/ martes 10 de noviembre de 2020

En política, actuar visceralmente, hace daño

La nota de reclamo enviada por el embajador norteamericano Christopher Landau a la revista Forbes- México, constituye un posicionamiento legal, pero no político...

Se identifica plenamente con la justificación que en la conferencia mañanera de ayer expresó el Presidente López Obrador, cuando a pregunta de un reportero, explicó el por qué de la espera para reconocer el triunfo de Joe Biden; la razón que expresó fue que hasta concluir el conteo de “voto por voto”, procedería su felicitación, a diferencia de todos los mandatarios de Latinoamérica y Europa, que ya han expresado su reconocimiento al candidato electo del partido demócrata.

La revista Forbes- México, atribuyó una nota al embajador Landau, que resultó “fake news” y don Christopher aclaró de forma inmediata que la opinión aludida, en la que reconocía la derrota de Donald Trump, no fue escrita por el y exigió a Forbes “bajar la nota” de sus redes. Fe de erratas le llaman a las correcciones de errores que se cometen mediante publicaciones y en ocasiones se remedian ofreciendo las disculpas de rigor, tal como procedió la mencionada revista, evitando con ello un incidente que podría alcanzar el grado de intromisión en asuntos internos de otro país.

Curiosamente Christopher Landau nació hace 56 años en Madrid, España y estudió Derecho en la Universidad de Harvard, en parte a ello se debe la fluidez que mantiene con el idioma español, además del carisma, basta cultura y experiencia profesional adquirida por 30 años litigando en tribunales de Washington D.C., y defensas de otros casos y apelaciones que ha presentado en la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Y no es que coincida el pensamiento del embajador norteamericano con el del Presidente de la 4T, puesto que en la opinión pública de México, desde que superó Joe Biden los 270 votos del colegio electoral (que lo convierten en ganador de la presidencia norteamericana) lo más festivo en el mundo ha sido la derrota política y moral del magnate y patrón de Landau y del “amigo” y “aliado” del Presidente mexicano que como cancerbero de Trump, cuida que no crucen los migrantes hacia su frontera.

Ya veremos, después del 20 de enero, donde estará el embajador Christopher Landau y qué estado guardará la relación diplomática de López Obrador con el coloso del norte.

La nota de reclamo enviada por el embajador norteamericano Christopher Landau a la revista Forbes- México, constituye un posicionamiento legal, pero no político...

Se identifica plenamente con la justificación que en la conferencia mañanera de ayer expresó el Presidente López Obrador, cuando a pregunta de un reportero, explicó el por qué de la espera para reconocer el triunfo de Joe Biden; la razón que expresó fue que hasta concluir el conteo de “voto por voto”, procedería su felicitación, a diferencia de todos los mandatarios de Latinoamérica y Europa, que ya han expresado su reconocimiento al candidato electo del partido demócrata.

La revista Forbes- México, atribuyó una nota al embajador Landau, que resultó “fake news” y don Christopher aclaró de forma inmediata que la opinión aludida, en la que reconocía la derrota de Donald Trump, no fue escrita por el y exigió a Forbes “bajar la nota” de sus redes. Fe de erratas le llaman a las correcciones de errores que se cometen mediante publicaciones y en ocasiones se remedian ofreciendo las disculpas de rigor, tal como procedió la mencionada revista, evitando con ello un incidente que podría alcanzar el grado de intromisión en asuntos internos de otro país.

Curiosamente Christopher Landau nació hace 56 años en Madrid, España y estudió Derecho en la Universidad de Harvard, en parte a ello se debe la fluidez que mantiene con el idioma español, además del carisma, basta cultura y experiencia profesional adquirida por 30 años litigando en tribunales de Washington D.C., y defensas de otros casos y apelaciones que ha presentado en la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Y no es que coincida el pensamiento del embajador norteamericano con el del Presidente de la 4T, puesto que en la opinión pública de México, desde que superó Joe Biden los 270 votos del colegio electoral (que lo convierten en ganador de la presidencia norteamericana) lo más festivo en el mundo ha sido la derrota política y moral del magnate y patrón de Landau y del “amigo” y “aliado” del Presidente mexicano que como cancerbero de Trump, cuida que no crucen los migrantes hacia su frontera.

Ya veremos, después del 20 de enero, donde estará el embajador Christopher Landau y qué estado guardará la relación diplomática de López Obrador con el coloso del norte.