/ miércoles 18 de mayo de 2022

El “usted dispense” de la fiscalía veracruzana  

Tremendo ridículo cometió la fiscalía veracruzana: unas horas después de anunciar la captura de un sujeto a quien presentaron como presunto responsable del asesinato de las periodistas Yessenia Mollinedo y Sheila Johana García, el ente procurador de justicia tuvo que decirle “usted disculpe” al acusado; y liberarlo de inmediato.

El martes, tras la captura, los compañeros de trabajo del detenido se manifestaron en Xalapa; explicaron que él trabajaba en esta capital, es repartidor en moto, y el día de los hechos laboró como normalmente lo hace; no estuvo en Cosoleacaque, donde se verificó el lamentable hecho.

Quienes protestaron tenían razón. Fue una estulticia de la fiscalía.

El tema llamó la atención porque la fiscal veracruzana Verónica Hernández Giadáns es una mujer con formación y aparentemente estricta en su trabajo. Al interior de la dependencia “autónoma” el personal le reconoce su profesionalismo. Desde que llegó, dicen los empleados, buscó mejorar las condiciones laborales y las cosas han ido cambiando al interior de una dependencia que en el pasado reciente no ha tenido a los mejores titulares.

Pero este carácter, esa formación, no le ha funcionado al momento de dar manotazos, no sólo para evitar la colocación de los mandos claves en la dependencia, también para imponerse en decisiones de procuración de justicia, para no dejarse de quienes pretenden manipular la justicia y utilizar esta noble actividad con afanes políticos y justicieros, como se hizo en el pasado inmediato. Se le olvida, quizá, que al final, tal y como lo marca la ley, ella es la responsable legal y administrativa, más allá de los vaivenes políticos.

Además de José Manuel del Río Virgen y de otros emblemáticos casos, en donde ha tenido que intervenir la justicia federal para corregir el rumbo, el desaguisado por la detención del presunto homicida de las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, no tiene nombre. Los griegos, que nos heredaron tantas palabras, inventaron una que aplica al centavo: Kakistocracia, “el gobierno de los peores”.

Fast track, al vapor, con alfileres, la Fiscal quiso presumir que había resuelto este lamentable caso que ha enlutado de nuevo al gremio periodístico veracruzano. Desde su oficina de prensa tuvo que reconocer que se había equivocado:

“La Fiscalía General del Estado informa que la persona detenida por elementos de la CONASE como probable responsable del delito de homicidio doloso en agravio de la directora del portal El Veraz, Yessenia Mollinedo Falconi y la reportera Sheila Johana García Olivera, al validar su identidad por esta fiscalía y determinar que se trató de una homonimia, fue puesto en libertad de inmediato para evitar vulnerar sus derechos. Continúa intensamente el operativo de búsqueda coordinada con autoridades federales y estatales para dar con los presuntos responsables de estos lamentables crímenes, ratificando que no habrá impunidad para quienes los cometieron”.

Ni hablar. El hecho se podría justificar y decir que “es de humanos errar”, pero ¿cuántos más? ¿cuánto más los veracruzanos tendremos secuestrada la justicia?

Pareciera que en Veracruz la justicia está politizada y el trabajo se realiza al vapor, probablemente para demostrar que hay resultados, pero se debe tener cuidado, porque las construcciones con alfileres se desmoronan y puede ser, como dice el viejo refrán, que los carniceros de hoy se conviertan en las reses del mañana.

La señora Hernández tiene una gran responsabilidad. Qué bueno que trate bien a sus empleados y que los reconozca, pero que no se le olvide la responsabilidad que tiene con todos los veracruzanos, cansados de que la justicia se manipule, cansados de dilaciones, de las simulaciones y los desatinos.

@luisromero85

Tremendo ridículo cometió la fiscalía veracruzana: unas horas después de anunciar la captura de un sujeto a quien presentaron como presunto responsable del asesinato de las periodistas Yessenia Mollinedo y Sheila Johana García, el ente procurador de justicia tuvo que decirle “usted disculpe” al acusado; y liberarlo de inmediato.

El martes, tras la captura, los compañeros de trabajo del detenido se manifestaron en Xalapa; explicaron que él trabajaba en esta capital, es repartidor en moto, y el día de los hechos laboró como normalmente lo hace; no estuvo en Cosoleacaque, donde se verificó el lamentable hecho.

Quienes protestaron tenían razón. Fue una estulticia de la fiscalía.

El tema llamó la atención porque la fiscal veracruzana Verónica Hernández Giadáns es una mujer con formación y aparentemente estricta en su trabajo. Al interior de la dependencia “autónoma” el personal le reconoce su profesionalismo. Desde que llegó, dicen los empleados, buscó mejorar las condiciones laborales y las cosas han ido cambiando al interior de una dependencia que en el pasado reciente no ha tenido a los mejores titulares.

Pero este carácter, esa formación, no le ha funcionado al momento de dar manotazos, no sólo para evitar la colocación de los mandos claves en la dependencia, también para imponerse en decisiones de procuración de justicia, para no dejarse de quienes pretenden manipular la justicia y utilizar esta noble actividad con afanes políticos y justicieros, como se hizo en el pasado inmediato. Se le olvida, quizá, que al final, tal y como lo marca la ley, ella es la responsable legal y administrativa, más allá de los vaivenes políticos.

Además de José Manuel del Río Virgen y de otros emblemáticos casos, en donde ha tenido que intervenir la justicia federal para corregir el rumbo, el desaguisado por la detención del presunto homicida de las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, no tiene nombre. Los griegos, que nos heredaron tantas palabras, inventaron una que aplica al centavo: Kakistocracia, “el gobierno de los peores”.

Fast track, al vapor, con alfileres, la Fiscal quiso presumir que había resuelto este lamentable caso que ha enlutado de nuevo al gremio periodístico veracruzano. Desde su oficina de prensa tuvo que reconocer que se había equivocado:

“La Fiscalía General del Estado informa que la persona detenida por elementos de la CONASE como probable responsable del delito de homicidio doloso en agravio de la directora del portal El Veraz, Yessenia Mollinedo Falconi y la reportera Sheila Johana García Olivera, al validar su identidad por esta fiscalía y determinar que se trató de una homonimia, fue puesto en libertad de inmediato para evitar vulnerar sus derechos. Continúa intensamente el operativo de búsqueda coordinada con autoridades federales y estatales para dar con los presuntos responsables de estos lamentables crímenes, ratificando que no habrá impunidad para quienes los cometieron”.

Ni hablar. El hecho se podría justificar y decir que “es de humanos errar”, pero ¿cuántos más? ¿cuánto más los veracruzanos tendremos secuestrada la justicia?

Pareciera que en Veracruz la justicia está politizada y el trabajo se realiza al vapor, probablemente para demostrar que hay resultados, pero se debe tener cuidado, porque las construcciones con alfileres se desmoronan y puede ser, como dice el viejo refrán, que los carniceros de hoy se conviertan en las reses del mañana.

La señora Hernández tiene una gran responsabilidad. Qué bueno que trate bien a sus empleados y que los reconozca, pero que no se le olvide la responsabilidad que tiene con todos los veracruzanos, cansados de que la justicia se manipule, cansados de dilaciones, de las simulaciones y los desatinos.

@luisromero85