/ domingo 24 de mayo de 2020

Energías renovables, lo mejor para Veracruz

Pese a que Veracruz posee en sus entrañas grandes yacimientos petrolíferos en explotación en el Golfo de México, más las reservas que se calculan en miles de millones de barriles, susceptibles de extraer en los próximos años, para cuidar el planeta necesitamos limitar el uso y consumo de las viejas energías “no renovables”, como el petróleo, el carbón y el gas natural.

La mejor opción es optar por alguna o algunas de las más estudiadas y experimentadas energías “renovables”, como la hidroeléctrica, la eólica y la solar. Después de la hidroeléctrica, la eólica es la que aprovechando la fuerza del viento ha resultado más eficiente, tanto por el costo del combustible que produce como por el costo de instalación de molinos, y lo más importante, el bajo impacto ambiental que causa, razón fundamental que hemos apreciado después de la pandemia por el Covid-19, cuyo confinamiento nos ha convencido de la necesidad de cuidar el planeta.

El problema que se ha presentado hoy en México es decidir si optamos por continuar utilizando el petróleo para producir energía eléctrica, cuya postura es clara, contundente y sostenida por la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, con el total respaldo de su jefe, el presidente López Obrador, y del senador coahuilense Armando Guadiana Tijerina, presidente de la Comisión de Energía del Senado, este último también aliado del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.

Ahora más cuando la afamada periodista Beatriz Pagés Rebollar ha puesto al descubierto el gran negocio que está por cerrar el senador y empresario Armando Guadiana para venderle a la CFE 360 mil toneladas de carbón, que será utilizado en las carboeléctricas Carbón II y José López Portillo, donde se especula que el representante popular podría colocar en venta hasta 800 mil toneladas de carbón.

No cabe duda que a Manuel Bartlett Díaz lo persiguen los malos (o buenos) negocios y por más protección y apoyo que reciba de AMLO, más temprano que tarde tendrá que rendir cuentas de su gestión, sin importar su culpabilidad casi olvidada de la “falla” del cómputo en el conteo de votos de 1988, que le dio el triunfo a Salinas de Gortari, ni la fallida venta de ventiladores de León Manuel Bartlett al IMSS ni la compra de las miles de toneladas de carbón al senador Guadiana.

Total que la corrupción y la impunidad parecen haberse fortalecido con la invasión del “coronavirus” a nuestro país.

Pese a que Veracruz posee en sus entrañas grandes yacimientos petrolíferos en explotación en el Golfo de México, más las reservas que se calculan en miles de millones de barriles, susceptibles de extraer en los próximos años, para cuidar el planeta necesitamos limitar el uso y consumo de las viejas energías “no renovables”, como el petróleo, el carbón y el gas natural.

La mejor opción es optar por alguna o algunas de las más estudiadas y experimentadas energías “renovables”, como la hidroeléctrica, la eólica y la solar. Después de la hidroeléctrica, la eólica es la que aprovechando la fuerza del viento ha resultado más eficiente, tanto por el costo del combustible que produce como por el costo de instalación de molinos, y lo más importante, el bajo impacto ambiental que causa, razón fundamental que hemos apreciado después de la pandemia por el Covid-19, cuyo confinamiento nos ha convencido de la necesidad de cuidar el planeta.

El problema que se ha presentado hoy en México es decidir si optamos por continuar utilizando el petróleo para producir energía eléctrica, cuya postura es clara, contundente y sostenida por la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, con el total respaldo de su jefe, el presidente López Obrador, y del senador coahuilense Armando Guadiana Tijerina, presidente de la Comisión de Energía del Senado, este último también aliado del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.

Ahora más cuando la afamada periodista Beatriz Pagés Rebollar ha puesto al descubierto el gran negocio que está por cerrar el senador y empresario Armando Guadiana para venderle a la CFE 360 mil toneladas de carbón, que será utilizado en las carboeléctricas Carbón II y José López Portillo, donde se especula que el representante popular podría colocar en venta hasta 800 mil toneladas de carbón.

No cabe duda que a Manuel Bartlett Díaz lo persiguen los malos (o buenos) negocios y por más protección y apoyo que reciba de AMLO, más temprano que tarde tendrá que rendir cuentas de su gestión, sin importar su culpabilidad casi olvidada de la “falla” del cómputo en el conteo de votos de 1988, que le dio el triunfo a Salinas de Gortari, ni la fallida venta de ventiladores de León Manuel Bartlett al IMSS ni la compra de las miles de toneladas de carbón al senador Guadiana.

Total que la corrupción y la impunidad parecen haberse fortalecido con la invasión del “coronavirus” a nuestro país.