/ miércoles 29 de julio de 2020

El telón del juicio a Lozoya se cayó

Las campañas políticas en las próximas elecciones federales y locales habrán de difundirse, para bien o para mal de los que detentan el poder y no ocultan sus pretensiones de seguir decidiendo por todos el destino del nuevo rumbo que ha tomado nuestra nación.

La política propagandística que desde el gobierno lleva la 4T ha ido cayendo por su propio peso en contra de los intereses del partido Morena, con el que participará en las elecciones de 2021 y 2024 el equipo político que encabeza el presidente López Obrador.

Toda crítica emanada del titular de las conferencias mañaneras ha sido orientada a la descalificación de los tres gobiernos que le antecedieron, sin que se haya cumplido con el combate a la corrupción, la criminalidad y la rapiña de los exfuncionarios públicos y de algunos que llegaron con el nuevo gobierno.

El juicio a Lozoya constituye una mampara más para ocultar la ineficacia oficial en el manejo de la pandemia, así como la quiebra generada por el cierre obligado y la paralización económica, que ha producido más de un millón de desempleados, quienes tampoco han recibido el apoyo económico ofrecido para lo elemental de su sobrevivencia.

México es muy grande y su composición geográfica y humana tiene una gran diversidad, que no permite que se mida a todos con el mismo rasero, por lo que las diferencias tan solo entre los habitantes del norte son abismales con la idiosincrasia de los habitantes del sur. Querer tratar igual a desiguales, es un craso error en que ha incurrido, con todo respeto, el señor presidente López Obrador, a quien por lo visto no le interesa lo que suceda en los estados que colindan con la Unión Americana y el Bajío, porque su voto duro en la pasada elección lo consiguió con los estados del sur-sureste, con suficientes sufragios para lograr el triunfo.

Las elecciones del 2021 y 2024 no se definirán igual, porque ahora el instrumento que utilizarán candidatos y partidos políticos será, en expresión de Giovani Sartori, la videopolítica o videocracia, más que los recorridos y las concentraciones multitudinarias que siempre resultan engañosas, por la falta de atención de los seguidores que votan más por fastidio que por convencimiento social.

Una élite que practica el poder, como resultado de la acción política, no debe traicionar al pueblo.

Las campañas políticas en las próximas elecciones federales y locales habrán de difundirse, para bien o para mal de los que detentan el poder y no ocultan sus pretensiones de seguir decidiendo por todos el destino del nuevo rumbo que ha tomado nuestra nación.

La política propagandística que desde el gobierno lleva la 4T ha ido cayendo por su propio peso en contra de los intereses del partido Morena, con el que participará en las elecciones de 2021 y 2024 el equipo político que encabeza el presidente López Obrador.

Toda crítica emanada del titular de las conferencias mañaneras ha sido orientada a la descalificación de los tres gobiernos que le antecedieron, sin que se haya cumplido con el combate a la corrupción, la criminalidad y la rapiña de los exfuncionarios públicos y de algunos que llegaron con el nuevo gobierno.

El juicio a Lozoya constituye una mampara más para ocultar la ineficacia oficial en el manejo de la pandemia, así como la quiebra generada por el cierre obligado y la paralización económica, que ha producido más de un millón de desempleados, quienes tampoco han recibido el apoyo económico ofrecido para lo elemental de su sobrevivencia.

México es muy grande y su composición geográfica y humana tiene una gran diversidad, que no permite que se mida a todos con el mismo rasero, por lo que las diferencias tan solo entre los habitantes del norte son abismales con la idiosincrasia de los habitantes del sur. Querer tratar igual a desiguales, es un craso error en que ha incurrido, con todo respeto, el señor presidente López Obrador, a quien por lo visto no le interesa lo que suceda en los estados que colindan con la Unión Americana y el Bajío, porque su voto duro en la pasada elección lo consiguió con los estados del sur-sureste, con suficientes sufragios para lograr el triunfo.

Las elecciones del 2021 y 2024 no se definirán igual, porque ahora el instrumento que utilizarán candidatos y partidos políticos será, en expresión de Giovani Sartori, la videopolítica o videocracia, más que los recorridos y las concentraciones multitudinarias que siempre resultan engañosas, por la falta de atención de los seguidores que votan más por fastidio que por convencimiento social.

Una élite que practica el poder, como resultado de la acción política, no debe traicionar al pueblo.