la condición de vida de quienes más lo necesitan. Por mucho el mejor presupuesto de la historia, por eso fue el más discutido, porque lo que representa alivio y sanación para todo un país, para una minoría rapaz representa veneno puro.

* Diputado federal veracruzano. Morena

El Presupuesto de Egresos del 2022 resultó ser el más discutido de la historia de nuestro país, con cerca de dos mil reservas de todos los grupos parlamentarios, pero principalmente de los partidos de oposición al gobierno; solo un artículo no fue reservado para su discusión en lo particular, de ahí en adelante todo su articulado, transitorios y anexos, fueron reservados para ser analizados y discutidos, uno por uno, durante más de cuatro días y alrededor de 60 horas, pero ¿cuál fue la verdadera esencia o razón de la discusión? ¿Porqué tanta reserva si en esencia era el cuarto presupuesto a aprobarse en este régimen de la Cuarta Transformación?

Las razones no sólo son evidentemente políticas, sino también de circunstancias que se niegan a desaparecer, e incluso convertirlo en moneda de cambio para la próxima reforma en materia de energía eléctrica. Veamos: Antes de la instauración de este régimen transformador, era una práctica, digamos normal, más no legal, mucho menos correcta, el que los legisladores recibieran la facultad de distribuir el dinero en bolsas que llevaban a sus distritos y “etiquetaban” recursos en favor de alcaldes y gobernadores, revisando la Constitución, la Ley Orgánica del Poder Legislativo e incluso el propio reglamento que rige la función de este servidor, no se encuentra posibilidad alguna de que un diputado tenga esa facilidad, sin embargo, en el contexto de los 32 últimos años de gobiernos esencialmente neoliberales, donde se privilegiaba la corrupción y la impunidad, una práctica como esta resultaba natural, distribuir dinero a dos órdenes de gobierno que lo recibían sin la más mínima revisión ni observación, ejerciendo recursos para proyectos sin justificación técnica ni social, si es que se ejercía en el mejor de los casos. Bueno, esta práctica durante los últimos tres años ya no ha ocurrido y ello ha producido dos situaciones. La primera, que los diputados de oposición y quienes creen que aún se pueden etiquetar recursos, sigan insistiendo en esta práctica, lo cual lo hace ver como las víboras de mi rancho, que aunque las tienes aplastadas siguen tirando mordidas; la etiqueta se acabó y el diputado o diputada va a su labor original y para la que fue creado: legislar.

Con este acto de volver o replantear la normalidad legislativa, ahorramos al país miles de millones de pesos que directamente eran ejercidos de manera ilegal y con una corrupción manifiesta de todos sus participantes. La segunda, en los próximos meses entrará a discusión de fondo y forma la reforma tal vez más importante de la época moderna de nuestra patria, y quienes han hecho carroña del parlamento consideraron oportuno ponerla como moneda de cambio para abaratar su derrota o bien acompañar al régimen en la aprobación del presupuesto; no ocurrió ni una ni otra por dos circunstancias básicas en la política actual y consciente: la reforma en materia de energía eléctrica no admite bajo ninguna circunstancia negociación alguna de carácter monetario, pues se trata de una reforma que impactará en la vida financiera de nuestra nación en las próximas décadas y que además le otorga seguridad nacional a los mexicanos. El panorama mundial la hace ver no solo viable, sino además necesaria. Los numerales en la Constitución a modificar son rectores de la actividad e incluso el perfil económico interior, pero también un reflejo de lo global de esta era, por tanto, al ser la reforma lo que amerita es análisis de profundidad, no solo técnica, sino social y política para las generaciones que vienen después de nosotros. Esto lo sostenía el enorme Pepe Mujica, la política es eso, entender que nosotros no estamos trabajando para nosotros, sino para los que vienen después de nosotros, entonces bajo esa reflexión el futuro de las y los mexicanos no está a negociación en esos términos, sino más bien está a análisis, discusión y reflexión de toda una sociedad, dados los panoramas que se nos heredaron en el 2013, pero sobretodo, por la realidad social y económica que algunos países actualmente viven por haber optado por este modo de productividad en el que les va la propia seguridad nacional.

Vuelvo al PEF, pueden estar tranquilos municipios y estados, un incremento real entre el 4 y 17% en sus participaciones; aplicación en los rubros de salud, educación, sectores primarios y por supuesto, un gran aumento a los programas sociales que están elevados a rango constitucional y que representan una auténtica certeza y mejoramiento en la condición de vida de quienes más lo necesitan. Por mucho el mejor presupuesto de la historia, por eso fue el más discutido, porque lo que representa alivio y sanación para todo un país, para una minoría rapaz representa veneno puro.

* Diputado federal veracruzano. Morena