/ domingo 28 de noviembre de 2021

El siguiente en ser detenido...

Siempre ha habido encono en la política, pero la apreciación es que, en Veracruz, se acrecentó del gobierno de Fidel Herrera para acá, derivado del pleitazo de años con Miguel Ángel Yunes Linares.

Hay una frase atribuida a Fidel, que habría pronunciado tras hacer ganar a Javier Duarte y que sería muestra de los rencores que andan suspendidos en los vientos jarochos:

“Ningún Yunes será gobernador”.

Aunque es considerado un genio de la política, en esto, como en otras cosas, falló.

Seis años después Yunes Linares fue gobernador, a pesar de la jugada de Duarte de querer desanimarlo (también a Pepe y a Héctor Yunes) con una minigubernatura de dos años.

Y ocho años después de esa victoria de Duarte que habría hecho pronunciar la referida frase a Fidel, los enconos fueron atizados, agregándole un nuevo actor, Cuitláhuac García.

En su momento, mucho se dijo de la colaboración de Fidel y sus creaciones respaldando a Morena para hacer perder al panista.

En una reunión con periodistas, ya varios meses después de instalado en Palacio de Gobierno, el entonces aún nuevo gobernador Cuitláhuac comentó que aún no se le borraba la sonrisa de haberle ganado a Yunes.

Recordemos que las primeras batallas de esta guerra enconada que hay en Veracruz las ganó Fidel. En 2004, cuando se impuso a Gerardo Buganza, quien tuvo de coach a Yunes. Luego en 2007, cuando en las elecciones solo les dejó Boca del Río. En 2010, cuando volvió a ganar la gubernatura vía Javier Duarte, en pelea directa contra MAYL.

En 2016 la política veracruzana dio un vuelco al ganar Yunes Linares, siendo Duarte gobernador, Héctor Yunes candidato del PRI y ambos chocando, uno porque no lo quería de candidato y el otro sintiéndose ninguneado.

La minigubernatura (2016-2018) no desanimó a Miguel Ángel, la peleó y la ganó, con el plan de que lo sucediera Miguel Ángel Yunes Márquez y los Yunes azules gobernaran al menos de 2016 al 2024.

Fueron dos años en los que -se veía venir- hubo decomisos de propiedades así como varias detenciones y encarcelamientos de duartistas, vía el fiscal Jorge Winckler.

Pero en el plan se atravesó la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, que jaló votos como nunca en la historia para sí y para la mayoría de los candidatos de Morena, como sucedió en Veracruz. Así las cosas, Cuitláhuac García fue electo gobernador y la política veracruzana dio otro giro de 180 grados y siguió al ritmo que ya traía.

Ahora están en la cárcel Bernardo N, quien fue subsecretario de Finanzas y Administración en la Sefiplan en el gobierno de Yunes Linares, así como Rogelio N, secretario de Gobierno en los dos años, y quien antes, como dirigente estatal del PRD, participó en jugadas del fidelismo y el duartismo para bloquear a Yunes.

Su olfato le dijo a Rogelio cuando era el momento oportuno para abandonar ese barco y lo hizo, aguantando el vendaval por respaldar la alianza PAN-PRD, ganándose la Secretaría de Gobierno y manteniendo el control del perredismo.

Ahora, ya lo sabe, le espera mucho más tiempo en la cárcel de lo que supuso cuando lo detuvieron, al quedar desamparado -todo indica eso- por sus dirigencia, que es encabezada por Sergio Cadena Martínez, otro político que ha brincado de partido en partido y que de 2016 a 2018 trabajó para el gobierno de Yunes en un cargo de tercer nivel, pero con cierto juego político, bajo las órdenes de Rogelio Franco.

Pero ahora Cadena -¡uf, así es la política!- con su antiguo jefe en la cárcel y sin nadie a quién rendirle cuentas en el Sol Azteca, ve que su futuro inmediato está en una buena relación con el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, y procura que así sea. ¿Y Rogelio?... pues que se las arregle como pueda.

Este tipo de situaciones se dan en todos los partidos, como vemos en estos días en el PAN.

Tito N, el ahora detenido, quien fue diputado y exalcalde, era antiyunista, pero este año vio que las circunstancias dictaban otra cosa y actualmente es el candidato de ese grupo a la presidencia del PAN estatal, luchando contra Joaquín Guzmán Avilés, quien fue muy cercano a Yunes.

Por cierto que su detención podría terminar por inclinar la balanza a favor del grupo en que participa, al sentirse agredidos por el gobierno los panistas con derecho a voto, más allá de que la averiguación en contra de Tito N se haya iniciado no ahora, sino cuando era antiyunista.

A ver quién es el siguiente que cae en esta novela política de la vida real…porque habrá más, tarde o temprano.

