/ jueves 2 de agosto de 2018

El puerto de Veracruz y la última batalla

El puerto de Veracruz no solamente tiene importancia política (cuentan que cuando el PRI fue derrotado y echado del poder por el PAN en 1994, allegados del finado don Fernando Gutiérrez Barrios fueron testigos de su contrariedad y escucharon decir al ex gobernador que él mismo habría aceptado ser candidato a la Alcaldía para que su partido mantuviera este municipio de tradición liberal, juarista, como él se definía) o que el municipio tenga el más alto presupuesto del estado o que sea el más representativo de la entidad, como en realidad lo es; sin embargo, en la actualidad adquiere un mayor valor en la vital posición que logrará como centro logístico en América para el comercio marítimo y principal destino portuario del país con las obras del nuevo puerto, en cuya primera etapa se invierten alrededor de 31 mil millones de pesos, de los cuales 23 mil son de capital privado y 8 mil millones de recursos públicos, y al concluir en 2024, la cifra alcanzaría los 70 mil millones de pesos, con loque alcanzaría a mover hasta 90 millones de toneladas anuales de carga. Más allá de esa elevada inyección de dinero en las obras de infraestructura, a su conclusión habrían otorgado 100 mil trabajos indirectos, y a plena operación generará 40 mil nuevos empleos directos, y eso lo conocen los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez. ¿Qué planes tienen los nuevos gobiernos federal y del estado para la ciudad y puerto?. Deben ser muchos. Desde el gobierno de la República tendrán el control operativo portuario a través de la SCT y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, así como la Administración Portuaria Integral (API), la fiscalización en el manejo de mercancía de exportación e importación vía la Secretaría de Hacienda con la Aduana Marítima de Veracruz que construye nuevas instalaciones en terrenos adyacentes a la zona del nuevo puerto, y la vigilancia de las amplias áreas marítimas portuarias a cargo de la Secretaría de Marina-Armada de México, con el apoyo del gobierno del estado; lo único que falta es un trabajo conjunto con la presidencia municipal de Veracruz, para lo cual debe esperarse la implementación de una estratégia de trabajo muy amplio y, de preferencia, ganar esta demarcación en la próxima elección. No será fácil dado que Veracruz y Boca del Río son el último reducto del actual grupo en el poder y, aún con todas las limitaciones que enfrenten para realizar un papel político protagónico, lo más seguro es que busquen dar la última batalla para no ser borrados del mapa político veracruzano. El escenario es interesante y habrá que estar pendientes de cada uno de los pasos que van a darse. Por lo pronto, en los próximos días ya se prepara la visita del presidente Enrique Peña Nieto para encabezar la llegada del primer barco post PANAMAX a los nuevos muelles de Veracruz.

UNA BUENA NOTICIA: CANCELAN GASODUCTOS

+++Sin duda, es una buena noticia la suspensión de obras del gasoducto planeado en los municipios de Emiliano Zapata, Xalapa y Coatepec, y es de esperarse que también se haga en el puerto de Veracruz, que pretendía la empresa Gas Natural del Sureste. El fundado temor de la población lo justifica, y con mayor razón si, como detectó el Ayuntamiento de Emiliano Zapata, no contaba con un dictamen favorable que debe otorgar el área Proteccion Civil, responsable garantizar la seguridad de que no existe peligro para la población en este tipo de instalaciones. La empresa tiene el derecho de defender sus intereses y por lo cual promovió un amparo en el Juzgado Primero de Distrito de Xalapa que no le han concedido para continuar sus trabajos. Xalapa, con el nuevo gobierno de MORENA, ya había expresado su rechazo a la obra por el alto riesgo que representa para la población y lo mismo Coatepec. ¿Qué se espera en el municipio de Veracruz para hacer lo mismo? Acaso dicho gobierno, al que distingue la sensibilidad, esté en espera de que haya presiones y expresiones públicas de rechazo para que pueda actuar en consecuencia.

