/ domingo 6 de enero de 2019

Eran otros tiempos de la política

Por la Secretaría General del Gobierno del Estado de Veracruz han pasado profesionistas distinguidos que supieron prestigiarla con su trayectoria y actuar.

Quién no recuerda con agrado a los abogados Rómulo Campillo Reynaud con el gobernador Fernando López Arias, Francisco Berlín Valenzuela con Rafael Murillo Vidal, Emilio Gómez Vives con Rafael Hernández Ochoa, a Nacho Morales Lechuga con Agustín Acosta Lagunes.

Cuartos bates de Ligas Mayores los cuatro, bateando para mil.

Ninguno fue “dama de compañía” del gobernante en turno.

Mientras el mandatario cumplía su complicada agenda, ellos atendían durante el día y hasta altas horas de la madrugada en su despacho la problemática del estado, procurando soluciones y no complicando los asuntos para mantener en paz y trabajando a todos los sectores, pendientes siempre de su estricta responsabilidad del gobierno interior.

Ninguno llegó al cargo gritando ni a sombrerazos como si estuvieran en el rancho arriando gallinas o totoles.

Ninguno asumió el delicado cargo profiriendo amenazas entre ajos y cebollas, nada de fanfarronerías ni adoptando actitudes de perdonavidas, como caciques pueblerinos del ayer.

Supieron los cuatro aportar su tiempo, capacidad, talento y visión en favor de los veracruzanos.

Y, lo elemental, guardaron siempre el respeto completo al gobernador, sabiendo mantener la distancia entre uno y otro cargo.

Para citar un solo ejemplo, el abogado Rómulo Campillo Reynaud había sido maestro de Fernando López Arias en la Facultad de Derecho. no obstante, siempre se refería al gobernante de usted; jamás adelantaba juicios, opiniones o resoluciones que competían a la primera autoridad.

Eran otros tiempos donde hacían política profesionales preparados, educados y no mercachifles salidos de la improvisación.

No se trata de que tiempos pasados fueron mejores atenidos a la nostalgia por el pasado.

Hoy decepciona que la política esté en el suelo y que cualquier desconocido se caga en ella por azares de la suerte y la irreflexión. // YA CON ÉSTA me despido por hoy, no sin antes subrayar que más vale no olvidar que arrieros somos y en el camino andamos.

Ah, que 2019 sea un buen año en salud y bienestar familiar. A esperar que los siervos del pueblo nos cumplan en lo material. Ya veremos.

@tobogan14

Por la Secretaría General del Gobierno del Estado de Veracruz han pasado profesionistas distinguidos que supieron prestigiarla con su trayectoria y actuar.

Quién no recuerda con agrado a los abogados Rómulo Campillo Reynaud con el gobernador Fernando López Arias, Francisco Berlín Valenzuela con Rafael Murillo Vidal, Emilio Gómez Vives con Rafael Hernández Ochoa, a Nacho Morales Lechuga con Agustín Acosta Lagunes.

Cuartos bates de Ligas Mayores los cuatro, bateando para mil.

Ninguno fue “dama de compañía” del gobernante en turno.

Mientras el mandatario cumplía su complicada agenda, ellos atendían durante el día y hasta altas horas de la madrugada en su despacho la problemática del estado, procurando soluciones y no complicando los asuntos para mantener en paz y trabajando a todos los sectores, pendientes siempre de su estricta responsabilidad del gobierno interior.

Ninguno llegó al cargo gritando ni a sombrerazos como si estuvieran en el rancho arriando gallinas o totoles.

Ninguno asumió el delicado cargo profiriendo amenazas entre ajos y cebollas, nada de fanfarronerías ni adoptando actitudes de perdonavidas, como caciques pueblerinos del ayer.

Supieron los cuatro aportar su tiempo, capacidad, talento y visión en favor de los veracruzanos.

Y, lo elemental, guardaron siempre el respeto completo al gobernador, sabiendo mantener la distancia entre uno y otro cargo.

Para citar un solo ejemplo, el abogado Rómulo Campillo Reynaud había sido maestro de Fernando López Arias en la Facultad de Derecho. no obstante, siempre se refería al gobernante de usted; jamás adelantaba juicios, opiniones o resoluciones que competían a la primera autoridad.

Eran otros tiempos donde hacían política profesionales preparados, educados y no mercachifles salidos de la improvisación.

No se trata de que tiempos pasados fueron mejores atenidos a la nostalgia por el pasado.

Hoy decepciona que la política esté en el suelo y que cualquier desconocido se caga en ella por azares de la suerte y la irreflexión. // YA CON ÉSTA me despido por hoy, no sin antes subrayar que más vale no olvidar que arrieros somos y en el camino andamos.

Ah, que 2019 sea un buen año en salud y bienestar familiar. A esperar que los siervos del pueblo nos cumplan en lo material. Ya veremos.

@tobogan14

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