/ lunes 4 de junio de 2018

El triunfo electoral sólo se tiene con la constancia de mayoría en mano

Mientras los chairos han resultado ser “más papistas que el Papa” y siguen festinando el triunfo que según ellos Andrés Manuel tiene en la bolsa, la esposa del tabasqueño doña Beatriz Gutiérrez Müller ha resultado más cauta.

Esto al afirmar que la mitad de México está por un cambio verdadero, y que “falta menos ya para confirmar en las urnas los pronósticos”. Si fuera cierto el pronóstico de los chairos, el triunfalismo también sería compartido por la esposa del líder de Morena, pero la reserva sobre el resultado final de la elección presidencial nos indica que no están tan seguros de que en la noche del primer domingo de julio se confirme la victoria que están cantando anticipadamente los seguidores de AMLO.

Y desde la óptica de la imparcialidad con que vislumbra el resultado de la elección presidencial la esposa de AMLO, habría que distinguir a quienes auténticamente han seguido por voluntad propia al líder tabasqueño y no es ésta la única campaña en la que han venido siguiendo al “mesías tropical”, según lo bautizó Enrique Krauze, puesto que en 2006 y en 2012, los verdaderos chairos han estado dispuestos a rasgarse las vestiduras en defensa de López Obrador.

Por otro lado hay que observar a los oportunistas, que fueron expulsados o relegados en sus partidos políticos y que a partir de esta campaña se han vuelto los más recalcitrantes lopezobradoristas, que acechan de día y de noche los recorridos de campaña del candidato Andrés Manuel, para hacerse los aparecidos, tomarse fotografías muy cerca del líder de Morena y autopromoverse en las redes sociales y en la prensa para hacer creer a quienes los conocen superficialmente, que serán los colaboradores de primer nivel del próximo gabinete que esperan sea encabezado por AMLO.

La dignidad, el honor y el respeto a sí mismos, no los conocen los nuevos chairos, saltimbanquis y trapecistas de la política, que sus actitudes tapeteras, también las hicieron con Fox, con Calderón y con Peña Nieto; pero como esos arribistas identificados por su recién llegada a la pandilla de los viejos chairos, seguramente, aunque triunfara en esta tercera intentona Andrés Manuel López Obrador, no tendrán cabida en los puestos burocráticos de primer nivel y antes de que concluya el primer año de ejercicio del próximo sexenio, andarán como siempre lo han hecho, despotricando todo tipo de injurias en contra de López Obrador y su equipo de confianza.

Mientras los chairos han resultado ser “más papistas que el Papa” y siguen festinando el triunfo que según ellos Andrés Manuel tiene en la bolsa, la esposa del tabasqueño doña Beatriz Gutiérrez Müller ha resultado más cauta.

Esto al afirmar que la mitad de México está por un cambio verdadero, y que “falta menos ya para confirmar en las urnas los pronósticos”. Si fuera cierto el pronóstico de los chairos, el triunfalismo también sería compartido por la esposa del líder de Morena, pero la reserva sobre el resultado final de la elección presidencial nos indica que no están tan seguros de que en la noche del primer domingo de julio se confirme la victoria que están cantando anticipadamente los seguidores de AMLO.

Y desde la óptica de la imparcialidad con que vislumbra el resultado de la elección presidencial la esposa de AMLO, habría que distinguir a quienes auténticamente han seguido por voluntad propia al líder tabasqueño y no es ésta la única campaña en la que han venido siguiendo al “mesías tropical”, según lo bautizó Enrique Krauze, puesto que en 2006 y en 2012, los verdaderos chairos han estado dispuestos a rasgarse las vestiduras en defensa de López Obrador.

Por otro lado hay que observar a los oportunistas, que fueron expulsados o relegados en sus partidos políticos y que a partir de esta campaña se han vuelto los más recalcitrantes lopezobradoristas, que acechan de día y de noche los recorridos de campaña del candidato Andrés Manuel, para hacerse los aparecidos, tomarse fotografías muy cerca del líder de Morena y autopromoverse en las redes sociales y en la prensa para hacer creer a quienes los conocen superficialmente, que serán los colaboradores de primer nivel del próximo gabinete que esperan sea encabezado por AMLO.

La dignidad, el honor y el respeto a sí mismos, no los conocen los nuevos chairos, saltimbanquis y trapecistas de la política, que sus actitudes tapeteras, también las hicieron con Fox, con Calderón y con Peña Nieto; pero como esos arribistas identificados por su recién llegada a la pandilla de los viejos chairos, seguramente, aunque triunfara en esta tercera intentona Andrés Manuel López Obrador, no tendrán cabida en los puestos burocráticos de primer nivel y antes de que concluya el primer año de ejercicio del próximo sexenio, andarán como siempre lo han hecho, despotricando todo tipo de injurias en contra de López Obrador y su equipo de confianza.