/ viernes 17 de julio de 2020

Están equivocados, ¡ciudadanos inconscientes!

¡Estamos en guerra!, afirma un médico; sus compañeros responden: pero no somos soldados. Sí lo somos, luchamos contra esta ¡maldita pandemia!, pero tenemos otros enemigos más peligrosos: la ignorancia y la desobediencia.

Dice un adagio popular ¡ves que la tormenta no para y tú no te hincas! Hoy ya no son las estadísticas del Covid-19, son amigos, vecinos, compañeros, conocidos y familiares. Este virus arrasa con todos, niños, adolescentes, hombres, mujeres, servidores públicos, ricos y pobres, avanza cada día con números alarmantes, lo peor de todo es que la gente no entiende que si no tienes que salir a nada, no lo hagas. Pareciera que estamos de vacaciones eternas, andan por las calles paseando con toda la familia, hasta con el perro, gente que no usa el cubrebocas. Y te digo a ti, que tu vida no te interesa ni la de tu familia, pero respeta la vida de los trabajadores de la salud, al vecino, a mí, porque por donde pases si estás contagiado contagiarás a todos y ¡no se vale!

Existen cuatro sectores de la población: 1.- Los que no cree que exista el virus y dicen que es un invento del gobierno. 2.- Los que les vale y dicen que de algo se van morir. 3.- Los que por necesidad tienen que trabajar, porque no tienen un depósito quincenal, de lo contrario morirían de hambre. 4.- Los que se sienten inmortales, que son los peores.

¿Hasta cuándo dejarán de pagar los justos por pecadores? Y se me vino a la mente cuando estaba en la escuela, que castigaban a todo el grupo por un compañero irresponsable. Desde el inicio la pandemia se manejó de manera irresponsable, las autoridades minimizaron la gravedad del virus, otros con disparates como que el Covid sólo le da a los ricos y que los pobres son inmunes, o que se curaba con un plato de mole de guajolote; lamentable tanta ignorancia. A muchos les causó risa y ahora les causa llanto porque el virus ya los alcanzó.

A algunas autoridades y personas no les interesa la vida de los ciudadanos, sino quedar bien. Ahí tenemos el caso de las fiestas de Xico, donde hasta las iglesias protestaron porque querían regresar a dar misas. Ahí están los resultados: a dos semanas que se reabrieron las iglesias algunos curas se han contagiado de Covid.

Un grito de auxilio corre por los pasillos del sector salud, preocupado por la inconciencia de la gente y la falta de insumos. Qué pasaría si todo el personal de salud abandonara los hospitales, ¿quién te va a atender? Si a la población no le importa la vida del personal de salud, ellos sí ponen en riesgo su vida y la de sus familias por la tuya y los tuyos, que se vieron afectados por tu irresponsabilidad. Crees que la única vida que importa es la tuya y la de tu familia; estás equivocado, ciudadano.

Han muerto personas valiosas, gente honorable del sector salud, hermanos de profesión, personas que no debieron morir, que dieron todo por sacarte adelante y salvar tu vida, ¿se te hace justo? Eres un ciudadano inconciente, sales a la calle, haces fila para comprar cervezas, realizas reunimos, fiestas, juegos de futbol, sales a correr. Médicos, enfermeras, camilleros, etc., todos los días tienen que vestirse de astronautas, casi sin poder respirar, para cuando tú llegas infectado del virus recibirte y salvar tu vida.

El personal de salud está agotado, física y mentalmente, pero sobre todo decepcionado por la falta de empatía del pueblo mexicano. Bastaría un solo día de ausentismo para que valores lo importante que son, siempre listos para atenderte, mitigar tu dolor y miedo. No te equivoques, ciudadano necio e inconsciente.

Lexfemme.12@hotmail.com

¡Estamos en guerra!, afirma un médico; sus compañeros responden: pero no somos soldados. Sí lo somos, luchamos contra esta ¡maldita pandemia!, pero tenemos otros enemigos más peligrosos: la ignorancia y la desobediencia.

Dice un adagio popular ¡ves que la tormenta no para y tú no te hincas! Hoy ya no son las estadísticas del Covid-19, son amigos, vecinos, compañeros, conocidos y familiares. Este virus arrasa con todos, niños, adolescentes, hombres, mujeres, servidores públicos, ricos y pobres, avanza cada día con números alarmantes, lo peor de todo es que la gente no entiende que si no tienes que salir a nada, no lo hagas. Pareciera que estamos de vacaciones eternas, andan por las calles paseando con toda la familia, hasta con el perro, gente que no usa el cubrebocas. Y te digo a ti, que tu vida no te interesa ni la de tu familia, pero respeta la vida de los trabajadores de la salud, al vecino, a mí, porque por donde pases si estás contagiado contagiarás a todos y ¡no se vale!

Existen cuatro sectores de la población: 1.- Los que no cree que exista el virus y dicen que es un invento del gobierno. 2.- Los que les vale y dicen que de algo se van morir. 3.- Los que por necesidad tienen que trabajar, porque no tienen un depósito quincenal, de lo contrario morirían de hambre. 4.- Los que se sienten inmortales, que son los peores.

¿Hasta cuándo dejarán de pagar los justos por pecadores? Y se me vino a la mente cuando estaba en la escuela, que castigaban a todo el grupo por un compañero irresponsable. Desde el inicio la pandemia se manejó de manera irresponsable, las autoridades minimizaron la gravedad del virus, otros con disparates como que el Covid sólo le da a los ricos y que los pobres son inmunes, o que se curaba con un plato de mole de guajolote; lamentable tanta ignorancia. A muchos les causó risa y ahora les causa llanto porque el virus ya los alcanzó.

A algunas autoridades y personas no les interesa la vida de los ciudadanos, sino quedar bien. Ahí tenemos el caso de las fiestas de Xico, donde hasta las iglesias protestaron porque querían regresar a dar misas. Ahí están los resultados: a dos semanas que se reabrieron las iglesias algunos curas se han contagiado de Covid.

Un grito de auxilio corre por los pasillos del sector salud, preocupado por la inconciencia de la gente y la falta de insumos. Qué pasaría si todo el personal de salud abandonara los hospitales, ¿quién te va a atender? Si a la población no le importa la vida del personal de salud, ellos sí ponen en riesgo su vida y la de sus familias por la tuya y los tuyos, que se vieron afectados por tu irresponsabilidad. Crees que la única vida que importa es la tuya y la de tu familia; estás equivocado, ciudadano.

Han muerto personas valiosas, gente honorable del sector salud, hermanos de profesión, personas que no debieron morir, que dieron todo por sacarte adelante y salvar tu vida, ¿se te hace justo? Eres un ciudadano inconciente, sales a la calle, haces fila para comprar cervezas, realizas reunimos, fiestas, juegos de futbol, sales a correr. Médicos, enfermeras, camilleros, etc., todos los días tienen que vestirse de astronautas, casi sin poder respirar, para cuando tú llegas infectado del virus recibirte y salvar tu vida.

El personal de salud está agotado, física y mentalmente, pero sobre todo decepcionado por la falta de empatía del pueblo mexicano. Bastaría un solo día de ausentismo para que valores lo importante que son, siempre listos para atenderte, mitigar tu dolor y miedo. No te equivoques, ciudadano necio e inconsciente.

Lexfemme.12@hotmail.com