/ domingo 25 de marzo de 2018

Exigen y hasta lloran por una plurinominal


En plena Semana Santa empezará la etapa final de la guerra por la presidencia de México. Nos bombardearán sin piedad con propaganda y los candidatos se tirarán a matar. Y dentro de un mes —lo más probable que con menos intensidad— empezará la batalla local por la gubernatura.

Así es que arrancan sin disfraces las campañas y pese a la actual ventaja clara de López Obrador ¿puede decirse que no hay nada para nadie? Creo que sí puede decirse eso.

Sobran ejemplos de las volteretas en los procesos electorales. Los hemos visto recientemente en el mundo y recordemos lo que sucedió hace seis años en México. Peña Nieto llevaba una considerable ventaja... hasta mayo de 2012.

El lío preparado en la Iberoamericana y su desencuentro con los jóvenes de esa Universidad casi provoca que lo alcancen. AMLO capitalizó muy bien el problema y renacieron sus esperanzas de triunfo.

Ahora, por lo pronto, las encuestadoras dicen que los números en las preferencias se han movido. López Obrador sigue a la cabeza, con ventaja cómoda, pero Anaya ha bajado y Meade ha subido.

Tras esto, irán por López Obrador. ¿Qué le tienen reservado?, ya se verá, porque para el joven panista aún hay batería.

En Veracruz es lo mismo. Con tanta anticipación no puede decirse que alguien ya es ganador.

Cuitláhuac se equivocará rotundamente si deja todo a su locomotora tabasqueña. Yunes Márquez dispone del respaldo de una maquinaria muy fuerte y Pepe Yunes y su imagen muy diferente a los priistas del pasado reciente habrá de dar sorpresas.

Han circulado por todos lados listas de los priistas que supuestamente están amarrados para aparecer en los primeros lugares de las candidaturas plurinominales a las diputaciones locales.

Calma fieras, aún no hay definición. Quien tiene la voz cantante en esto aún no toma la decisión final.

Mientras tanto hay quienes sugieren que en los primeros sitios deben ir los representantes de los sectores, como Érika Ayala de la CNOP y Juan Carlos Molina de la CNC, así como el presidente del PRI, Américo Zúñiga, pero no hay nada en concreto, más si se toma en cuenta —por decir algo— que la Liga Agraria ahora sí está en ruinas y representa nada.

Lo que sí es cierto es que —ha trascendido— hay un gran número de priistas que, con razón o sin ella, con méritos o sin eso, exigen ser incluidos en el listado plurinominal.

Eso no es novedad, dirán algunos. Cada vez que debe elaborarse esa nómina es lo mismo, comentarán. Pues sí, pero la novedad es que ahora la petición es ser ubicado no en el tercer sitio, tampoco en el segundo, menos en el cuarto. No. Piden, exigen, imploran ser registrados en el primero.

Alguien que les pregunte a esos ansiosos y exigentes priistas si no creen el proyecto de Pepe Yunes. A ver qué contestan.

En fin, así es esto de la lucha por conservarse en la política. Está viéndose de todo para al menos asegurar una diputación. Unos exigen, otros sólo piden. Algunos argumentan con disparates. Los hay quienes imploran llorando y, al no funcionarles, amenazan con irse a otros partidos e inventan invitaciones de los adversarios.

Hay de todo. Así es la política, remarcamos.

El caso Amadeo. Mucho es lo que se ha dicho sobre el distanciamiento del PRI del ex de casi todo en Veracruz, Amadeo Flores. Lógicamente también andan por la libre los demás integrantes de Vía Veracruzana.

La forma en que se dio su salida de la dirigencia del PRI —al que golpea se le olvida, al golpeado no—, más algunas descortesías del presente detonaron el distanciamiento que es comentado en todos los tonos —los más desde la base del desconocimiento— a lo largo del territorio jarocho.

Lo que se sabe de esto son dos cosas:

Una, Amadeo no se va del PRI, salvo que lo corran.

Dos, el candidato siente en verdad que se dé esta situación. Sabe que afecta en percepción, por lo valioso del cuadro en cuestión.



