/ miércoles 27 de noviembre de 2019

El registro nacional de detenciones y la carabina de don Ambrosio

En vez de combatir la criminalidad, los cárteles de la droga, la impunidad de los huachicoleros y feminicidas despreciables que repudia la sociedad, ahora se le ha ocurrido al secretario de Seguridad Nacional, instalar y ofertar una nueva dependencia burocrática.

Esta será encargada de llevar un banco de datos que contendrá el registro nacional de detenciones, cuya efectividad desde hoy se augura ineficaz, por la experiencia que nos dejó el famoso programa denominado “Plataforma México”. Fue en el sexenio del expresidente Calderón Hinojosa cuando con bombo y platillo se anunció la modernización y digitalización del “banco de información policial” que contaría con tecnología de punta, para captar toda la información relacionada con la guerra contra las drogas, sus consecuencias y efectivos de las Fuerzas Armadas, de la Policía y hasta la inclusión de la información de las denuncias, consignaciones, procedimientos penales, sentencias y agraviados como resultado de la comisión de ilícitos. El acceso a Plataforma México se reservó para uso oficial de los miembros de los cuerpos de Seguridad, Policía y Tribunales. Y terminó el sexenio de Calderón y el edificio ubicado en avenida Constituyentes, de la Ciudad de México, fue abandonado y el mando policial de Peña Nieto dejó perder ese intento por clasificar y ordenar el fichero de la delincuencia y personas desaparecidas. De poco o nada sirvió el Sistema de información e inteligencia, que se proyectó bajo los mejores auspicios, como una red de enlace entre los tres órdenes de gobierno: federación, estados y municipios, que contaba con una moderna y compleja red de telecomunicaciones con el fin de procurar e impartir justicia, con informes policiales homologados, registros carcelarios, registros biométricos, inventario nacional de armas y municiones, registro de vehículos y balística forense, todo bajo la dirección del Centro de Inteligencia de la Policía Federal. Hasta un búnker se mandó a construir el expresidente Calderón, de hierro y hormigón, en el subsuelo del mencionado Centro, como el de Adolfo Hitler en Alemania, para protegerse de cualquier ataque que pudieran intentar las bandas de la delincuencia. Sin ser ave de mal augurio, pensamos que lo mismo sucederá con el nuevo invento del secretario, y después de esta administración se le recordará como a la famosa Carabina de Ambrosio.

En vez de combatir la criminalidad, los cárteles de la droga, la impunidad de los huachicoleros y feminicidas despreciables que repudia la sociedad, ahora se le ha ocurrido al secretario de Seguridad Nacional, instalar y ofertar una nueva dependencia burocrática.

Esta será encargada de llevar un banco de datos que contendrá el registro nacional de detenciones, cuya efectividad desde hoy se augura ineficaz, por la experiencia que nos dejó el famoso programa denominado “Plataforma México”. Fue en el sexenio del expresidente Calderón Hinojosa cuando con bombo y platillo se anunció la modernización y digitalización del “banco de información policial” que contaría con tecnología de punta, para captar toda la información relacionada con la guerra contra las drogas, sus consecuencias y efectivos de las Fuerzas Armadas, de la Policía y hasta la inclusión de la información de las denuncias, consignaciones, procedimientos penales, sentencias y agraviados como resultado de la comisión de ilícitos. El acceso a Plataforma México se reservó para uso oficial de los miembros de los cuerpos de Seguridad, Policía y Tribunales. Y terminó el sexenio de Calderón y el edificio ubicado en avenida Constituyentes, de la Ciudad de México, fue abandonado y el mando policial de Peña Nieto dejó perder ese intento por clasificar y ordenar el fichero de la delincuencia y personas desaparecidas. De poco o nada sirvió el Sistema de información e inteligencia, que se proyectó bajo los mejores auspicios, como una red de enlace entre los tres órdenes de gobierno: federación, estados y municipios, que contaba con una moderna y compleja red de telecomunicaciones con el fin de procurar e impartir justicia, con informes policiales homologados, registros carcelarios, registros biométricos, inventario nacional de armas y municiones, registro de vehículos y balística forense, todo bajo la dirección del Centro de Inteligencia de la Policía Federal. Hasta un búnker se mandó a construir el expresidente Calderón, de hierro y hormigón, en el subsuelo del mencionado Centro, como el de Adolfo Hitler en Alemania, para protegerse de cualquier ataque que pudieran intentar las bandas de la delincuencia. Sin ser ave de mal augurio, pensamos que lo mismo sucederá con el nuevo invento del secretario, y después de esta administración se le recordará como a la famosa Carabina de Ambrosio.