Escriba a opedro2006@gmail.com


El puerto de Veracruz no solamente tiene importancia política (cuentan que cuando el PRI fue derrotado y echado del poder por el PAN en 1994, allegados del finado don Fernando Gutiérrez Barrios fueron testigos de su contrariedad y escucharon decir al ex gobernador que él mismo habría aceptado ser candidato a la Alcaldía para que su partido mantuviera este municipio de tradición liberal, juarista, como él se definía) o que el municipio tenga el más alto presupuesto del estado o que sea el más representativo de la entidad, como en realidad lo es; sin embargo, en la actualidad adquiere un mayor valor en la vital posición que logrará como centro logístico en América para el comercio marítimo y principal destino portuario del país con las obras del nuevo puerto, en cuya primera etapa se invierten alrededor de 31 mil millones de pesos, de los cuales 23 mil son de capital privado y 8 mil millones de recursos públicos, y al concluir en 2024, la cifra alcanzaría los 70 mil millones de pesos, con loque alcanzaría a mover hasta 90 millones de toneladas anuales de carga. Más allá de esa elevada inyección de dinero en las obras de infraestructura, a su conclusión habrían otorgado 100 mil trabajos indirectos, y a plena operación generará 40 mil nuevos empleos directos, y eso lo conocen los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez. ¿Qué planes tienen los nuevos gobiernos federal y del estado para la ciudad y puerto?. Deben ser muchos. Desde el gobierno de la República tendrán el control operativo portuario a través de la SCT y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, así como la Administración Portuaria Integral (API), la fiscalización en el manejo de mercancía de exportación e importación vía la Secretaría de Hacienda con la Aduana Marítima de Veracruz que construye nuevas instalaciones en terrenos adyacentes a la zona del nuevo puerto, y la vigilancia de las amplias áreas marítimas portuarias a cargo de la Secretaría de Marina-Armada de México, con el apoyo del gobierno del estado; lo único que falta es un trabajo conjunto con la presidencia municipal de Veracruz, para lo cual debe esperarse la implementación de una estratégia de trabajo muy amplio y, de preferencia, ganar esta demarcación en la próxima elección. No será fácil dado que Veracruz y Boca del Río son el último reducto del actual grupo en el poder y, aún con todas las limitaciones que enfrenten para realizar un papel político protagónico, lo más seguro es que busquen dar la última batalla para no ser borrados del mapa político veracruzano. El escenario es interesante y habrá que estar pendientes de cada uno de los pasos que van a darse. Por lo pronto, en los próximos días ya se prepara la visita del presidente Enrique Peña Nieto para encabezar la llegada del primer barco post PANAMAX a los nuevos muelles de Veracruz.

UNA BUENA NOTICIA: CANCELAN GASODUCTOS

+++Sin duda, es una buena noticia la suspensión de obras del gasoducto planeado en los municipios de Emiliano Zapata, Xalapa y Coatepec, y es de esperarse que también se haga en el puerto de Veracruz, que pretendía la empresa Gas Natural del Sureste. El fundado temor de la población lo justifica, y con mayor razón si, como detectó el Ayuntamiento de Emiliano Zapata, no contaba con un dictamen favorable que debe otorgar el área Proteccion Civil, responsable garantizar la seguridad de que no existe peligro para la población en este tipo de instalaciones. La empresa tiene el derecho de defender sus intereses y por lo cual promovió un amparo en el Juzgado Primero de Distrito de Xalapa que no le han concedido para continuar sus trabajos. Xalapa, con el nuevo gobierno de MORENA, ya había expresado su rechazo a la obra por el alto riesgo que representa para la población y lo mismo Coatepec. ¿Qué se espera en el municipio de Veracruz para hacer lo mismo? Acaso dicho gobierno, al que distingue la sensibilidad, esté en espera de que haya presiones y expresiones públicas de rechazo para que pueda actuar en consecuencia.

Escriba a opedro2006@gmail.com