/ miércoles 9 de octubre de 2019

Felipe Calderón es “persona non grata” en el TEC de Monterrey

Forzado por las más de 20 mil firmas en su contra de estudiantes del TEC de Monterrey, y familiares y amigos de sus compañeros muertos por la irrupción de militares, ocurrida el 19 de marzo de 2010, el expresidente de la República Felipe Calderón de última hora canceló la conferencia que impartiría ayer, a la que se habían inscrito dos mil personas para asistir, pagando un costo individual de 400 pesos. Se anunció la presencia para ayer mismo de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, posteriormente de la diputada Tatiana Clouthier y de Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía del gobierno de Peña Nieto.

Solo que las muertes de Jorge Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo ensombrecieron el foro que, por lo que se ve, tendría los reflectores suficientes para dar a conocer las posiciones antagónicas y coincidentes de representantes de grupos políticos que han sido actores reconocidos por su capacidad y preparación. Los ingenieros Jorge Mercado y Javier Francisco Arredondo eran egresados de Ingeniería Mecatrónica y cursaban la maestría y el doctorado en Ciencias, respectivamente, en el prestigioso instituto.

No le quedó a David Garza Salazar, rector del TEC de Monterrey, más que aceptar la excusa de Felipe Calderón para cancelar su participación; sobre todo por el clamor despertado en la comunidad estudiantil y académica, por la señora Rosa Elvia Mercado, madre de Jorge Antonio Mercado, quien criticó la actitud soberbia, prepotente y autoritaria de Calderón, pues siendo responsable de la guerra sucia que dio lugar a la presencia de militares en el TEC de Monterrey, jamás Calderón Hinojosa expresó una condolencia del gobierno federal a los familiares de los ingenieros que “fueron confundidos” con narcotraficantes.

La guerra contra las drogas de Calderón Hinojosa terminó convertida en una “Guerra Sucia” en la que el exterminio y represión del narco fue el mejor pretexto para desaparecer a los enemigos del gobierno en funciones. Criminalizar a miembros de la sociedad civil, torturados y ejecutados por el gobierno, no tiene justificación y viola por siempre los derechos humanos de los muertos y sus familias. Felipe Calderón Hinojosa ha resultado ser un político sin escrúpulos que se niega a aceptar su descrédito y el rechazo social.


Forzado por las más de 20 mil firmas en su contra de estudiantes del TEC de Monterrey, y familiares y amigos de sus compañeros muertos por la irrupción de militares, ocurrida el 19 de marzo de 2010, el expresidente de la República Felipe Calderón de última hora canceló la conferencia que impartiría ayer, a la que se habían inscrito dos mil personas para asistir, pagando un costo individual de 400 pesos. Se anunció la presencia para ayer mismo de Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, posteriormente de la diputada Tatiana Clouthier y de Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía del gobierno de Peña Nieto.

Solo que las muertes de Jorge Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo ensombrecieron el foro que, por lo que se ve, tendría los reflectores suficientes para dar a conocer las posiciones antagónicas y coincidentes de representantes de grupos políticos que han sido actores reconocidos por su capacidad y preparación. Los ingenieros Jorge Mercado y Javier Francisco Arredondo eran egresados de Ingeniería Mecatrónica y cursaban la maestría y el doctorado en Ciencias, respectivamente, en el prestigioso instituto.

No le quedó a David Garza Salazar, rector del TEC de Monterrey, más que aceptar la excusa de Felipe Calderón para cancelar su participación; sobre todo por el clamor despertado en la comunidad estudiantil y académica, por la señora Rosa Elvia Mercado, madre de Jorge Antonio Mercado, quien criticó la actitud soberbia, prepotente y autoritaria de Calderón, pues siendo responsable de la guerra sucia que dio lugar a la presencia de militares en el TEC de Monterrey, jamás Calderón Hinojosa expresó una condolencia del gobierno federal a los familiares de los ingenieros que “fueron confundidos” con narcotraficantes.

La guerra contra las drogas de Calderón Hinojosa terminó convertida en una “Guerra Sucia” en la que el exterminio y represión del narco fue el mejor pretexto para desaparecer a los enemigos del gobierno en funciones. Criminalizar a miembros de la sociedad civil, torturados y ejecutados por el gobierno, no tiene justificación y viola por siempre los derechos humanos de los muertos y sus familias. Felipe Calderón Hinojosa ha resultado ser un político sin escrúpulos que se niega a aceptar su descrédito y el rechazo social.