/ domingo 2 de enero de 2022

Fíjense en los zapatos, autos ropa, casas y negocios de sus alcaldes

Llegó 2022 y con este año la esperanza de los veracruzanos de, al contar con nuevos alcaldes, que mejoren los servicios municipales, ¿pero será posible tanta belleza?

No es que sea ave de mal agüero, simplemente uno es realista, así que puedo prever que en muchos lugares todo seguirá igual o empeorarán las cosas.

Y es que, ya lo verán, unos resultarán ineficientes, otros anodinos, unos más disipados y otro tanto, ladrones.

Los anodinos una vez que empiecen a transcurrir las semanas se darán cuenta que el cargo resulta muy complicado. La mayor parte de los recursos se va en sueldos y por lo tanto hay que ir a tocar puertas, humildemente, a donde está el dinero.

Eso significa desgaste, dar múltiples vueltas y recibir respuestas negativas, en tanto en la comunidad que se gobierna todos piden obras y apoyos. Qué lío y qué incomodidad.

Así que entonces deciden que las cosas de la política sigan su curso y toman la decisión de cobrar su sueldo y hacer negocios, dejando de lado lo que ya de por sí era complicado y el anterior no pudo resolver.

A otros les dará por la disipación. A este tipo de alcaldes los grupos que los rodean --los rodeólogos de los jefes nunca faltan en todos los niveles de los gobiernos- los entretienen y los mantienen en la diversión y las fiestas, en tanto ellos hacen los negocios y reportan solo una parte. Algunos, más corridos, aprovecharán al 100% haber llegado a la presidencia municipal y se dedicarán a hacer negocios personalmente o mediante algún colaborador, a cobrar el 20% de la obra o servicios que entrega en contratos (20% al menos, porque por si no lo sabe lector, el llamado “diezmo”, que no es otra cosa que pedir el 10% para dar el contrato de una obra, es historia, ahora se pide el 20 o hasta el 30%), para después tratar de avanzar al siguiente cargo político, ya con las alforjas llenas.

Pocos, pero sí los veremos, estarán entregados a realizar un buen trabajo. Para eso habrán nombrado como colaboradores a mujeres y hombres capaces para que los ayuden en la tarea de servir a la ciudadanía.

Como sea, han arrancado sus funciones los nuevos alcaldes y casi todos han expresado sus ganas por trabajar y repiten la fórmula que les sirvió para ganar las elecciones: prometen que harán esto y lo otro, que atenderán a todos y cuestiones de ese estilo.

Amado Cruz Malpica, de Coatzacoalcos, empezando ya se hizo famoso por la fotografía que se hizo tomar barriendo una calle el primer día del año. En la foto se le ve con una escoba, junto a un trabajador de Limpia Pública que también barre. La gente lo menos que ha dicho es ¡dos barriendo y doce viendo y tomando fotos!

Lo peor es que está vivo el recuerdo, en gente de Coatza, que así empezó

Víctor Manuel Carranza Rosaldo -el que también instaló ratoneras por todo el Ayuntamiento para cazar “ratones políticos” y no atrapó ninguno- , quien acaba de dejar el cargo y tiene fama de ser uno de los peores presidentes municipales de Puerto México y eso que allá han tenido ediles muy malos.

Que Amado se vea en ese espejo y trabaje realmente en beneficio de sus paisanos, porque otros cuatro años de un mal gobierno sería un crimen para los coatzacoalqueños.

En fin, los veracruzanos, que son muy observadores y en todo están, deberían aplicar su sentido de la observación en el siguiente ejercicio:

Miren bien cómo se viste su alcalde o alcaldesa en estos días. Por lo general verán calzado, pantalones, camisas, vestidos y blusas sencillos o “normales”.

Chequen dónde viven y cómo son sus actuales casas. Y estén atentos a los negocios, sobre todo inmobiliarios, que florezcan en su comunidad en los meses por venir.

En un buen número de casos, a partir de 2023, podrá ver la asombrosa transformación de sus ediles.

Así ha sido siempre y no se ve que vaya a cambiar esto. Para ejemplo están muchos de los que el 31 de diciembre pasado dejaron, para fortuna del pueblo, de ser alcaldes.

