/ domingo 4 de abril de 2021

Entre la continuidad, o el cambio

Una parte de las campañas político-electorales iniciaron en el estado de Veracruz ayer domingo, de los candidatos y próximos diputados federales que irán a renovar la Cámara Baja del Congreso de la Unión, encargados, junto con los senadores, de crear, modificar o suprimir leyes.

Contarán con dos meses para caminar y convencer al electorado de votar por la continuidad o un cambio, lo que inevitablemente marcará el destino del país y el futuro de su población. Las encuestas marcan una importante aprobación del ejercicio del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque relativamente menor a la que han tenido mandatarios anteriores en sus primeros dos años de gobierno, a excepción de Enrique Peña Nieto, quien en ese lapso resultó pesimamente mal calificado. Ese indicador, sin embargo, no es sentencia; AMLO, por añadidura, no es el partido que compite en las elecciones y, aunque algunos echen campanas al vuelo, la decisión última, la que vale, van a tomarla los impredecibles electores el próximo seis de junio; los informados votarán en conciencia, de forma diferenciada; y otros, votos lineales, identificados con nombres o partidos. Un proceso inédito por la pandemia que orilló a las campañas a lo mediático, más que de contacto directo, donde, ahora sí, tendrán peso específico arraigo y cercanía, más allá de la promesa fácil y volátil. ¿Quién lleva ventaja? Nadie. Los votantes van a premiar logros o a castigar fracasos, por encima de figuras públicas, programas asistenciales o alianzas coyunturales. Todo, y todos, entran en esta lucha, y si acaso, la única ventaja la tienen quienes conectan mejor con la población, los que no cometan errores o no sean exhibidos por alguna “cola” que le pisen. La fuerza política de los partidos en cada lugar también gravita en el resultado, aunque será insuficiente para definirlo. Hay de todo, desde personajes jóvenes que refrescan el ambiente político, hasta aquellos con malos antecedentes, reciclados en otro color, y también figuras artísticas como Francisca Viveros Barradas, más conocida en el mundo artístico como “Paquita la del Barrio”, para diputada local por Misantla por el Movimiento Ciudadano, o la asesora de imagen Anabell Gardoqui de la Reguera, más conocida como Nena de la Reguera, madre de la actriz Ana de la Reguera, para la alcaldía de Boca del Río, que no se cree que puedan perderla los panistas. Los partidos han hecho sus apuestas. Pronto vendrán los debates, y ahí se tendrá una idea, sólo una idea, de a quiénes se les puede dar confianza, por sus trayectorias y propuestas, y no por quien grite o agreda más. Esperemos.

Hay interés por ganar las elecciones locales, alcaldías y diputaciones, pero el mayor interés de Morena y sus aliados está en las diputaciones federales, que marcarán la diferencia entre una Cámara baja con mayoría calificada para lo que se ofrezca desde el más alto nivel del poder en México, a una donde sólo puedan tener mayoría y están obligados a negociar con otros grupos legislativos leyes pendientes de aprobar, y en un escenario fatal perder la mayoría, sobre lo cual sí hay verdadera preocupación, y por eso han puesto en marcha una intensa operación en todos los distritos, con decenas de simpatizantes que trabajan al lado de los candidatos pòstulados por la Coalición “Juntos Haremos Historia en Veracruz”, sean de extracción morenista, verde o petista. Será una elección reñida, sobre todo en donde hay predominio panista.

e-mail: opedro2006@gmail.com

Una parte de las campañas político-electorales iniciaron en el estado de Veracruz ayer domingo, de los candidatos y próximos diputados federales que irán a renovar la Cámara Baja del Congreso de la Unión, encargados, junto con los senadores, de crear, modificar o suprimir leyes.

Contarán con dos meses para caminar y convencer al electorado de votar por la continuidad o un cambio, lo que inevitablemente marcará el destino del país y el futuro de su población. Las encuestas marcan una importante aprobación del ejercicio del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque relativamente menor a la que han tenido mandatarios anteriores en sus primeros dos años de gobierno, a excepción de Enrique Peña Nieto, quien en ese lapso resultó pesimamente mal calificado. Ese indicador, sin embargo, no es sentencia; AMLO, por añadidura, no es el partido que compite en las elecciones y, aunque algunos echen campanas al vuelo, la decisión última, la que vale, van a tomarla los impredecibles electores el próximo seis de junio; los informados votarán en conciencia, de forma diferenciada; y otros, votos lineales, identificados con nombres o partidos. Un proceso inédito por la pandemia que orilló a las campañas a lo mediático, más que de contacto directo, donde, ahora sí, tendrán peso específico arraigo y cercanía, más allá de la promesa fácil y volátil. ¿Quién lleva ventaja? Nadie. Los votantes van a premiar logros o a castigar fracasos, por encima de figuras públicas, programas asistenciales o alianzas coyunturales. Todo, y todos, entran en esta lucha, y si acaso, la única ventaja la tienen quienes conectan mejor con la población, los que no cometan errores o no sean exhibidos por alguna “cola” que le pisen. La fuerza política de los partidos en cada lugar también gravita en el resultado, aunque será insuficiente para definirlo. Hay de todo, desde personajes jóvenes que refrescan el ambiente político, hasta aquellos con malos antecedentes, reciclados en otro color, y también figuras artísticas como Francisca Viveros Barradas, más conocida en el mundo artístico como “Paquita la del Barrio”, para diputada local por Misantla por el Movimiento Ciudadano, o la asesora de imagen Anabell Gardoqui de la Reguera, más conocida como Nena de la Reguera, madre de la actriz Ana de la Reguera, para la alcaldía de Boca del Río, que no se cree que puedan perderla los panistas. Los partidos han hecho sus apuestas. Pronto vendrán los debates, y ahí se tendrá una idea, sólo una idea, de a quiénes se les puede dar confianza, por sus trayectorias y propuestas, y no por quien grite o agreda más. Esperemos.

Hay interés por ganar las elecciones locales, alcaldías y diputaciones, pero el mayor interés de Morena y sus aliados está en las diputaciones federales, que marcarán la diferencia entre una Cámara baja con mayoría calificada para lo que se ofrezca desde el más alto nivel del poder en México, a una donde sólo puedan tener mayoría y están obligados a negociar con otros grupos legislativos leyes pendientes de aprobar, y en un escenario fatal perder la mayoría, sobre lo cual sí hay verdadera preocupación, y por eso han puesto en marcha una intensa operación en todos los distritos, con decenas de simpatizantes que trabajan al lado de los candidatos pòstulados por la Coalición “Juntos Haremos Historia en Veracruz”, sean de extracción morenista, verde o petista. Será una elección reñida, sobre todo en donde hay predominio panista.

e-mail: opedro2006@gmail.com