/ domingo 2 de septiembre de 2018

Enrarecida “aparición” del hijo del periodista Fidel Pérez

Extraña, por decir lo menos, la desaparición durante tres días y la repentina “aparición” del hijo del periodista Fidel Pérez Sánchez y el raro ambiente que la propia autoridad creó en torno a este delicado asunto.

El comunicador alertó la madrugada del domingo de este hecho: “hundido en la impotencia y la desesperación, (les) comparto: mi hijo, Fidel Eduardo Pérez Morales, de 24 años, salió de casa desde el viernes 31 de agosto como a las 11 de la mañana rumbo a su trabajo. Hasta este momento no hemos sabido algo de él y tampoco se ha reportado al trabajo. Es preciso comentar que no trae celular y menos tiene antecedentes penales”, escribió. Ante la gravedad del hecho, compañeros de Fidel convocaron a un plantón en el puerto de Veracruz al mediodía del domingo para exigir la intervención inmediata y efectiva de las autoridades para la localización y retorno del joven, en tanto el desesperado padre presentaba denuncia formal en la Fiscalía Regional y alrededor de las 13:15 horas informó que ya habían localizado a su hijo, solicitando retirar el plantón. Minutos después fue enviado un comunicado proveniente de la Fiscalía General del Estado (FGE) en el que se señalaba que no hubo tal desaparición, que fue una “ausencia voluntaria” por desacuerdos familiares que, lamentablemente y sólo por el dicho de la FGE, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, su presidenta, Ana Laura Pérez Mendoza, imprudentemente avaló; y pocos minutos después, por medio de testaferros, se difundió un video en el que el hijo del periodista —que aparentemente dentro del vehículo en que ¿policías ministeriales? lo trasladan a las oficinas de la Fiscalía regional— confirma que se fue voluntariamente con unos amigos a Xalapa; pero un acucioso reportero, Jorge Ernesto Oliva, detectó cómo claramente se escucha en la grabación (minuto 1:08) que alguien le dicta “…llegué a mi trabajo” que Fidel Eduardo repite un segundo después, lo que demostraría que no fue una grabación voluntaria. Más aún, si ya se había presentado denuncia penal, esa declaración sólo debía constar en actas, difundirla viola la secrecía de la investigación, lo que, aparte de resultar responsabilidad penal para quien la hizo y dispersó, abre sospechas de las motivaciones para difundirla. Otro elemento que enrarece este caso es el infamante exhorto que “muy atentamente” envió el Gobierno del Estado a “quienes protestaron por una desaparición que no existió, a que salgan y públicamente reconozcan que se equivocaron. Es lamentable que un conflicto personal se quiera convertir en un tema de seguridad”, texto soberbio que no corresponde a una autoridad responsable ni respetuosa. ¿Qué fue lo que en realidad pasó? Tarde o temprano se sabrá. Esa desaparición y aparición deja muchas dudas, sobre todo cuando se trata de difamar a quien fue reportado desparecido. Ah, y también para el análisis, deberá prestarse atención si procede o no una indagatoria “por hechos posiblemente constitutivos del delito de terrorismo, tras la difusión de un presunto intento de tiroteo en una escuela de Veracruz (UVM, Campus Veracruz), misma que incluye a reporteros que difundieron la información falsa” tuiteada por la acreditada periodista Gaby Rasgado. Habrá que esperar. Lo importante es que hubo y hay unión entre periodistas frente a cualquier amenaza.

opedro2006@gmail.com




Extraña, por decir lo menos, la desaparición durante tres días y la repentina “aparición” del hijo del periodista Fidel Pérez Sánchez y el raro ambiente que la propia autoridad creó en torno a este delicado asunto.

El comunicador alertó la madrugada del domingo de este hecho: “hundido en la impotencia y la desesperación, (les) comparto: mi hijo, Fidel Eduardo Pérez Morales, de 24 años, salió de casa desde el viernes 31 de agosto como a las 11 de la mañana rumbo a su trabajo. Hasta este momento no hemos sabido algo de él y tampoco se ha reportado al trabajo. Es preciso comentar que no trae celular y menos tiene antecedentes penales”, escribió. Ante la gravedad del hecho, compañeros de Fidel convocaron a un plantón en el puerto de Veracruz al mediodía del domingo para exigir la intervención inmediata y efectiva de las autoridades para la localización y retorno del joven, en tanto el desesperado padre presentaba denuncia formal en la Fiscalía Regional y alrededor de las 13:15 horas informó que ya habían localizado a su hijo, solicitando retirar el plantón. Minutos después fue enviado un comunicado proveniente de la Fiscalía General del Estado (FGE) en el que se señalaba que no hubo tal desaparición, que fue una “ausencia voluntaria” por desacuerdos familiares que, lamentablemente y sólo por el dicho de la FGE, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, su presidenta, Ana Laura Pérez Mendoza, imprudentemente avaló; y pocos minutos después, por medio de testaferros, se difundió un video en el que el hijo del periodista —que aparentemente dentro del vehículo en que ¿policías ministeriales? lo trasladan a las oficinas de la Fiscalía regional— confirma que se fue voluntariamente con unos amigos a Xalapa; pero un acucioso reportero, Jorge Ernesto Oliva, detectó cómo claramente se escucha en la grabación (minuto 1:08) que alguien le dicta “…llegué a mi trabajo” que Fidel Eduardo repite un segundo después, lo que demostraría que no fue una grabación voluntaria. Más aún, si ya se había presentado denuncia penal, esa declaración sólo debía constar en actas, difundirla viola la secrecía de la investigación, lo que, aparte de resultar responsabilidad penal para quien la hizo y dispersó, abre sospechas de las motivaciones para difundirla. Otro elemento que enrarece este caso es el infamante exhorto que “muy atentamente” envió el Gobierno del Estado a “quienes protestaron por una desaparición que no existió, a que salgan y públicamente reconozcan que se equivocaron. Es lamentable que un conflicto personal se quiera convertir en un tema de seguridad”, texto soberbio que no corresponde a una autoridad responsable ni respetuosa. ¿Qué fue lo que en realidad pasó? Tarde o temprano se sabrá. Esa desaparición y aparición deja muchas dudas, sobre todo cuando se trata de difamar a quien fue reportado desparecido. Ah, y también para el análisis, deberá prestarse atención si procede o no una indagatoria “por hechos posiblemente constitutivos del delito de terrorismo, tras la difusión de un presunto intento de tiroteo en una escuela de Veracruz (UVM, Campus Veracruz), misma que incluye a reporteros que difundieron la información falsa” tuiteada por la acreditada periodista Gaby Rasgado. Habrá que esperar. Lo importante es que hubo y hay unión entre periodistas frente a cualquier amenaza.

opedro2006@gmail.com