/ miércoles 21 de octubre de 2020

Es que amar y querer no es…

No es lo mismo dar órdenes que servir, me dice David Velasco Chedraui en su oficina de la carretera antigua a Coatepec.

Pienso en la canción "Amar y querer", uno de los más grandes éxitos de José José en el álbum "Reencuentro", publicado en 1977. Se lo comento y coincide conmigo.

"Pues sí. La misma canción lo dice: el que ama pretende servir, el que ama su vida la da, pero el que quiere, pretende vivir y nunca sufrir y nunca sufrir". Ambos reímos, por traer a la charla la analogía y por el grato recuerdo de esta famosa canción.

El tema sale a colación, por mi pregunta coloquial respecto a la diferencia entre ser empresario y servidor público, justo en este miércoles 21, Día del servidor público en Veracruz. Involucrado en el mundo empresarial de esta ciudad, desde muy joven, David Velasco Chedraui ha sido además alcalde de Xalapa y diputado local.

Confiesa que la experiencia en el servicio público le ayudó a entender esa diferencia entre "dar órdenes" y "servir", porque un empresario está acostumbrado a dar órdenes, a conducirse de una manera muy vertical, porque sabe que está arriesgando su inversión, su patrimonio.

Sin embargo, refiere, el servidor público es justamente eso, un servidor, una persona que está al servicio de todos, sin distinción y que tiene una gran responsabilidad en las tareas del bien común, de lo que puede beneficiar a la mayoría.

Su disciplina —todos los días se levanta antes de las 6 de la mañana a hacer ejercicio y todas las noches se cena una manzana—, su formación como administrador de empresas, su experiencia al frente de PROINVEL SA de CV, un consorcio manufacturero de plásticos, bolsas, poliductos flexibles, entre otras, le sirvió sobremanera para el servicio público, pero la función pública también le regaló la experiencia de entender el "servicio", "el diálogo", "la conciliación", el trabajo para toda una comunidad. Aunque ya traía la "espinita" de retribuir algo a la sociedad —por la ingente labor altruista que ha realizado su familia a lo largo de los años de vida productiva en la capital—, empezó creando una Fundación que lleva su nombre y luego involucrándose en la vida pública de Xalapa.

Metido de lleno por ahora en el trabajo de su empresa, buscando como sortear la crisis generada por la pandemia, cómo salvar los empleos que genera, cómo cuidar desde el primer momento a sus trabajadores, con las medidas sanitarias, David Velasco Chedraui se muestra preocupado por la situación que vive la capital.

"Si algo he aprendido en la función pública, junto con la práctica del servicio —vuelve a recordar a José José— es que un gobernante no debe perder la emoción social, ese interés por ayudar a la gente. El servicio de una ciudad como Xalapa es muy demandante y desafortunadamente veo a una autoridad que perdió por completo la emoción social, el interés por atender a la gente, por resolver los problemas básicos".

Nos vemos los jueves

valeramk@hotmail.com

No es lo mismo dar órdenes que servir, me dice David Velasco Chedraui en su oficina de la carretera antigua a Coatepec.

Pienso en la canción "Amar y querer", uno de los más grandes éxitos de José José en el álbum "Reencuentro", publicado en 1977. Se lo comento y coincide conmigo.

"Pues sí. La misma canción lo dice: el que ama pretende servir, el que ama su vida la da, pero el que quiere, pretende vivir y nunca sufrir y nunca sufrir". Ambos reímos, por traer a la charla la analogía y por el grato recuerdo de esta famosa canción.

El tema sale a colación, por mi pregunta coloquial respecto a la diferencia entre ser empresario y servidor público, justo en este miércoles 21, Día del servidor público en Veracruz. Involucrado en el mundo empresarial de esta ciudad, desde muy joven, David Velasco Chedraui ha sido además alcalde de Xalapa y diputado local.

Confiesa que la experiencia en el servicio público le ayudó a entender esa diferencia entre "dar órdenes" y "servir", porque un empresario está acostumbrado a dar órdenes, a conducirse de una manera muy vertical, porque sabe que está arriesgando su inversión, su patrimonio.

Sin embargo, refiere, el servidor público es justamente eso, un servidor, una persona que está al servicio de todos, sin distinción y que tiene una gran responsabilidad en las tareas del bien común, de lo que puede beneficiar a la mayoría.

Su disciplina —todos los días se levanta antes de las 6 de la mañana a hacer ejercicio y todas las noches se cena una manzana—, su formación como administrador de empresas, su experiencia al frente de PROINVEL SA de CV, un consorcio manufacturero de plásticos, bolsas, poliductos flexibles, entre otras, le sirvió sobremanera para el servicio público, pero la función pública también le regaló la experiencia de entender el "servicio", "el diálogo", "la conciliación", el trabajo para toda una comunidad. Aunque ya traía la "espinita" de retribuir algo a la sociedad —por la ingente labor altruista que ha realizado su familia a lo largo de los años de vida productiva en la capital—, empezó creando una Fundación que lleva su nombre y luego involucrándose en la vida pública de Xalapa.

Metido de lleno por ahora en el trabajo de su empresa, buscando como sortear la crisis generada por la pandemia, cómo salvar los empleos que genera, cómo cuidar desde el primer momento a sus trabajadores, con las medidas sanitarias, David Velasco Chedraui se muestra preocupado por la situación que vive la capital.

"Si algo he aprendido en la función pública, junto con la práctica del servicio —vuelve a recordar a José José— es que un gobernante no debe perder la emoción social, ese interés por ayudar a la gente. El servicio de una ciudad como Xalapa es muy demandante y desafortunadamente veo a una autoridad que perdió por completo la emoción social, el interés por atender a la gente, por resolver los problemas básicos".

Nos vemos los jueves

valeramk@hotmail.com

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