La marca Repsol abrió ayer en la calzada Ejército Mexicano de Boca del Río su primera gasolinera, y no tardando harán lo mismo otras, sean compañías petroleras o no, o de origen nacional o extranjero, como parte de la liberalización en el precio de las gasolinas en México por la Reforma Energética.
Esas estaciones serán distintas a las de PEMEX en el color y logotipo de su imagen corporativa. Algunas de esta marca, y de otras, ya tienen tiempo que operan en estados del norte del país, la frontera y en la ciudad y el estado de México. De hecho, quienes conocen del negocio señalan que las empresas ya era dueñas de varios o todos los establecimientos que ahora llevan o llevarán nombre de otra firma, sólo que mantenían la imagen corporativa de PEMEX como franquicias que eran de la entonces paraestatal, y era ésta la única que las surtía de los combustibles. ¿Con las nuevas marcas cambia en algo el mercado de las gasolinas? La expectativa de los consumidores es de que con la competencia bajará el precio de estos productos, lo cual es una falacia, o en todo caso la variación será de centavos y no de pesos en el costo del litro de gasolinas de distinto octanaje (la estándar Magna o la mejorada Premium), el diesel o los biocombustibles.
Este quiere decir que aún con los nombres de Repsol, Shell, “Combustibles BP” (British Petroleum), OXXO GAS u otras, será casi exactamente lo mismo, con precios sujetos a lo que marque diariamente como mínimo o máximo la Comisión Reguladora de Energía para las 83 regiones del país y las 7 regiones de frontera y los municipios que componen cada región, de acuerdo al comportamiento en el mercado internacional y a las distancias que haya desde los centros distribuidores respecto a cada lugar donde sean entregados. Se estima que serán unas 30 marcas que habrá en el mercado nacional, con dos mil 178 nuevas gasolineras que van a “competir” por sus clientes.
Esas compañías en el mercado minorista podrán seguir adquiriendo a PEMEX el carburante, es su decisión, o comprarlo en el extranjero a menor precio, pero eso no impactará en el precio final, si bien en algunas estaciones que ya funcionan en otros estados promueven hasta rifas de autos a los consumidores frecuentes, o regalos diversos, boletos para salas de cine y un sinfín de ganchos, o inclusive podrán hasta brindar gasolina mejorada con aditivos para elevar su rendimiento o potencia o que esos productos sean menos contaminantes para el ambiente. La conclusión entonces es de que sí habrá competencia, pero no se reflejará en mucho para el consumidor final. Esa es la realidad de esta historia de la gasolina que es y seguirá siendo de las más caras del mundo.
ENCUESTAS, TRAJES A LA MEDIDA DE CANDIDATOS
+++No es recomendable que los ciudadanos se dejen influenciar por encuestas que diariamente se difunden por diversos medios, principalmente por redes sociales, porque resultan confusas, y las más de las veces son trajes a la medida de candidatos que participan en el proceso electoral. Sucede esto con casi todos los que compiten para cargos de elección popular. Hay muchas empresas serias cuyos estudios no llevan sesgos, pero sus resultados no pueden considerarse concluyentes por las muchas variables que deben considerarse, como los entrevistados que ocultan su verdadera preferencia. Lo mejor es analizar lo que cada candidato propone para tomar una decisión. Se dice esto por aquellos ya cantan victoria anticipada por supuestas ventajas, o aquellos que prácticamente son hasta motivo de burla por encontrarse abajo en los índices de popularidad. Tampoco es posible que de un día para otros, o con una semana de diferencia, un candidato suba o baje, o empareje a otro. Eso es prácticamente imposible, como se quiere hacer creer desde que se realizó el primer debate presidencial, y ocurrirá lo mismo en el debate que viene con los aspirantes a la gubernatura. Debe tenerse prudencia. Es lo mejor.
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