Si llegara a cumplirse “el peor escenario” que plantea el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington, las muertes que registraría el estado de Veracruz en los próximos dos meses llegaría a cerca de 18 mil.
Es decir, más de 15 mil 500, más a las que se registran en este momento, que alcanzan las dos mil 525 hasta el sábado. Esa trágica proyección podría presentarse, conforme al análisis del comportamiento de contagios y porcentual de muertes a causa del coronavirus en el estado, si las personas siguen sin respetar las medidas de confinamiento en sus casas, distanciamiento social, uso de cubrebocas y constante higiene de manos. En los cálculos de referencia, en el supuesto de adoptarse las citadas indicaciones sanitarias, los decesos por esta enfermedad bajarían a poco más de seis mil, que de cualquier forma es elevadísimo, equivalente a un crecimiento de casi 150% respecto a los números actuales. Esa misma institución pronostica que con medidas preventivas, para octubre las muertes podrían llegar a 88 mil en México, y en el “peor escenario”, se elevarían hasta 151 mil, lo que en el primer caso duplicaría los fallecimientos que se llevan en cifras oficiales (más de 44 mil hasta el sábado) y de un 200% aproximadamente si sigue relajándose el comportamiento de las personas frente a la pandemia. Nadie desconoce que al momento el sistema de salud está colapsado en varias ciudades y entidades del estado y del país, sin más espacios disponibles en los centros hospitalarios ni en instalaciones alternas que fueron habilitadas para atender a pacientes graves, además de que no se cuenta ni con suficiente equipo especializado para intubar, personal médicos y de enfermería, y tampoco medicamentos en los hospitales ni en farmacias para atender la demanda de los contagiados. Es una mala noticia que debe mover a la reflexión, y aunque de origen hubo y continúan las discrepancias con el uso de cubrebocas, la sociedad debe concientizarse de que el asunto es muy delicado y de alto riesgo para cada persona y cada familia. Las situaciones más graves, como también es conocido, se presentan en el municipio de Veracruz, que tiene el más alto registro de infectaciones y muertes en todo el estado, seguido por Coatzacoalcos, Córdoba, Xalapa, Poza Rica, Orizaba, Minatitlán, Boca del Río, Cosamaloapan y Tuxpan, por citar solamente a diez, aunque San Andrés Tuxtla, Cosoleacaque, Papantla y Medellín de Bravo muestran una inquietante tendencia al alza. Vienen días muy difíciles para toda la sociedad, y lamentablemente muchas personas siguen su vida como si no se tuviera una guerra sin armas, pero con un peligro enemigo invisible que amenaza la vida de cientos o miles de veracruzanos y mexicanos. Dios nos agarre confesados.