En plena Semana Santa empezará la etapa final de la guerra por la presidencia de México. Nos bombardearán sin piedad con propaganda y los candidatos se tirarán a matar. Y dentro de un mes —lo más probable que con menos intensidad— empezará la batalla local por la gubernatura.

Así es que arrancan sin disfraces las campañas y pese a la actual ventaja clara de López Obrador ¿puede decirse que no hay nada para nadie? Creo que sí puede decirse eso.

Sobran ejemplos de las volteretas en los procesos electorales. Los hemos visto recientemente en el mundo y recordemos lo que sucedió hace seis años en México. Peña Nieto llevaba una considerable ventaja... hasta mayo de 2012.

El lío preparado en la Iberoamericana y su desencuentro con los jóvenes de esa Universidad casi provoca que lo alcancen. AMLO capitalizó muy bien el problema y renacieron sus esperanzas de triunfo.

Ahora, por lo pronto, las encuestadoras dicen que los números en las preferencias se han movido. López Obrador sigue a la cabeza, con ventaja cómoda, pero Anaya ha bajado y Meade ha subido.

Tras esto, irán por López Obrador. ¿Qué le tienen reservado?, ya se verá, porque para el joven panista aún hay batería.

En Veracruz es lo mismo. Con tanta anticipación no puede decirse que alguien ya es ganador.

Cuitláhuac se equivocará rotundamente si deja todo a su locomotora tabasqueña. Yunes Márquez dispone del respaldo de una maquinaria muy fuerte y Pepe Yunes y su imagen muy diferente a los priistas del pasado reciente habrá de dar sorpresas.

Han circulado por todos lados listas de los priistas que supuestamente están amarrados para aparecer en los primeros lugares de las candidaturas plurinominales a las diputaciones locales.

Calma fieras, aún no hay definición. Quien tiene la voz cantante en esto aún no toma la decisión final.

Mientras tanto hay quienes sugieren que en los primeros sitios deben ir los representantes de los sectores, como Érika Ayala de la CNOP y Juan Carlos Molina de la CNC, así como el presidente del PRI, Américo Zúñiga, pero no hay nada en concreto, más si se toma en cuenta —por decir algo— que la Liga Agraria ahora sí está en ruinas y representa nada.

Lo que sí es cierto es que —ha trascendido— hay un gran número de priistas que, con razón o sin ella, con méritos o sin eso, exigen ser incluidos en el listado plurinominal.

Eso no es novedad, dirán algunos. Cada vez que debe elaborarse esa nómina es lo mismo, comentarán. Pues sí, pero la novedad es que ahora la petición es ser ubicado no en el tercer sitio, tampoco en el segundo, menos en el cuarto. No. Piden, exigen, imploran ser registrados en el primero.

Alguien que les pregunte a esos ansiosos y exigentes priistas si no creen el proyecto de Pepe Yunes. A ver qué contestan.

En fin, así es esto de la lucha por conservarse en la política. Está viéndose de todo para al menos asegurar una diputación. Unos exigen, otros sólo piden. Algunos argumentan con disparates. Los hay quienes imploran llorando y, al no funcionarles, amenazan con irse a otros partidos e inventan invitaciones de los adversarios.

Hay de todo. Así es la política, remarcamos.

El caso Amadeo. Mucho es lo que se ha dicho sobre el distanciamiento del PRI del ex de casi todo en Veracruz, Amadeo Flores. Lógicamente también andan por la libre los demás integrantes de Vía Veracruzana.

La forma en que se dio su salida de la dirigencia del PRI —al que golpea se le olvida, al golpeado no—, más algunas descortesías del presente detonaron el distanciamiento que es comentado en todos los tonos —los más desde la base del desconocimiento— a lo largo del territorio jarocho.

Lo que se sabe de esto son dos cosas:

Una, Amadeo no se va del PRI, salvo que lo corran.

Dos, el candidato siente en verdad que se dé esta situación. Sabe que afecta en percepción, por lo valioso del cuadro en cuestión.