/ lunes 17 de diciembre de 2018

El respaldo obligado a Cuitláhuac

El que mucho da mucho pide o al que mucho se le da mucho se le exige, se dice desde tiempos bíblicos y tiene toda la razón esa sentencia. La recordamos ahora por el triunfo que le dio el pueblo a los de Morena en Veracruz.

Mucho se les dio en las votaciones pasadas y mucho será lo que se le exigirá. En ese sentido, ¿cuánto durará el periodo de gracia, la luna de miel antes de demandarles resultados efectivos y no sólo promesas y argumentaciones?, eso también lo decidirá el pueblo.

Al gobierno estatal anterior que inició a finales de 2016 le otorgó casi un año, lapso que le permitió al PAN-PRD ganar importantes alcaldías, y a Miguel Ángel Yunes Linares, posicionarse de tal forma que, tras los comicios de mediados de 2017, nadie en esos partidos pudo oponerse a que Miguel Ángel Yunes Márquez fuera el candidato a gobernador.

Por lo pronto el nuevo mandatario estatal Cuitláhuac García tiene la confianza de la mayoría de la gente.

Ya salió airoso del pago de la primera parte del aguinaldo y quincena de diciembre, sin que se sepa haya tenido que recurrir a créditos bancarios, por lo que no hubo protestas y todo mundo en la burocracia anda tranquilo, si es que no está en lista de los despedidos. Falta la segunda parte y la otra quincena, pero seguramente no habrá problemas para cubrirlas.

En enero tendrán que empezar a verse acciones que impacten positivamente a la población y resultados en materia de seguridad, pues en ese rubro hasta ahora todo sigue igual.

Pero estamos en periodo de gracia que durará, insistimos, hasta que el pueblo lo decida.

Lo anterior viene a cuento porque más allá de que Cuitláhuac García apenas empieza a gobernar y se acomoda en la silla principal del Palacio de Enríquez, en otros rumbos de su mismo partido el corazón de varios late más aprisa y a ese ritmo continuará los próximos años.

¿El motivo?, la sucesión de 2024. ¿Acelerados quienes comentamos de esto? ¿o acelerados los políticos que ya ven al futuro y mueven sus fichas para acomodarlas con el fin de verse favorecidos con la candidatura de Morena a la gubernatura?


Nahle, Huerta, Ahued, Cisneros y sus aspiraciones

Ni unos ni otros nos aceleramos, pensamos nosotros. Simplemente es cuestión de que así es la naturaleza humana y una candidatura de ese nivel no se gana de la noche a la mañana, se construye con el tiempo.

Rocío Nahle, la secretaria de Energía que a estas alturas ya se dio cuenta lo difícil que es ese cargo, porque todos los directores generales de ese sector tienen un gran peso y nadie le quiere hacer caso; Manuel Huerta, el superdelegado federal que en teoría tiene un magnífico cargo pues le corresponde repartir todo lo que la Federación tiene (recursos multimillonarios) en los rubros social y de obras; el senador Ricardo Ahued, que aprovecha ese cargo para gestionar apoyos, en algo así como lo hizo Fidel Herrera cuando estuvo en el Senado, y Éric Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno que pretende ser el número 2 al que están acostumbrados los políticos veracruzanos, por ahora están obligados a respaldar a Cuitláhuac.

Un mal comienzo de este gobierno y todos se verán afectados en sus aspiraciones.


El que mucho da mucho pide o al que mucho se le da mucho se le exige, se dice desde tiempos bíblicos y tiene toda la razón esa sentencia. La recordamos ahora por el triunfo que le dio el pueblo a los de Morena en Veracruz.

Mucho se les dio en las votaciones pasadas y mucho será lo que se le exigirá. En ese sentido, ¿cuánto durará el periodo de gracia, la luna de miel antes de demandarles resultados efectivos y no sólo promesas y argumentaciones?, eso también lo decidirá el pueblo.

Al gobierno estatal anterior que inició a finales de 2016 le otorgó casi un año, lapso que le permitió al PAN-PRD ganar importantes alcaldías, y a Miguel Ángel Yunes Linares, posicionarse de tal forma que, tras los comicios de mediados de 2017, nadie en esos partidos pudo oponerse a que Miguel Ángel Yunes Márquez fuera el candidato a gobernador.

Por lo pronto el nuevo mandatario estatal Cuitláhuac García tiene la confianza de la mayoría de la gente.

Ya salió airoso del pago de la primera parte del aguinaldo y quincena de diciembre, sin que se sepa haya tenido que recurrir a créditos bancarios, por lo que no hubo protestas y todo mundo en la burocracia anda tranquilo, si es que no está en lista de los despedidos. Falta la segunda parte y la otra quincena, pero seguramente no habrá problemas para cubrirlas.

En enero tendrán que empezar a verse acciones que impacten positivamente a la población y resultados en materia de seguridad, pues en ese rubro hasta ahora todo sigue igual.

Pero estamos en periodo de gracia que durará, insistimos, hasta que el pueblo lo decida.

Lo anterior viene a cuento porque más allá de que Cuitláhuac García apenas empieza a gobernar y se acomoda en la silla principal del Palacio de Enríquez, en otros rumbos de su mismo partido el corazón de varios late más aprisa y a ese ritmo continuará los próximos años.

¿El motivo?, la sucesión de 2024. ¿Acelerados quienes comentamos de esto? ¿o acelerados los políticos que ya ven al futuro y mueven sus fichas para acomodarlas con el fin de verse favorecidos con la candidatura de Morena a la gubernatura?


Nahle, Huerta, Ahued, Cisneros y sus aspiraciones

Ni unos ni otros nos aceleramos, pensamos nosotros. Simplemente es cuestión de que así es la naturaleza humana y una candidatura de ese nivel no se gana de la noche a la mañana, se construye con el tiempo.

Rocío Nahle, la secretaria de Energía que a estas alturas ya se dio cuenta lo difícil que es ese cargo, porque todos los directores generales de ese sector tienen un gran peso y nadie le quiere hacer caso; Manuel Huerta, el superdelegado federal que en teoría tiene un magnífico cargo pues le corresponde repartir todo lo que la Federación tiene (recursos multimillonarios) en los rubros social y de obras; el senador Ricardo Ahued, que aprovecha ese cargo para gestionar apoyos, en algo así como lo hizo Fidel Herrera cuando estuvo en el Senado, y Éric Patrocinio Cisneros, el secretario de Gobierno que pretende ser el número 2 al que están acostumbrados los políticos veracruzanos, por ahora están obligados a respaldar a Cuitláhuac.

Un mal comienzo de este gobierno y todos se verán afectados en sus aspiraciones.