Vestidos y alborotados se quedaron los grupos de interés que creyeron en la oportunidad de plantear al presidente sus problemas y necesidades, que en otras instancias no han podido resolver. Un grupo de madres de personas desaparecidas, al conocer que la reunión sobre seguridad se cambió, desechando el Palacio de Gobierno de la capital para ocupar la sede de la Zona Militar de El Lencero, acudieron al sitio, donde resultó imposible llamar la atención del Ejecutivo federal, a quien también deseaban interpelar un grupo de médicos y enfermeras en demanda de sus nombramientos y basificaciones.
También quedaron plantados en la plaza Lerdo los miembros del grupo político Antorcha Campesina, quienes plantearían al presidente un cúmulo de necesidades de trabajo, alimentación y vivienda.
Contrariados por la cancelación de la visita a Xalapa, quienes esperaban un diálogo con el presidente Andrés Manuel manifestaron que esta gira debió anunciarse como una visita al municipio de Emiliano Zapata y a Perote, porque la capital veracruzana fue desdeñada por los organizadores de la gira presidencial, a pesar que desde 1998, cuando López Obrador era dirigente nacional del PRD, el voto de los xalapeños fue para la izquierda, que desde entonces ha representado el fundador del partido Morena.
Xalapeños inconformes que intentaron entrevistarse con el presidente se quedaron con las ganas de entregarle, por escrito, diversas quejas por la desatención del gobierno municipal capitalino, al que acusan de destinar la mayor parte del presupuesto a obras suntuarias y al gasto corriente, en vez de orientar los recursos a la atención de urgentes necesidades que le han sido planteadas al alcalde en las colonias pobres de la periferia.
La elección federal para renovar la Cámara de Diputados, el año entrante, influirá en el triunfo del candidato presidencial que relevará al fundador del partido Morena en Palacio Nacional. Influirán también las elecciones en las 15 entidades federativas donde habrán de elegirse gobernadores, diputados locales y alcaldes.
Pero más que nada, quienes decidirán el rumbo político de México serán los electores, que para entonces sumarán entre inconformes y protestantes más de 30 millones de sufragantes, así como las buenas o malas decisiones de quienes gobiernan actualmente el país; de ello dependerá el triunfo del relevo de Andrés Manuel López Obrador.
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