Llegó 2022 y con este año la esperanza de los veracruzanos de, al contar con nuevos alcaldes, que mejoren los servicios municipales, ¿pero será posible tanta belleza?

No es que sea ave de mal agüero, simplemente uno es realista, así que puedo prever que en muchos lugares todo seguirá igual o empeorarán las cosas.

Y es que, ya lo verán, unos resultarán ineficientes, otros anodinos, unos más disipados y otro tanto, ladrones.

Los anodinos una vez que empiecen a transcurrir las semanas se darán cuenta que el cargo resulta muy complicado. La mayor parte de los recursos se va en sueldos y por lo tanto hay que ir a tocar puertas, humildemente, a donde está el dinero.

Eso significa desgaste, dar múltiples vueltas y recibir respuestas negativas, en tanto en la comunidad que se gobierna todos piden obras y apoyos. Qué lío y qué incomodidad.

Así que entonces deciden que las cosas de la política sigan su curso y toman la decisión de cobrar su sueldo y hacer negocios, dejando de lado lo que ya de por sí era complicado y el anterior no pudo resolver.

A otros les dará por la disipación. A este tipo de alcaldes los grupos que los rodean --los rodeólogos de los jefes nunca faltan en todos los niveles de los gobiernos- los entretienen y los mantienen en la diversión y las fiestas, en tanto ellos hacen los negocios y reportan solo una parte. Algunos, más corridos, aprovecharán al 100% haber llegado a la presidencia municipal y se dedicarán a hacer negocios personalmente o mediante algún colaborador, a cobrar el 20% de la obra o servicios que entrega en contratos (20% al menos, porque por si no lo sabe lector, el llamado “diezmo”, que no es otra cosa que pedir el 10% para dar el contrato de una obra, es historia, ahora se pide el 20 o hasta el 30%), para después tratar de avanzar al siguiente cargo político, ya con las alforjas llenas.

Pocos, pero sí los veremos, estarán entregados a realizar un buen trabajo. Para eso habrán nombrado como colaboradores a mujeres y hombres capaces para que los ayuden en la tarea de servir a la ciudadanía.

Como sea, han arrancado sus funciones los nuevos alcaldes y casi todos han expresado sus ganas por trabajar y repiten la fórmula que les sirvió para ganar las elecciones: prometen que harán esto y lo otro, que atenderán a todos y cuestiones de ese estilo.

Amado Cruz Malpica, de Coatzacoalcos, empezando ya se hizo famoso por la fotografía que se hizo tomar barriendo una calle el primer día del año. En la foto se le ve con una escoba, junto a un trabajador de Limpia Pública que también barre. La gente lo menos que ha dicho es ¡dos barriendo y doce viendo y tomando fotos!

Lo peor es que está vivo el recuerdo, en gente de Coatza, que así empezó

Víctor Manuel Carranza Rosaldo -el que también instaló ratoneras por todo el Ayuntamiento para cazar “ratones políticos” y no atrapó ninguno- , quien acaba de dejar el cargo y tiene fama de ser uno de los peores presidentes municipales de Puerto México y eso que allá han tenido ediles muy malos.

Que Amado se vea en ese espejo y trabaje realmente en beneficio de sus paisanos, porque otros cuatro años de un mal gobierno sería un crimen para los coatzacoalqueños.

En fin, los veracruzanos, que son muy observadores y en todo están, deberían aplicar su sentido de la observación en el siguiente ejercicio:

Miren bien cómo se viste su alcalde o alcaldesa en estos días. Por lo general verán calzado, pantalones, camisas, vestidos y blusas sencillos o “normales”.

Chequen dónde viven y cómo son sus actuales casas. Y estén atentos a los negocios, sobre todo inmobiliarios, que florezcan en su comunidad en los meses por venir.

En un buen número de casos, a partir de 2023, podrá ver la asombrosa transformación de sus ediles.

Así ha sido siempre y no se ve que vaya a cambiar esto. Para ejemplo están muchos de los que el 31 de diciembre pasado dejaron, para fortuna del pueblo, de ser alcaldes.