/ martes 9 de febrero de 2021

En política, cercanía mata jerarquía

A finales de agosto del 2017, la doctora Claudia Sheinbaum exhortó al actual coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, para que aceptara su derrota por la postulación para gobernar la CdMx, pues como se recordará, el senador Monreal denunció haber sido víctima de fraudes e irregularidades en el proceso interno de su partido para la elección de Jefe de Gobierno de la CdMx.

En ese tiempo, la ganadora para sustituir a Miguel Ángel Mancera insistió a su contrincante Monreal que aceptara su derrota sin “chantajes”, para no contribuir al desgaste político de quien operó la elección y hoy ocupa la presidencia de México. López Obrador, “fiel de la balanza” en su partido, decidió favorecer a la doctora Claudia, por encima de Monreal, Mario Delgado y Martí Batres, en una clara demostración de confianza por la mejor opción para los planes del tabasqueño.

En el viejo régimen tricolor se decía que la carrera por la sucesión presidencial comenzaba el día de la toma de posesión del sexenio en turno; la identidad del elegido se conocía un año antes de que acabara el sexenio y las fuerzas vivas del partido en el poder se pronunciaban en algo denominado “la cargada”, similar a una estampida que nadie podía detener.

Diariamente los reflectores que producen los medios de comunicación se enfocan sobre la CdMx, no sólo en las conferencias mañaneras, sino para dar cuenta de todo lo que acontece en los municipios que ahora conforman la división territorial del que fuera el Distrito Federal y por ende, la doctora Sheinbaum acapara los medios de comunicación para justificar o sancionar las protestas, marchas, manifestaciones y hasta los cierres de comercios en general, manteniéndose en los primeros lugares de popularidad, al nivel de su jefe político y correligionario.

No siempre el precandidato “más visto” es el que resulta candidato, en toda elección las cúpulas de los partidos y organizaciones que se disputan el poder son las que definen al candidato o candidata que mejor convenga y proteja sus intereses.

Podría afirmarse que de continuar así la vida política, económica y social de la CdMx hasta el año 2024, la candidatura de Sheinbaum para ocupar la Presidencia de la República será inevitable, así se opongan los cerebros y estrategas de los demás aspirantes presidenciales y por primera vez en la historia de nuestro país una mujer podría ser electa presidenta de México.

A finales de agosto del 2017, la doctora Claudia Sheinbaum exhortó al actual coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, para que aceptara su derrota por la postulación para gobernar la CdMx, pues como se recordará, el senador Monreal denunció haber sido víctima de fraudes e irregularidades en el proceso interno de su partido para la elección de Jefe de Gobierno de la CdMx.

En ese tiempo, la ganadora para sustituir a Miguel Ángel Mancera insistió a su contrincante Monreal que aceptara su derrota sin “chantajes”, para no contribuir al desgaste político de quien operó la elección y hoy ocupa la presidencia de México. López Obrador, “fiel de la balanza” en su partido, decidió favorecer a la doctora Claudia, por encima de Monreal, Mario Delgado y Martí Batres, en una clara demostración de confianza por la mejor opción para los planes del tabasqueño.

En el viejo régimen tricolor se decía que la carrera por la sucesión presidencial comenzaba el día de la toma de posesión del sexenio en turno; la identidad del elegido se conocía un año antes de que acabara el sexenio y las fuerzas vivas del partido en el poder se pronunciaban en algo denominado “la cargada”, similar a una estampida que nadie podía detener.

Diariamente los reflectores que producen los medios de comunicación se enfocan sobre la CdMx, no sólo en las conferencias mañaneras, sino para dar cuenta de todo lo que acontece en los municipios que ahora conforman la división territorial del que fuera el Distrito Federal y por ende, la doctora Sheinbaum acapara los medios de comunicación para justificar o sancionar las protestas, marchas, manifestaciones y hasta los cierres de comercios en general, manteniéndose en los primeros lugares de popularidad, al nivel de su jefe político y correligionario.

No siempre el precandidato “más visto” es el que resulta candidato, en toda elección las cúpulas de los partidos y organizaciones que se disputan el poder son las que definen al candidato o candidata que mejor convenga y proteja sus intereses.

Podría afirmarse que de continuar así la vida política, económica y social de la CdMx hasta el año 2024, la candidatura de Sheinbaum para ocupar la Presidencia de la República será inevitable, así se opongan los cerebros y estrategas de los demás aspirantes presidenciales y por primera vez en la historia de nuestro país una mujer podría ser electa presidenta de México.