Siempre ha habido encono en la política, pero la apreciación es que, en Veracruz, se acrecentó del gobierno de Fidel Herrera para acá, derivado del pleitazo de años con Miguel Ángel Yunes Linares.

Hay una frase atribuida a Fidel, que habría pronunciado tras hacer ganar a Javier Duarte y que sería muestra de los rencores que andan suspendidos en los vientos jarochos:

“Ningún Yunes será gobernador”.

Aunque es considerado un genio de la política, en esto, como en otras cosas, falló.

Seis años después Yunes Linares fue gobernador, a pesar de la jugada de Duarte de querer desanimarlo (también a Pepe y a Héctor Yunes) con una minigubernatura de dos años.

Y ocho años después de esa victoria de Duarte que habría hecho pronunciar la referida frase a Fidel, los enconos fueron atizados, agregándole un nuevo actor, Cuitláhuac García.

En su momento, mucho se dijo de la colaboración de Fidel y sus creaciones respaldando a Morena para hacer perder al panista.

En una reunión con periodistas, ya varios meses después de instalado en Palacio de Gobierno, el entonces aún nuevo gobernador Cuitláhuac comentó que aún no se le borraba la sonrisa de haberle ganado a Yunes.

Recordemos que las primeras batallas de esta guerra enconada que hay en Veracruz las ganó Fidel. En 2004, cuando se impuso a Gerardo Buganza, quien tuvo de coach a Yunes. Luego en 2007, cuando en las elecciones solo les dejó Boca del Río. En 2010, cuando volvió a ganar la gubernatura vía Javier Duarte, en pelea directa contra MAYL.

En 2016 la política veracruzana dio un vuelco al ganar Yunes Linares, siendo Duarte gobernador, Héctor Yunes candidato del PRI y ambos chocando, uno porque no lo quería de candidato y el otro sintiéndose ninguneado.

La minigubernatura (2016-2018) no desanimó a Miguel Ángel, la peleó y la ganó, con el plan de que lo sucediera Miguel Ángel Yunes Márquez y los Yunes azules gobernaran al menos de 2016 al 2024.

Fueron dos años en los que -se veía venir- hubo decomisos de propiedades así como varias detenciones y encarcelamientos de duartistas, vía el fiscal Jorge Winckler.

Pero en el plan se atravesó la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, que jaló votos como nunca en la historia para sí y para la mayoría de los candidatos de Morena, como sucedió en Veracruz. Así las cosas, Cuitláhuac García fue electo gobernador y la política veracruzana dio otro giro de 180 grados y siguió al ritmo que ya traía.

Ahora están en la cárcel Bernardo N, quien fue subsecretario de Finanzas y Administración en la Sefiplan en el gobierno de Yunes Linares, así como Rogelio N, secretario de Gobierno en los dos años, y quien antes, como dirigente estatal del PRD, participó en jugadas del fidelismo y el duartismo para bloquear a Yunes.

Su olfato le dijo a Rogelio cuando era el momento oportuno para abandonar ese barco y lo hizo, aguantando el vendaval por respaldar la alianza PAN-PRD, ganándose la Secretaría de Gobierno y manteniendo el control del perredismo.

Ahora, ya lo sabe, le espera mucho más tiempo en la cárcel de lo que supuso cuando lo detuvieron, al quedar desamparado -todo indica eso- por sus dirigencia, que es encabezada por Sergio Cadena Martínez, otro político que ha brincado de partido en partido y que de 2016 a 2018 trabajó para el gobierno de Yunes en un cargo de tercer nivel, pero con cierto juego político, bajo las órdenes de Rogelio Franco.

Pero ahora Cadena -¡uf, así es la política!- con su antiguo jefe en la cárcel y sin nadie a quién rendirle cuentas en el Sol Azteca, ve que su futuro inmediato está en una buena relación con el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, y procura que así sea. ¿Y Rogelio?... pues que se las arregle como pueda.

Este tipo de situaciones se dan en todos los partidos, como vemos en estos días en el PAN.

Tito N, el ahora detenido, quien fue diputado y exalcalde, era antiyunista, pero este año vio que las circunstancias dictaban otra cosa y actualmente es el candidato de ese grupo a la presidencia del PAN estatal, luchando contra Joaquín Guzmán Avilés, quien fue muy cercano a Yunes.

Por cierto que su detención podría terminar por inclinar la balanza a favor del grupo en que participa, al sentirse agredidos por el gobierno los panistas con derecho a voto, más allá de que la averiguación en contra de Tito N se haya iniciado no ahora, sino cuando era antiyunista.

A ver quién es el siguiente que cae en esta novela política de la vida real…porque habrá más, tarde o temprano.