/ jueves 10 de enero de 2019

El registro de Podemos

Antes que cualquier otro grupo o asociación política con interés en convertirse en partido estatal, “Podemos” acudió al Organismo Público Local Electoral para formalizar su intención de aparecer en las boletas de 2021. Podemos trabajará durante 2019 con dicho propósito y se anticipa que no tendrá mayor problema para cristalizar su objetivo.

Hay que recordar que entre las caras visibles de esa organización se encuentra gente de mucha experiencia en la operación política; Francisco Garrido Sánchez, ex diputado local, es reconocido en ese ámbito; ha participado en la fundación de dos partidos, Convergencia por la Democracia, que se convirtió después en el Movimiento Ciudadano, y Alternativa Veracruzana.

Por otro lado, Gonzalo Morgado Huesca, ex alcalde de Martínez de la Torre, ex diputado local y federal y ex dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, es muy probablemente el político veracruzano en activo con mayor experiencia; basta decir que ha sobrevivido a los sexenios de Hernández Ochoa, Acosta Lagunes, Gutiérrez Barrios-Dante Delgado, Patricio Chirinos, Miguel Alemán, Fidel Herrera y Javier Duarte; luego de todos esos gobernadores llegó el bienio de Yunes Linares y posteriormente la elección de Cuitláhuac García… y Morgado sigue activo en la política.

Quienes conocen los entretelones de la política veracruzana aseguran que esa dupla integra a dos de los operadores con más oficio; por ello no hay demasiadas dudas en cuanto a la cristalización del proyecto de Podemos como partido político estatal. La asociación política deberá organizar 25 asambleas distritales y acreditar presencia en todas las regiones de la entidad, al menos 15 mil afiliados, lo cual tampoco parece demasiado complicado.

Podemos es la primera en acudir con el citado propósito ante el OPLE, que establece como fecha límite el 31 de enero para hacerlo; es decir, faltan 20 días para que otras agrupaciones similares realicen ese trámite. De antemano se sabe que Nueva Alianza podría solicitar su registro como partido estatal, al igual que la asociación Vía Veracruzana, fundada por Felipe Amadeo Flores Espinosa, otro ex dirigente estatal del tricolor, que también goza de cierta presencia estatal. El reto para Podemos, Vía Veracruzana y Panal –en caso de que el desaparecido partido turquesa opte por fragmentarse en dos decenas de partidos estatales, en vez de iniciar sus gestiones para volver a ser fuerza nacional– no será la afiliación de simpatizantes ni la organización de las asambleas distritales, sino la participación, sin alianzas con otras fuerzas, en el proceso local electoral de 2021, cuando en Veracruz se vote por ediles y diputados del Congreso veracruzano. Será dentro de 3 años cuando se podrá ver la verdadera dimensión de los tres proyectos mencionados, o los que surjan antes del 31 de enero, que podrían llegar a 6 o 7.

El problema para quienes aspiran a la participación política a través de la creación de partidos estatales es que en Veracruz no existe antecedente alguno de una expresión local que haya tenido buen fin; todas han registrado una vida más o menos efímera. En pocas palabras, los partidos estatales nacen, tienen algunos éxitos municipales, ocupan incluso alguna curul en el Congreso local y luego establecen alianzas con fuerzas nacionales que terminan por devorarles. En ese contexto, dadas las características de sus respectivos liderazgos, parece que tanto Podemos como Vía Veracruzana sí podrían llegar a 2024 y superar la barrera de los 6 años.

@luisromero85

Antes que cualquier otro grupo o asociación política con interés en convertirse en partido estatal, “Podemos” acudió al Organismo Público Local Electoral para formalizar su intención de aparecer en las boletas de 2021. Podemos trabajará durante 2019 con dicho propósito y se anticipa que no tendrá mayor problema para cristalizar su objetivo.

Hay que recordar que entre las caras visibles de esa organización se encuentra gente de mucha experiencia en la operación política; Francisco Garrido Sánchez, ex diputado local, es reconocido en ese ámbito; ha participado en la fundación de dos partidos, Convergencia por la Democracia, que se convirtió después en el Movimiento Ciudadano, y Alternativa Veracruzana.

Por otro lado, Gonzalo Morgado Huesca, ex alcalde de Martínez de la Torre, ex diputado local y federal y ex dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, es muy probablemente el político veracruzano en activo con mayor experiencia; basta decir que ha sobrevivido a los sexenios de Hernández Ochoa, Acosta Lagunes, Gutiérrez Barrios-Dante Delgado, Patricio Chirinos, Miguel Alemán, Fidel Herrera y Javier Duarte; luego de todos esos gobernadores llegó el bienio de Yunes Linares y posteriormente la elección de Cuitláhuac García… y Morgado sigue activo en la política.

Quienes conocen los entretelones de la política veracruzana aseguran que esa dupla integra a dos de los operadores con más oficio; por ello no hay demasiadas dudas en cuanto a la cristalización del proyecto de Podemos como partido político estatal. La asociación política deberá organizar 25 asambleas distritales y acreditar presencia en todas las regiones de la entidad, al menos 15 mil afiliados, lo cual tampoco parece demasiado complicado.

Podemos es la primera en acudir con el citado propósito ante el OPLE, que establece como fecha límite el 31 de enero para hacerlo; es decir, faltan 20 días para que otras agrupaciones similares realicen ese trámite. De antemano se sabe que Nueva Alianza podría solicitar su registro como partido estatal, al igual que la asociación Vía Veracruzana, fundada por Felipe Amadeo Flores Espinosa, otro ex dirigente estatal del tricolor, que también goza de cierta presencia estatal. El reto para Podemos, Vía Veracruzana y Panal –en caso de que el desaparecido partido turquesa opte por fragmentarse en dos decenas de partidos estatales, en vez de iniciar sus gestiones para volver a ser fuerza nacional– no será la afiliación de simpatizantes ni la organización de las asambleas distritales, sino la participación, sin alianzas con otras fuerzas, en el proceso local electoral de 2021, cuando en Veracruz se vote por ediles y diputados del Congreso veracruzano. Será dentro de 3 años cuando se podrá ver la verdadera dimensión de los tres proyectos mencionados, o los que surjan antes del 31 de enero, que podrían llegar a 6 o 7.

El problema para quienes aspiran a la participación política a través de la creación de partidos estatales es que en Veracruz no existe antecedente alguno de una expresión local que haya tenido buen fin; todas han registrado una vida más o menos efímera. En pocas palabras, los partidos estatales nacen, tienen algunos éxitos municipales, ocupan incluso alguna curul en el Congreso local y luego establecen alianzas con fuerzas nacionales que terminan por devorarles. En ese contexto, dadas las características de sus respectivos liderazgos, parece que tanto Podemos como Vía Veracruzana sí podrían llegar a 2024 y superar la barrera de los 6 años.

@luisromero85